11- Toma mi mano.

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Los chicos pasaron por mi a las once de la mañana el día lunes, el resto del domingo, termine por ordenar mis cosas para tener todo listo. 

Beep beep 

"Estaremos atrás del edificio, así nadie vera el auto."  

Salí con una gran mochila y baje las escaleras, salude a Mizuki, estaba en la maquina expendedora.  

Ella solo movió su mano, mientras que yo me dirigía a la salida. 

—Allá están— No era necesario que se alejaran tanto. Trote hasta el vehículo dejando mi bolso en la parte trasera del auto. 

Jin bajo el vidrio y me hizo señales para que suba. 

—Al fin llegas— Dijo V sentado en la parte del copiloto. 

—No e tardado nada— Me senté al lado de JungKook. 

—Mira, pasaremos por algo de comer de camino, es este el lugar— El me sonrió mientras que con su celular hacia zoom en el mapa. 

—Esta bien— Devolví la sonrisa y me acomode. 

—No creo que sea un camino tan largo— J-Hope se recostó.

—No, no lo creo— Jimin se sentaba detrás con el. 

Pasamos por unas bebidas y continuamos con el viaje, no tardamos tanto. 

Cuando llegamos, los chicos prepararon sus tiendas para acampar.

—Aimi, ¿Quieres dormir en el auto?— Pregunto Jin. 

—¿Por qué?—

—¿No es demasiado una tienda para ti sola?—

—Es verdad—

—Aunque si quieres dormir con alguno de nosotros no hay problema— Rio mientras traía unas cosas.

—No, esta bien— Sonreí, y con las cosas que me entrego prepare una "cama" en la parte de atrás.

—¡Iremos por ramas para la fogata!— Gritaron todos a lo lejos mientras se acercaban a algunos arboles. Yo solo agite la mano para darles a entender que ya sabia. 

Mire a todos lados y no vi a nadie, así que me quite la chaqueta y camine hasta cruzar unos arbustos grandes para encontrarme con un lago.

—Aimi— En la orilla estaba JungKook. 

—Pense que estabas con los chicos— Gire para señalar. 

—No, estaba cansado, no soporto los viajes— Me miro de arriba a abajo. 

—Hace frió— Pase mis manos sobre mis brazos y cuando voltee algo me sujeto. 

—Quédate. Toma mi mano— El me llevo de un momento a otro a su lado, y con su suéter me tapo.

—¿No... no tienes frió?— Me acomode.

—No, es peor que tu te enfermes— Siempre tan amable. 

—Gracias— Baje la mirada, admiramos un poco mas el lago hasta que oímos que los demas llegaban.

—Gracias por nada— V lanzo una mirada rara a Jung.

—Me quede con Aimi— Rio. 

—¿No creen que hace frió?— Pregunte. 

Enseguida comenzaron a apilar las ramas con alrededor unas piedras. 

Hablamos de todo, jugamos, la pasamos muy bien, alrededor de las siete ya estaba oscuro, y era hora de aumentar las llamas. 

—Preparare algo para calentar— Jin se levanto y busco algo de comida, estábamos juntos contra el vehículo refugiándonos del poco calor que nos daba la fogata.

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