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-¿C-Como? Debes estar de broma Madison. -dijo serio y apretando la mandíbula.

-¿Te crees que después de todo se irán de rositas? Oh no, Madison tienen para rato. -dije y troné los dedos.

-Madison. -dijo cogiéndome la mandíbula, tan fuerte que incluso dolía. -Los hombres lobo no nos vengamos así, es nuestro lema. -dijo mirándome y vi como se le ponían los ojos rojos. -Jura que no harás nada que involucre sangre. -dijo poniéndome en cima de la encimera, así podía estar a su altura.

-No puedo jurar eso, si tu supieras... -me interrumpió.

-Se todo lo que te hicieron, y esos hijos de puta lo pagarán, pero no derramaremos su sangre. -dijo sin mover los labios.

-¿Cómo hiciste eso? -dije balbuceando por culpa de lo impresionada que estaba.

-¿No sabes? -volvió a decir. -Se le llama telepatía. -dijo acariciándome la mejilla. -¿Sabes? Eres la única con la que puedo hablar telepática mente, eso significa que eres mi mate. -dijo de nuevo y lo miré confundida.

-¿Tu qué? -le miré sonriendo. -Eso sólo pasa en los libros. -reí.

-¿No me crees? Mira, si te has leído libros sobre hombres lobo, sabrás que no siempre una alma gemela corresponde a otra. -asiento porque tenía razón. -Entonces, cuando ya acabes la transformación podrás saber cual es tu alma gemela.

-¿Cómo puedo saberlo? -pregunto curiosa.

-Por cómo huele, es un aroma diferente a los demás, transmite pura perfección, delicadeza y deseo. -susurró inspirando mi cabello. -Tu hueles así para mi.

-¿Y cómo huelo para los demás hombres lobo?

-A perro, y para los vampiros hueles a sangre.

-¿Como a perro? ¡Qué asco! -dije asqueada. -Si yo me ducho. -me resigné.

-A perro sucio no idiota. -dijo y reí. -Hueles a perro porque eso es lo que eres.

-Oh, ¿Y cómo puedo hablar telepática mente?

-Sólo puedes hablar así con quien es tu mate, alma gemela, como quieras llamarlo.

-¿Y si te correspondo?

-Entonces somos unos de los pocos mates reales, pocos pueden comunicarse telepática mente con sus almas gemelas.

-Oh ya entiendo.

Te dije que hablarías telepática mente dentro de poco.

¿Y como mierda supiste tu eso? No me lo explico.

Eso es lo de menos, aún sabes poco de mi, espera un poco más.

Oh okay, sabes que no se me da bien esperar. Pero aún así lo intentaré.

-Sólo puede matarte otro hombre lobo o las balas de plata. 

-¿Algo más que deba saber profesor? -me burle.

-De momento no. -sonó su móvil y lo atendió. -Debo de salir un momento a arreglar una cosa, no te muevas de aquí. -dijo frío y distante.

Y salió por la puerta, sin más.

¡Yo quiero una explicación! Nos dejó solas.

Y yo, no puede dejarme así.

Vamos a seguirlo, a sonado sospechoso.

Le hice caso a la dulce y amable voz de mi cabeza y abrí la puerta lentamente, no sin antes coger unas llaves.

Lo vi a lo lejos, y fui caminando con cuidado.

Como un ninja.

Lo veo a él y a Luke, y mi corazón se encoje sólo con verlo.

Me escondo detrás del muro para que no pudieran verme, pero a duras penas los logro escuchar.

-¿Porqué lo hiciste Luke? -preguntó incrédulo Connor.

-No pude soportarlo más. Huele tan bien, una mezcla de algodón de azúcar y perfección... Y la mordí, sin pensarlo, soy un idiota. -Luke río y acto seguido se escucho el disparo proveniente de la pistola de Connor.

-Esto te pasa por convertir a una humana en hombre lobo Luke, o mejor dicho cadáver de Luke. -dijo mientras se alejaba dejándome completamente sola con un cadáver.

¿Eso significa que también era la mate de Luke?


Hey, ¡Madison! #BEAwards2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora