Capítulo 14

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Maratón: 2/4

El cachorro podría nacer a cualquier momento. No estaba preocupada, tenía a Irasue y otras yōkais dispuestas a ayudarme.

Paseaba por el jardín cuando me encontré con dos guardias, eran Axel y Loke, los que me miraran mal cuando llegué. Me saludaran.

— ¡Está muy hermosa mi Lady! – elogió Loke.

— Me lo dicen a menudo, pero me siento muy gorda. – admití con una sonrisa.

— Eso no es verdad. ¿Y cuando nace nuestro futuro Lord o Lady? – cuestionó Axel curioso.

Yo iba a decir que a cualquier momento, pero no pude porque sentí un grande dolor. No podía ser, ¿tenía que escoger este momento para nacer? Era muy oportuno. Hice una muñeca de dolor, cosa que no pasó desapercibida a los guardias.

— ¿Mi lady, se siente bien?

— ¿No me diga que ya va nacer? – interrogó preocupado Axel.

Solo asentí, y rápidamente uno de ellos me pegó en estilo nupcial para me levar para el castillo. Por el camino nos encontramos con Sesshomaru. No le agradó que uno de ellos me estuviese cargando.

— ¿Qué está pasando? – exigió Sesshomaru.

— Mi Lord, nuestra Lady está por traer su cachorro al mundo, es mejor llamar las parteras. – informó calmadamente Axel.

Mi compañero percibió la mensaje y me cargó el para nuestra habitación. No antes de decir algo a los guardias.

— Gracias. – no fue más que un susurro.

— Es nuestro deber mi Lord.

Nuestra habitación se quedó llena de yōkais para que me ayudaran.

Irasue tuvo que expulsar a su hijo, pues estaba se quedando muy blanco y se podía desmayar en cualquier momento.

Mi suegra se quedó a mi lado para ver como yo estaba.

— Querida todavía no es hora de que pujes, tienes que tranquilizar tu respiración, ¿consigues? – cuestionó muy tranquilamente, mientras agarraba mi mano izquierda.

Yo asentí, iba a intentar todo por él cachorro.

La Irasue daba órdenes a las criadas, no las entendía, solo las vía corriendo. Algunas traían toallas, otras traían contenedores con agua.

Sentí otra contracción, estaban cada vez más próximas unas de las otras.

— Ya casi está , tienes que soportar solo un poco mas. – habló una yokai que pienso que era Lucy, la dama de compañía de Rin.

Respire fundo, iba a ser un largo día.

S&K

Escuchaba los gritos de mi compañera, cada uno hacía con que me encogiese. Me sentía inútil, pues no podía hacer nada.

Alguien se aproximaba, era mi general, parecía preocupado.

— ¿Como ella está? – cuestionó Zen.

Antes que tuviese tiempo para contestarle, se escuchó más un grito. Él miró la puerta, que nos separaba de ella, con un poco de miedo.

— Pienso que eso responde a tu pregunta. – le dice fríamente.

Él solo asintió, y me hizo compañía. La espera estaba dejando mi bestia enfadada, por no sabemos nada sobre nuestra hembra. Para no hacer ninguna locura, enterré mis propias garras en mi piel.

Sesskag: El Amor floreceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora