Youtube Stars (Drarry AU)

Diez.

Draco POV

-¿Adonde vamos? -me pregunta Harry por la que debe ser la décima vez en media hora.

-Ya lo verás.

Hemos cogido mi coche porque es mejor que el que nos han dado, no va contra las normas, y además podemos estar solos. (Esto último no se lo he dicho a Harry).

Aparco el coche justo frente a la puerta del edificio.

-Ya hemos llegado. -informo.

-Instituto oceanográfico de Los Ángeles. -lee Harry en voz alta- ¿Me has traído al acuario?

Su pregunta me deja parado. ¿Significa eso que no le gusta la idea? A lo mejor le dan miedo los peces, o a lo mejor está en contra de tenerlos encerrados... No es que me importe pero...

-¡Me encanta! Es una idea genial, en serio.

Siento mis músculos relajarse y dejo escapar una sonrisa.

-M-me alegro...

Mientras caminamos hacia la puerta le explico por qué lo he elegido.

-Este lugar es muy especial para mí. Mis padres me traían mucho de pequeño, porque me encantaba. Ahora vengo cada vez que necesito pensar o relajarme. Es un buen lugar para venir solo.

-O acompañado.

-Sí, supongo que también está bien para venir acompañado. Nunca lo he probado.

-Espera, ¿Soy la primera persona a la que traes aquí?

Me encojo de hombros, como si no fuera gran cosa, pero me maldigo por dentro por haber dejado que se entere de eso. Ahora parece una cita, o que me importe mucho. Cosa que no es verdad. Del todo.

-En cualquier caso, -sigue hablando Harry, y yo me alegro de que el silencio se llene con algo más que nuestros pasos sobre la grava del suelo- tienes que explicarmelo todo. Debes sabértelo ya de memoria.

Su entusiasmo me hace soltar una carcajada.

-Tampoco soy ningún experto en la materia.

Entramos en el acuario, la mujer de la entrada me saluda como siempre, y yo la saludo de vuelta.

-¿Deberia grabar esto? Draco Malfoy siendo amable, incluso riéndose.

Sacudo la cabeza.

-Esa no es mi imagen. La gente no quiere ver eso.

-Por supuesto que quieren. La audiencia quiere ver que tienes sentimientos, que no eres un robot perfecto y automatizado.

-¿A quien le interesa si me río o si lloro o si me enamoro? -pregunto, girándome para mirarlo- Sólo quieren sus vídeos, y todo el morbo posible.

-A mí me interesa. -dice Harry inesperadamente. Parece sincero.

Podría darle las gracias, pero en vez de eso bajo la cabeza y sigo andando.

Los ecos de la conversación anterior se esfuman enseguida, cuando Harry corre hacia el cristal de peces tropicales.

-Potter, vas a asustar a los peces.

-¡Cuántos colores! ¿Es eso coral?

-No, eso es una esponja. El coral está ahí. -digo señalándolo.

-¡Increíble!

Y paso la tarde dejando que Harry disfrute, hable con los peces (os juro que de verdad el tío se puso a hablar con los peces), y haga alguna pregunta ocasional, mientras yo, por primera vez, no miro las peceras sino al chico que las mira.

Harry POV

El instituto oceanográfico de Los Ángeles es una pasada. Siempre me han encantado ese tipo de sitios, y además parecía que era un sitio muy especial para Draco, y me he sentido especial al ser el único con el que lo ha compartido. No es que me importe pero...

-Vete al balcon. -me dice Draco, sacándome de mis pensamientos.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Voy a ducharme. Ya te avisaré.

Suspiro. Estas modernidades de poner la ducha en medio de la habitación no son muy prácticas. Pero no me quejo y salgo al balcón que hay en uno de los lados de la habitación. Está algo oculto, pero tiene tan buenas vistas como la gran pared-ventana. Incluso mejores, porque desde aquí se ve la playa.

Estoy sentado con la espalda contra la habitación. Así no puedo ver las vistas, pero estaba harto de estar de pie. Llevo en el balcón tres cuartos de hora. Creo que Draco se ha olvidado de mí. Sí, seguro. Eso o que me ha dejado aquí a posta. Pero no creo, está resultando ser más majo de lo que pensaba. Se debe de haber olvidado, así que abro la puerta y aparto la cortina.

En cuanto subo la mirada me doy cuenta de que no se ha olvidado de mí.

Malfoy está aún en la ducha, aclarándose el pelo enjabonado. Mis ojos recaen inevitablemente en los músculos de su espalda, tensos por la posición en la que se encuentra, y me pregunto si hace algún deporte. Aunque no quiero, también me fijo en su culo. Lo tiene algo más pálido que el resto de su piel, cosa que creía misión imposible, ya que Draco es tan pálido que bien podría ser un vampiro.

Si tuviera que definir su culo con una palabra sería "hermoso". Pero eso es normal, cualquiera diría eso de un culo- un cuerpo, de hecho- que podría ser el de una estatua de proporciones divinas. Me quedo un poco mirando, más por la sorpresa que por otra cosa, pero al fin reacciono y cierro la cortina delante mío de nuevo.

Por alguna razón que no logro entender, la imagen de Malfoy en la ducha se me queda en la cabeza durante varias horas. Igual que la primera vez que lo ví, pienso, pero entonces estaba intimidado por la prueba. Ahora que sé que es, y que su belleza no influye para nada, no tengo motivos para pensar en ello.
Entonces, ¿por qué lo hago?

-¿Te pasa algo? -me pregunta Draco mientras pincha algo de ensalada en su tenedor- Estás algo callado.

-¿Por qué iba a querer hablar contigo? No nos llevamos bien de todas formas.

¿Por qué soy tan brusco con él? Debería estarle agradecido. Esto no es algo que yo haga, ser tan borde.
Sin embargo, si le ha dolido algo mi comentario, lo disimula muy bien, pues su expresión facial no se altera lo más mínimo.

-Era por hacerte un favor y darte un descanso de tu monólogo mental. Te he oído hablar y es muy aburrido, no quería que pasaras por lo mismo. -dice, dando un sorbo a su copa de vino- Error mío, ya estarás acostumbrado.

Murmuro una disculpa mientras sonrío por su comentario. El muy imbécil no solo tiene un buen culo, también sabe contestar.