Capítulo 24: Encierro

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ante-último capítulo

{Luhan}

-¿Estaremos seguros aquí Jongdae? -pregunté mediante sacaba la ropa de las valijas y las dejaba en mi nuevo y pequeño armario.

-Temporalmente sí, o al menos eso espero -contestó acercándose a mi cuarto.

Esta solía ser nuestra casa en China, increíblemente no la habíamos vendido pero estaba arruinada por donde se viese. Era un lugar con condiciones insalubres para vivir pero no nos quedaban otras opciones.

-¿Siempre escaparemos o es algo que se puede arreglar con dinero?

-Con dinero es todo posible, pero no tenemos esa cantidad -respondió mientras se apoyaba en el marco de la puerta resignado.

-Odio esto...

-Lo siento Luhan, quisiera que no te vieras afectado por mis acciones pero la realidad es así.

-¿Nunca más podré volver a ver a Sehun? -pregunté con dolor.

-Tienes que perdonarme, quizás en algunos años sea posible... Por el momento es riesgoso hasta salir de esta pocilga que se cae a pedazos.

-¡Quiero a Sehun! -grité enojado como niño encaprichado y quebré en llanto- Esto es tan injusto, merecía una explicación ¡no fui ni siquiera capaz de despedirme!

-Lu...

-Alejate de mi vista -dije en voz baja empujandolo fuera de mi habitación antes de dar un portazo para tirarme al suelo a llorar como un bebé.

...

Esta sensación era horrible.

Me sentía asqueado, encerrado y mi corazón dolía demasiado. Era preferible estar muerto que el estar vivo sin poder hacer nada.

Sehun no tenía idea. Probablemente estuviera en el Instituto pensando que lo había abandonado cuando en realidad no he tenido otra opción.

Daria un pulmón y un riñón por tan sólo saber como está él. ¿Qué pensara de mi? ¿Lo habré lastimado? Eso sería lo último que querría hacer en la tierra.

Desearía poder haberme despedido aunque sea en persona. Besar sus labios una última vez sabiendo que era la última vez. Abrazarlo fuerte y pedirle que no piense en mi, que estaría bien. Le preguntaría si podría esperar unos años por mí.

Yo esperaría una vida si por lo menos tuviera la certeza que podría volver a verlo. Pero ni siquiera eso.

Podría ser asesinado en cualquier momento y mi cuerpo nunca sería encontrado mientras que Sehun sinplemente piense que lo abandoné por una causa más simple.

¿Por qué mierda tenía que ser así nuestra historia?

Hubiera peleado menos y amado más.

...

-Luhan... -Jongdae entró en mi habitación.

-¿Qué quieres? -pregunté de mala gana.

-Tengo nuevos documentos -miré mi nueva identidad tenía el cabello rubio la persona en la foto y se llamaba "Chang" que en chino significa "libre" reí amargamente.

-¿Me tendré que teñir? -pregunté.

-Sí, aparte eso ayudará a que nos reconozcan con menos facilidad.

Observé como Jongdae o ahora Chen (su nombre falso) me enseñaba una botella de agua oxigenada y casi sonreía con sinceridad.

-Veo que no sólo se te da bien el tema de las drogas -dije volviéndome a reir amargamente.

-Es mejor tomarse esto lo mejor posible o nos tiraremos bajo un tren -dijo serio y tenía razón.

...

{Sehun}

-¿Co... Conoce a un ciervo? -preguntaba con mi horrible chino a la gente que caminaba por las calles de Beijing.

Obviamente así no lo encontraría.

Luhan me había contado cuando eramos más pequeños sobre su casa en Beijing y tenía una idea muy vaga acerca de su dirección pero una idea al menos. Había visto una foto de la casa y ahora intentaba aferrarme a esos recuerdos fuertemente.

Caminaba por las calles perdido sin entender nada. Ya habían pasado cinco horas caminando sin parar buscando hasta la más pequeña pista. Me dolía el cuerpo, los pies, mi celular solo contaba con un 3% de batería y mi cuerpo con un -10% pero seguía de pie pensando sólo en Luhan.

Hasta que lo vi.

Era una casa que vendía pinturas. ¡Oh por dios! ¿Podría ser de la que Luhan me hablaba cuando estabamos en primaria?

Él me contaba que se pasaba todo el día observando obras de otras personas y gastaba todos sus ahorros en este lugar.

-¿Hola? -pronuncie horriblemente en chino.

-Hola -una viejita respondió y me miró esperando a que hablara.

-Luhan, casa, pequeño chico amar el arte y gastar todo su dinero acá -dije haciendo señas intentando y rogando que la vieja recordara.

-¿Eres coreano? -dijo ella pronunciando perfectamente mi idioma.

-Si ¿me entiendes? -me sentí algo aliviado- ¿recuerdas si hace muchos años un niño muy pequeño se gastaba su dinero en este lugar? -ella frunció su cara en una mueca intentando recordar

-Oh creo que si ¿Xiao Lu? ¿El pequeño ciervo? -dijo insegura.

-¡SI! -grité sin controlarme- ¿Sabes dónde era su casa? Es mi mejor amigo, vivió en Corea todos estos años y...

-Está abandonada pero es cerca de aquí.

-No importa, necesito esa dirección.

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ahora si el próximo capítulo será la despedida final ¡el último capítulo!

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