Capítulo 1

225 5 4
                                    

Soy Sabrina y esta es mi historia de cómo una mala decisión puede cambiar tu vida por completo...

Todo comenzó cuando era pequeña y tenía el sueño de ser modelo, crei que solo llegaban a ser fantasías mías pero todo cambio cuando un día modele frente a todo mi instituto.

Fue el día más feliz de mi vida y lo recuerdo perfectamente, desde aquel día supe al cien por ciento que me dedicaría a ser modelo.
Pero nunca pensé en cómo reaccionarían mis padres y mi novio al decirles cuál es mi decisión y que quiero cumplirla pase lo que pase, sabía que ellos lo desaprobarían.

Decidí aclarar mis ideas y también saber que piensan los demás sobre mi elección y me fui caminando a la casa de mi mejor amiga vivía a unas calles de la mia al llegar a su enorme casa toque el timbre y espere unos minutos hasta que la puerta se abrió y vi a Caroline, ella me recibió con una gran sonrisa y me dejo pasar. Ahora que lo pienso ella es mi mejor amiga desde que llegue a Alemania, a los diez años empezamos a estudiar juntas hasta terminar la secundaria y no sé qué voy a hacer sin ella. Caroline es rubia tiene la piel blanca es alta y tiene unos ojos grises muy bonitos, ella es única e inigualable.
Espero que ella me apoye en mi decisión y no se oponga.Ya dentro de la casa nos dirigimos a las escaleras y comenzamos a subir directo a su habitación.

Al entrar, nos sentamos en su cama y decidí hablarle sobre ser modelo para que me pueda dar su opinión.

-Caroline, tengo algo que decirte le dije con un tono un poco distanciado.
-¿Qué es lo que me debes decir ? Preguntó ella con un cierto tono de preocupación.
-¿Te acuerdas el día cuando tuve que modelar frente al instituto?.
-¡Si, como olvidarlo, estuviste hermosa!- dijo con entusiasmo mientras tomaba mis manos.
-¡Gracias! Pues eso es lo que deseo ser. - le dije mientras le soltaba las manos lentamente.
-Creo que no estoy entendiendo muy bien lo que me estás tratando de decir.- dice con una risita corta.
-Caroline, quiero ser modelo, quiero seguir mi sueño descubrí que es lo que me gusta y estoy dispuesta a cumplirlo, ¿Me apoyas?- pregunté nerviosa esperando su respuesta.
-Claro que te apoyo cuenta conmigo, tú sirves para eso, eres hermosa y tienes un cuerpo perfecto.- Me dijo con una sonrisa cálida y agradable.
-Pero, ¿ya le dijiste a tus padres y a Fabio sobre tu decisión?- me cuestionó con preocupación.

-No, aún no, pensaba decirles en la cena que tendremos hoy junto a Fabio, realmente no se si a ellos les guste la idea.- Respondí incómoda.

-Oh, ya veo.- hubo un corto e incómodo silencio hasta que ella siguió.- Pero vas a seguir tu carrera aquí ¿Verdad?.-

Había olvidado por completo decirle que me iría.

-Sobre eso... Me voy a New York, Caroline.- mire al suelo evitando mirar a los ojos a Caroline, sabía que si la veía rompería en llanto, no quería separarme de ella, pero en New York tengo más oportunidades que aquí en Alemania.
Para cuando me di cuenta ya estaba llorando, envuelta por los brazos de Caroline mientras me caían sus lágrimas en la cara.
-¡Perdón!- Dice mientras se aparta de mí en silencio para coger papel y poder detener las lágrimas antes de que se le corra el maquillaje.
-Creo que me debo ir, en dos horas es la cena con mi familia le digo con una sonrisa.-Gracias por apoyarme.
-Vamos, te acompaño hasta la puerta.- dijo mientras salíamos de su habitación.

Recorre un silencio incómodo bajando las escaleras, me doy cuenta de que no volveré a esta casa en mucho tiempo.

Me despedí de Caroline prometiendo que regresaría para visitarla lo más rápido posible, pero omiti decirle que lo más probable era dentro de uno o dos años, eso la hubiera dejado desconcertada.

Camine hasta llegar a casa, tome mis llaves y abrí la puerta, mis padres no estaban ya me había acostumbrado a su ausencia, siempre trabajaban por lo que pocas veces los veía en casa.

Fui al baño a tomar una ducha y a pensar que si estaba lista para esto, el agua caliente recorría mi cuerpo al descubierto fue muy reconfortante. Me dirigi a mi habitación, me seque el cabello y lo alisé cuidadosamente, abrí el armario y busque un vestido para la ocasión, era negro y descotado la espalda, elegante, y corto me llegaba a la mitad del muslo, me puse una pulsera de plata que me había regalado Fabio cuando cumplimos un año de novios y unos tacones negros matte.

Deje que mi cabello totalmente alisado caiga cubriéndome mi espalda descubierta, fui al baño a lavarme los dientes.
Cuando salí faltaban veinte minutos para la hora acordada, Fabio va a pasar por mi para ir, ya que mis padres nos van a esperar en un restaurante francés.
Estaba nerviosa porque tenía el presentimiento de que algo va a salir mal con mis padres, ya llego la hora.
Fabio había llegado en su bello y caro carro como siempre, bajo las escaleras muy rápido para evitar hacerlo esperar, abro la puerta y desde ese punto ya no hay vuelta atrás. Fabio se baja del carro y me planta un beso corto y cálido en mis labios la verdad es que no me lo esperaba pero fue correspondido, abre la puerta del copiloto y me hace entrar es muy caballero y muy tierno eso es lo que más voy a extrañar de él, hoy será el día de la verdad.
Después de estar quince minutos en el carro hablando de cómo nos había ido en el día y cosas triviales por fin llegamos al restaurante, siento que han sido los quince minutos más largos de mi vida.
Y me preparaba mentalmente para lo que venía, que de seguro iba a ser eterno.

Eres mía y de nadie más Donde viven las historias. Descúbrelo ahora