Capítulo 6

10K 640 32
                                    

Caminé furioso, todos los criados y soldados que me miraran, huían con miedo de mi ira. Ni Jaken me tentó impedir, eso sería suicidio para cualquier uno. Mi bestia estaba furiosa con Zen, pues él estaba tentando conquistar mi mujer.

-¡Sesshomaru sí me permites decirte que tienes una mujer muy hermosa, si yo la hubiera conocido primero ella sería mía! - me reveló Zen en mi escritorio.

-¡No, no te permito decir eso de mi Miko! - le contesté furioso.

-Tengo curiosidad en saber si ella te ama, ¿quieres mi ayuda para descubrirlo?- interrogó Zen en un tono de broma.

-¡No te acerques a ella, si no te mato!

Parece que mi amenaza no fue suficiente, le demostraré que solamente yo tengo lo derecho de tocar la Miko. Finalmente los vi, estaban hablando uno con el otro, mi Miko llevaba puesto una prenda que dejaba ver mucho su cuerpo (Kagome vestía una camisola con mangas y un abrigo en la cintura y unos pantalones), me molesté aún más, pero lo que sucedió enseguida no lo esperaba. Cuando Kagome me vio corrió hasta mí, tranquilizando mi bestia.

- Sesshomaru, regresaste. ¡Estaba muy preocupada por ti! - me saludó mi mujer con los ojos cristalinos.

- Perdón, pero no quería te despertar y no precisas preocuparte por mí. - miré de mala gana a Zen, este me miraba molesto y yo para lo molestar más besé a mi mujer con mucha intensidad, y para mi felicidad ella correspondió con la misma intensidad. La agarré por la cintura y la aproximé el máximo para mí. Introduje mi legua en su boca, ella tenía un delicioso sabor a fresas.

Entreabrí mis ojos y vi que mi general estaba con ganas de matarme, pero no me importa ella es mía. Lo que me extrajo de mi felicidad fue la propia Miko, ella quebró nuestro beso.

-Sesshomaru, tenemos compañía, ¿no podemos dejar esto para otra hora? - me cuestionó muy sonrojada.

- Claro Miko, todo lo que tú desees. -Besé su frente-. Pero necesito de hablar con Zen en privado, ¿No te importas de regresar al castillo, sola?

- Está bien, ¿te veo en la cena?

- Espero que me veas antes de la cena, nos encontramos en el cuarto.

Kagome asintió y se fue en dirección al castillo, y yo me quedé con mi general a solas.

- ¡Desobedeciste a mis órdenes!

- Ten calma Sesshomaru no hicimos nada de malo. - tentó explicarse Zen tranquillo, a pesar que yo estaba muy furioso.

- ¡No me hables así! ¡Yo soy tu amo!

- Somos amigos, ¿porque hablas así conmigo? - me preguntó Zen confuso.

- Porque yo te ordené que no te aproximaras de mi mujer y lo hiciste.

- Apenas quería conocer mejor la mujer que cativo tu corazón o mejor la mujer que tomaste como tu esposa.

- ¿Qué quieres decir con eso? - no me gusta la manera como está hablando Zen.

- Estoy diciendo que ella no te ama, ella actúa así por causa de la marca.

- Tú no sabes nada sobre nosotros.

- ¡Desde que te sirvo, nunca tuviste interés por una mujer y de repente me voy de viaje por una semana y cuando regreso tienes una compañera!

- ¿Estas insinuando que yo no la amo y esto fue apenas un capricho o mí instinto?- le gritó Yako furioso, no le gusta que cuestionen nuestros sentimientos por nuestra mujer.

Sin piedad lo ataqué con mi espada, mi general no tuvo mucho tiempo para defenderse y como consecuencia le hice una herida en brazo derecho. Fue en ese momento que Zen notó que mis intenciones eran serias y entonces él también luchó.

Sesskag: El Amor floreceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora