Salgo del instituto, no puedo explicar la felicidad de terminar el primer día, no he visto a Katlheen y Ace, trato de buscarlas pero no las veo por ningún lado, me dirijo al estacionamiento donde sé que Ace se había estacionado, quizás me esté esperando allí. Mientras camino hacia allí me doy el lujo de pensar un poco en qué tipo de relación tendrá Ace con los nuevos chicos ahora, apuesto que uno de ellos ya quiere meterse en su cama, me doy cuenta cuando solo faltan unos pasos para llegar a donde debería estar el carro de Ace, ESTA VACIO. Me dejo botada acá.
Debo admitir que me molesto eso, pero no puedo reclamar es solo un favor de ella traerme y llevarme, no una obligación. Con todo el valor del mundo agarro mi bolso con fuerza y me dirijo a la salida, estas calles a esta hora son algo peligrosas pero todo saldrá genial me digo a mi misma.
Salgo de allí, el sol está en su punto, siento como el sudor va corriendo ya por mi cuerpo, frente, espalda, axilas, tengo que bañarme cuando llegue a mi casa. Pasando por unas tiendas que están a dos cuadras de mi casa, veo la camioneta de Ace y un ford Mustang negro estacionados en frente de una tienda de regalos, me paro en seco, decido entrar, tengo que hablar con Ace de lo que paso hoy.
Me dirijo hacia allí, apenas voy cruzando la puerta, veo automáticamente a Cole hablando de algo con Kathleen, ¿Qué hace ella oca con él? Me pregunto a mí misma. Cuando entre a la tienda Kathleen me mira sorprendida y creo que está buscando con la mirada a Ace que yo aún no he visto.
Hey, escucho que dice Cole con aire despreocupado a Kahtleen, el está despalda y no me ha visto.
Ella no deja de mirarme, ¿Qué le ocurre?
Por el pasillo sale Ace acompañada del tres chicos que vi en el instituto, tiene un paquete en la mano, todos se me quedan mirando como si tuviera dos cabezas, cuernos y me estuviera volviendo roja, no entiendo. Cole los mira, y se voltea a mirarme, es el único que no se sorprende de verme ahí parado, me aclaro la voz mientras miro a Ace a los ojos.
Necesito hablar contigo, le digo.
Ella no me responde pero le da el paquete que tenía en las manos al chico de la camisa negra y camina hacia mí. Salimos de la tienda y veo que ella esta extraña, no se comporta conmigo igual. Dedico romper el silencio extraño que se ha formado entre nosotras.
Te estuve buscando en el estacionamiento pensé que me llevarías a mi casa como siempre, digo mientras miro al suelo, suena algo a reclamo pero no sé de qué otra manera decírselo.
Ella tarda un momento en responder hasta que por fin dice,- Había quedado con Travis, Joseph, Anuel y Cole en buscar un regalo para su hermana que cumple mañana, me conseguí a Kathleen de camino a la camioneta y decidió venir con nosotros, te juro que te iba a llamar para avisarte.
Entiendo, digo mientras la miro y proceso lo que me está diciendo, esto es tan común de ella se tira a las personas al hombro como si las conociera de toda su vida.
Bueno, me llamas y me avisas si mañana puedes buscarme, nos vemos luego, digo mientras camino hacia la calle de nuevo, no quiero estar allí más tiempo, Ace y Kathleen se comportan de manera extraña, y esos chicos son más extraños aún.
Ella intenta creo que decirme algo pero ya estoy muy lejos de ella. No me doy vuelta para ver que está haciendo solo hago mi camino hacia mi casa. Cuando ya me faltan unas casa de por medio para llegar a la mía, me encuentro pensando que cuales nombres le corresponda a cada uno, el de camisa negra tiene cara de Joseph por su expresiones fuertes, imagino que Travis sería el más bajo, que cargaba una camisa de rayas rojas, Anuel el más serio de todos, cuando lo vi en el instituto tenía una camisa azul, u luego esta Cole, el parece ser el más normal de todos, su cabello rubio se ve tan suave de lejos, quisiera poder tocarlo, cuando me doy cuenta de lo que estoy pensando cargo una sonrisa en mi rostro, la quito completamente, y decido no volver a pensar en él y me prohíbo totalmente que me llegue a gustar el, justo en el momento que llego a mi casa, busco en mi bolso mis llaves justo en ese momento, el ford negro que estaba en la tienda de regalo se detiene en mi casa, me quedo mirándolo por un momento mientras se baja el de camisa negra que según yo podría ser el que se llame Joseph, se dirige caminando hacia mí con un andar muy seguro de sí mismo, con una expresión fuerte como de rabia.
¿Q-qué haces acá? Me encuentro tartamudeando mientras él se acerca.
Te lo diré una sola vez Alaina, dice con voz fuerte, yo solo puedo pensar en cómo sabe mi nombre, continua diciendo, aléjate de Kathleen y Ace, ellas son mejores que tú y no quiero que estén contigo, dice mientras me mira.
¿QUE CARAJOS ME ESTA DICIENDO ESTE TIPO?
Tú no eres nadie para prohibirme estar con quien a mí me dé la gana, le digo dejando que todo mi enojo salga de mi cuerpo, NADIE, así que lárgate ahora de aquí.
Me mira sorprendido por unos segundos, no esperaba que yo le respondiera, me imagino que ninguna otra persona lo ha hecho, porque están intimidadas, yo también lo estoy pero no dejare que un idiota venga a decirme que puedo hacer y qué no.
Recuperando su expresión de frialdad apretó su puño y da un paso adelante mientras yo doy uno atrás, estoy entre la puerta cerrada aun de mi casa y el cuerpo gigante de este idiota. Por el rabillo del ojo veo que la puerta de carro se abre no detallo si se bajó alguien o no, pero me concentro a mirar de nuevo a los ojos de la bestia delante de mí.
Intenta decirme algo cuando Cole lo agarra del hombro y le dice algo al oído, el no deja de mirarme mientras eso. Algo le dice Cole porque el relaja las manos y empieza a dar la vuelta para caminar al carro. Cole se queda allí parado, mirándolo hasta que entra al carro, se voltea y me mira por lo que yo pienso son varios segundos, lo detallo, tiene los ojos como un tono grisáceo oscuro, por un momento creo que la pupila se dilata, tiene la nariz respingada pero no tanto, sus labios son de un rosado pálida algo carnosos.
Deberías hacer lo que él dice, comenta mientras se da vuelta y camina hacia el carro, se monta en él y el carro avanza, se fueron tan rápido como llegaron.
Yo me quedo parada allí contra la puerta, sudando, esto es tan ilógico porque esos tipos que no saben nada mí, nada ellas vienen a decir que no debería estar con ellas, pasado un momento en el que trato de calmar mi pulso, decido sacar la llave de mi bolso y entrar a mi casa, a mi hogar, al único lugar donde puedo sentirme tranquila, pero por hoy no lo siento así.
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Hola mucho gusto, mi nombre es Arianna Garcia, espero les guste, voy a intentar actualizar cada semana.
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Engañada.
ParanormalUn mal comienzo, Alaina se ve envuelta en todo tipo de conflictos, no entiende de donde ocurren, pero todo quedara claro cuando entienda que todo fue un engaño.