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KyungSoo estaba molesto por una simple razón; todos esos corazones de papel que estaban esparcidos en el interior de su taquilla y que habían caído al piso al momento que el chico la había abierto.

¿Quien rayos se atrevía a hacer una broma de tan mal gusto?

Soo resoplo, prácticamente sentándose en el piso para juntar cada uno de los corazones que, además, tenían cosas realmente cursis y estúpidas escritas en el centro.
Estupideces que iban desde un te amo KyungSoo Hyung, hasta tonterías como Eres el sol que brilla cada mañana; el pelinegro no pudo evitar reír, por que justo esa mañana el sol había decidido tomar lugar tras una nube inmensa y estaba lloviendo a cántaros.

Cuando por fin terminó de juntar cada uno de los pedazos, los miro una última vez; si decidía guardarlos y aquel que los había puesto en su casillero lo veía, podía darse a entender que a Do le había gustado aquel gesto; y la mera realidad es que estaba maldiciendo al malparido al que se le había ocurrido ir a tirar basura en sus pertenencias. Sin meditarlo un segundo más, camino lentamente al bote de basura más cercano y tiro uno a uno los corazones de papel con escritos cursis y melosos; sin darse cuenta que quien había dejado su alma en ello, lo observaba justo desde frente.

– ¿Qué haces hyung? — pregunto JongIn, quien miraba como un molesto KyungSoo seguía tirando los papeles a la basura mientras soltaba pequeños insultos; su corazón no dejaba de palpitar fuertemente. — ¿Hyung?

– La próxima vez que me llenen el casillero de mierdas. — grito el pelinegro, con la única intención que su admirador secreto lo escuchara. — Voy a buscar al responsable hasta por debajo de las piedras si es necesario y lo voy a matar lentamente.

JongIn trago saliva y dedico una sonrisa apenada a los estudiantes que se habían detenido a escuchar al pequeño. — Cálmate un poco Kyung, ¿que tan malo es que le gustes a alguien?

– Si le gustara realmemte, no andaría con rodeos y me lo diría a la cara. — contesto el otro, aún mosqueado cuando descubrió más corazones dentro de sus libros y en las bolsas de su chaqueta del equipo de fútbol. — En verdad JongIn, el día que sepa quien es, voy a zarandearlo hasta que entienda que yo no lo corresponderé nunca.

Y sin más, JongIn sonrió, más triste que feliz y se dedicó a seguir a su mejor amigo hasta su clase.

(......)




– A juzgar por la cara de perro atropellado que traes, la cosa de los corazoncitos no funciono ¿o si? — pregunto un muy sonriente ChanYeol, quien día atrás le había asegurado al moreno que su grandiosa idea de corazones con leyendas escritas era, de las peores ideas en el mundo.

– KyungSoo me dijo que una vez había escuchado una canción sobre ello, me afirmo millones de veces que si alguien hacia algo así para el, no dudaría en casarse con esa persona. — explicó cabizbajo.

– ¿Cuándo te dijo eso? —

– Creo que teníamos diez años. — la risa estruendosa del pelirrojo, logró llamar la atención del que recién entraba en la cafetería. A pasos apresurados, Soo se acercó a ellos, saludo a Yeol con un rápido golpe en el brazo y le dedicó una rápida sonrisa a JongIn. El último no pudo evitar notar a su amigo estresado.

– ¿Qué pasa pequeño? — pregunto aún sonriendo ChanYeol, Soo suspiro antes de siquiera poder abrir la boca.

– Ya se quien dejo esas cosas dentro de mi casillero. — pronuncio, mirando fijamente a su amigo bailarín. — Le pregunte a Kris, tal vez tuve que pagarle, pero el vio al responsable.

– ¿Y que piensa hacer KyungSoo? Vas a golpearlo ¿cierto? — murmuro Yeol distraído, por la puerta de la cafetería entraba BaekHyun.

– Esperar a que él me de sus razones cuando quiera. — y sin más, sin dejar de mirar a JongIn, se puso a comer.

(....)






El camino a casa que tenían que recorrer ambos, fue silencioso. KyungSoo por su parte no hablaba por que sus pensamientos se veían inundados sobre lo que cocinaría esa noche; mientras JongIn, bueno, su cabeza era un mar de pensamientos enredados.

Miro a su Hyung, quien caminaba lentamente a su lado con la cabeza baja, se mordió el labio inferior y soltó el aire que retuvo desde que habían salido de la escuela.

– Lo siento. — se disculpó. KyungSoo lo miro y le sonrió.

– ¿Por que? —

JongIn lo mira incrédulo, ¿de verdad lo hará decirlo? El moreno no quiere, de por sí había representado un problema aceptar el hecho de que se estaba enamorando de su mejor amigo; que había comenzado a ver a su Hyung más como hombre que como un hermano. Le costo noches en vela y lágrimas aceptar que se había enamorado perdidamente de Do KyungSoo.

– Si no me dices por que lo sientes, no te podré perdonar jamás. — Soo introdujo la llave en la cerradura de la puerta de casa. Entro y se deshizo de sus zapatos; JongIn hizo lo mismo, tomó aire y luego expulso.

– Lo siento por haberme enamorado de ti. —

Paper Hearts.➳ KaiSoo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora