Empezaba a entrar el verano cuando Elías mi hermano mayor, Mayra y yo jugábamos en la finca de nuestro abuelo, como todas las tardes, corríamos libres jugando con los caballos y atravesando un platanal que había del otro lado de la finca, mi hermano tomaba mi mano para que corriera más deprisa y Mayra no nos alcanzará.
Mire atrás la carita de Mayra tan hermosa y única, su cabello Rubio natural se ondeaba al compás de la brisa mientras sus hermosos ojos azules, se llenaban de lágrimas, tan diferente a mi, yo era castaña de labios gruesos y alma libre, que no lloraba por pequeñeces como esas, ella sin embargo se asustaba de cualquier cosa sencilla, era confiada y le aterraba verme correr lejos de ella con Elías, podía escuchar sus gritos y me causo tristeza siempre fuimos muy unidas quizás fuera porque somos mellizas, me detuve bruscamente para esperarla mientras ella corría a mis brazos con un moco colgando.
Elías comenzó a refunfuñar por esperarla quería meterle un gran susto a Mayra, ahora que lo veo nos parecemos mucho físicamente, quizás era yo su versión femenina, si no fuera por su edad y tamaño juraría que soy su melliza y no de Mayra.
Pronto volvimos a jugar mientras Elías se alejaba de nosotros para buscar agua ya que estábamos mueren donde la sed, mi hermana y yo nos mirábamos con inocencia total confiadas entre vacas y caballos, de pronto un vehículo negro se paró frente al alambrado de la finca y un hombre salió de el.
Era un hombre grande y Moreno que sonría tratando de parecer amable
-Que edad tienen pequeñitas?
-8 años, ya somos mujercitas— Dijo Mayra totalmente traviesa e inocente
-Son unas niñas muy lindas, acérquense quiero mostrarles algo
-No— dije temerosa— a usted no lo conocemos y las niñas buenas no hablan con desconocidos
El hombre se acercó a nosotras y mostró lo que llevaba oculto detrás de la espalda, eran dos hermosas muñecas, nos dijo que era un regalo, Mayra corrió a tomar la muñeca cuando me interpuse
-No la queremos— Dije mientras miraba a Mayra— tenemos muñecas más bonitas que esas
Cuando volteé a ver al Moreno otro hombre salía del vehículo, tomé a mi hermanita del brazo y le dije que nos fuéramos a jugar a otro lado, el Moreno me tomó bruscamente por la espalda y comenzó a entrarme con fuerza en el vehículo mientras que el otro hombre iba hacia Mayra que estaba llorando horrorizada sin poder mover sus piernas
He aquí un poco sobre quienes son Mayra y Elisa, que les pareció? 😊😘😘
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SUELTAME
Novela JuvenilTodo comienza cuando una tarde de verano dos hermanas de 8 años desaparecieron de un tranquilo pueblo... La copia parcial o completa de esta obra esta totalmente prohibida por los reglamentos de registro, en caso de que algo parecido ocurra lo lleva...