Nueve.

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Harry POV

Nos han preparado un coche para llevarnos al hotel. Ambos entramos en la parte de atrás, sin saber que decir y mirando para lados contrarios.

-No me puedo creer que nos dejen tres días sin internet. -se queja Malfoy, rompiendo el silencio.

-¿Te molesta más o menos que tener que pasarlos conmigo? -le pregunto con una sonrisa, aunque no estoy seguro de si me hablaba a mí o más bien lo soltaba al aire.

-Por el estilo. -responde, pero está sonriendo.

Finalmente nos dejan en la puerta del hotel, que parece bastante lujoso.

Como si me hubiera leído el pensamiento, Malfoy dice:

-Vaya, se han gastado un buen dineral en esto. -mira alrededor y luego me mira a mí y añade- menudo desperdicio.

Una mujer muy amable nos lleva a nuestra habitación. Es una suite de la última planta, la más grande que he visto nunca. Una de las paredes está completamente hecha de cristal, y se ve toda la ciudad. A la derecha hay una barra de bar que también en un acuario, lleno de peces de todos los colores posibles. A la izquierda hay una gran cama con dosel, tan blanca y esponjosa que tengo que esforzarme en no saltar encima ahora mismo.

-Wow, esto es increíble. -digo, y la mujer del hotel sonríe.

-Aquí hay un error. -dice Malfoy. Yo suspiro. Por supuesto, siempre se tiene que quejar de algo. - Solo hay una cama.

La verdad es que no había caído en eso.

-Bueno, es la cama más grande que he visto en mi vida. -comento- No creo que nos falte espacio.

-Estás hablando como si pensaras que realmente pienso dormir contigo.

-Bueno, les dejo solos. -dice la mujer mientras sale por la puerta- Aunque pienso que dormir juntos les iría bien. O eso o romper. -susurra luego.

-¡No somos pareja! -exclamamos los dos a la vez.

-No pienso dormir contigo. -repite Draco.

-Genial entonces. Más cama para mí. Dormirás en la bañera. -dije, señalando la enorme bañera con hidromasaje, que estaba integrada en la habitación, junto con una ducha doble.

-Ni hablar.

-Vale, pues me pido el lado derecho.

-No.

-Vale -digo lanzándole un cojín- que disfrutes de la bañera.

-No puedes echarme sin más.

-Eh, eh, eh. Perdona. Yo no te he echado. Eres tú el que no quiere dormir en la cama. Una pena, por cierto, porque me gusta abrazar algo y no han traído ningin peluche. Claro que si ninguna opción te satisface, siempre puedes rendirte. -le sonrío.

Malfoy me mira con asco.

-Me has convencido. La bañera suena bien.

-Hecho entonces. - Y me lanzo con satisfacción sobre las blancas sábanas, contemplando la mirada de envidia de Draco. -Que blandito.

-Supongo que a parte de eso, esto no está tan mal. -dice admirando las vistas. Lo observo mientras recorre la habitación, fijandose en cada detalle.- Nos turnaremos para la ducha. -murmura al acercarse a ella.

-Como quieras. -le respondo. -De todas formas, deberíamos irnos. Aún tienes que enseñarme la ciudad, ¿recuerdas?

Draco POV

Por suerte, tengo paciencia.

La verdad es que en el hotel me sacó de mis casillas. Draco Malfoy no duerme en bañeras. Simplemente no lo hace. Pero ahora...

Dado que según el horario debo enseñarle la ciudad, decido subir a un autobús turístico y dar varias vueltas, que se lo aprenda bien.

No tenía ninguna necesidad de sentarme a su lado, pero lo hice. Y no me arrepiento.

Harry está interesado en ver la ciudad. Más de lo que pensaba. Mira a todas partes con la curiosidad de un niño. Los ojos se le iluminan al ver las atracciones turísticas, a veces incluso me llama para que preste atención, pero ¿cómo voy a hacerlo?
Si estás tú aquí. Si no paras de levantarte, en parte por la emoción, en parte porque te gusta que el viento te remueva el pelo. Y yo tengo que avisarte, todas las veces, de que eso está prohibido. Te puedes hacer daño, te digo, no es que me importe. Pero lo hace. Porque sí, eres un pelmazo, y por tu culpa voy a dormir en una bañera. Y vaya, me dan ganas de tirarte para no tener que aguantarte. Pero los ojos te brillan al ver cosas nuevas, y te gusta que el viento te remueva el pelo. Y joder, esto es más de lo que jamás habría pensado que viviríamos. Y joder, estoy perdidamente enamorado de ti, Harry Potter.

Damos un par de vueltas, porque Potter quiere verlo todo bien. La segunda vez me fijo un poco más en las calles y los edificios. Por supuesto, los he visto miles de veces, pero hoy los colores parecen más vivos, los olores más dulces, la gente más alegre... Será el buen tiempo.

Mientras recorremos un boulevard al lado de la playa, Harry dice, casi susurrando:

-Esta ciudad es preciosa.

Levanto la vista y lo miro. Se ha vuelto a poner de pie, apoyado en el borde sobre sus brazos. Sonrío, sin dejar de mirarlo.

-Lo sé.

Comemos en un restaurante de comida rápida, por el centro.

-¿Que más me vas a enseñar? -me pregunta con la boca llena de hamburguesa.

-¿Más? ¿Qué más quieres?

- Me has enseñado la ciudad que ven los turistas. Y oye, me ha encantado. Pero me gustaría verla desde una perspectiva de alguien que vive aquí. -le da otro bocado a la hamburguesa- enseñame tu Los Ángeles.

-¿Mi Los Ángeles?

Harry asiente. Tiene el labio manchado de mostaza.

-Es una petición algo extraña, viniendo de mi archienemigo, ¿no crees?

Harry se ríe.

-Esto no es una novela de ficción, Draco. No somos archienemigos. Solo tenemos cierta competencia. Ni siquiera recuerdo por qué empezamos.

Yo sí. Quería captar tu atención. Eso es todo. Igual se me fue algo de las manos.

-Yo tampoco me acuerdo. -miento. - Pero si quieres que te enseñe mi ciudad... Entonces lo haré. No veo motivo para no hacerlo.

-Genial.

No puedo resisitirlo, cojo la servilleta y le limpio la mostaza que le manchaba el labio. Al principio me mira confundido, pero luego sonríe.

-G-Gracias...

Me levanto y salgo para que no me vea enrojecer. Va a ser un fin de semana difícil.





Youtube Stars (Drarry AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora