Capítulo 16 (Final)

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Maratón 4/4

(Dos años después)

S&K

— Yashamaru concéntrate. – le pedí.

Descubrí recientemente que Yashamaru también puede libertar energía espiritual, y yo no puedo permitir que él haga mal a alguien. Él estaba empezando a tentar hacer barreras y estaba cuasi a hacer una, pero ella desapareció rápidamente.

— ¿Así mama? – cuestionó con algunas dudas.

— Si, pero con el tiempo conseguirás hacerlas mayores y aguantarlas más tiempo. – sonríe, estaba satisfecha con su intento, pero él no. Como su nombre indica, él quiere todo perfecto como su padre.

— Entonces no fue perfecto...

— ¡Yashamaru! – grité para que él me mirase, de inmediato entendió que iba a ser regañado, por eso bajó su mirada —. No tienes que ser perfecto, nadie lo es.

— Pero papá lo es.

Suspiré, la culpa era de mi compañero, pues exige mucho de su cachorro.

— Tu padre no es perfecto, cuando lo conocí él era tan orgulloso que no admitía que estaba errado, todavía ahora es así.

— Pero mamá...

— Yashamaru haz caso a tu madre. – pidió Sesshomaru a su cachorro.

Ninguno de nosotros notó su presencia, y por lo que habló, él escuchó toda la conversación. Mi hijo bajó la mirada delante su padre.

— Tu madre sabe lo que es mejor para ti, si ella te dice que no necesitas de ser perfecto y que lo estás haciendo bien, es porque es verdad. – lo afirmó un poco molesto.

— Lo siento padre. – se dirigió a mí con una mirada llena de lágrimas —. Lo siento madre, no volveré a hacer eso.

Le sonríe. Mi hijo todavía tiene mucho que aprender.

(...)

El almuerzo ya había terminado, y nos preparamos para ir hasta el pozo, solo que de esta vez yo iría a la otra época sin nadie, mi hijo, mi compañero y Rin se quedarían en la aldea, a pesar de que a Sesshomaru no le agrada la idea.

Cuando la llegamos todos se despidieron de mí, como si fuese para un viaje que duraría años, y yo en la verdad regresaré mañana por la mañana.

— Yashamaru compórtate con tu tío Inuyasha. – le pedí, sabía que él no lo iba hacer pues hizo una careta —. No escuches tu padre.

Escuché un gruñido de Sesshomaru, no le presté atención. No me interesaba lo que él pensaba, pues yo no permitiría que mi hijo fuese maleducado por causa de mi compañero.

— No te preocupes Kagome, Rin los vigilará. – me prometió Rin.

— Gracias Rin.

Besé su frente, igual que Yashamaru. En seguida caminé hasta Sesshomaru para le dar un suave beso en los labios.

— No peles con tu hermano, es un mal ejemplo para tu hijo.

Sesshomaru me miró de mala gana.

— Hmp.

Él no cambiará y yo también no quiero que cambie, pues ese ya no sería mi Sesshomaru.

(Ya en la otra época)

— Es verdad madre. – le juré mientras me reía.

— ¿Cómo es posible que tu marido y tu hijo disputen tu atención? – cuestionaba divertida.

Sesskag: El Amor floreceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora