Una noche de WhatsApp

1.2K 42 2
                                    

Una noche como tantas, yo hablaba con mis dos mejores amigas en un grupo de WhatsApp que creamos. Entre chistes y bromas transcurrió la noche, yo acostada en mi habitación con mi hermana durmiendo a mi lado (ella mayor que yo), trataba de no hacer ruido con mis risas ya que ella tiene un sueño ligero.

Mi cama esta paralela a la pared donde se encuentra la puerta que da justo en frente a la otra puerta de la habitación de huéspedes. Yo acostada boca arriba, tapada hasta las manos y escribiendo, si giraba mi cabeza hacia el lado izquierdo podía ver la puerta de la habitación de huéspedes, ya que, mi puerta siempre queda abierta.

En cierto momento de la madrugada, al rededor de las 2 y media, comencé a sentir un cambio de temperatura. En mi habitación esta el aire acondicionado pero nunca había llegado a enfriar tanto como esa noche y desde mi posición podía ver la temperatura del aire y estaba normal como cualquier otro día.

Mientras estaba entretenida escribiendo un ruido me hizo sobresaltar. Levanté la vista rápidamente e instintivamente escaneé toda la habitación, no encontrando nada. Sin darle mucha importancia y notando que mis amigas ya habían escrito más cosas, decidí regresar la vista al celular y continuar.

Dos minutos pasaron cuando el sonido aún más fuerte me hizo pegar un pequeño brinco, acelerando mi corazón y haciendo que mi hermana se moviera de posición. Algo inquieta volví a mirar a todos lados, no encontrando nada, tomé las cobijas y me arrope hasta la nariz dejando mis ojos afuera mirando todo el lugar. Sentí la vibración de mi celular anunciando los nuevos mensajes de mis amigas. Para no sentirme sola tomé el celular y leí los mensajes.

Pero esta vez les dije: - ¡Chicas! Creo que me están espantando...

Mis amigas no lo tomaron en serio por la manera en que lo dije, lo que hicieron fue reírse y empezaron a burlarse de mi miedo.

A los pocos segundos, en vez del sonido de nuevo, escuché fue el sonido de como si intentaran abrir la puerta de huéspedes y esta tuviera cerrojo. Ya ahí muy alterada decidí hablarle en serio a mis amigas pero como ellas no me creían decidí comenzar a graba una nota de voz.

Como ya sabía, unos segundos después de empezar a grabar, el sonido volvió y esta vez permanente. Ya que pensé que no se escucharía desde mi cama y pensando que mis amigas me acompañaban, me la di de valiente y me levanté de la cama. Me acerqué lentamente a la puerta y coloqué el micrófono del celular junto a la manilla. Esta aún no paraba de mover y sonar pero cada vez el sonido aumentaba el volumen.

De un momento al otro, la puerta se abrió completamente de golpe. Por instinto solté el celular y este cayó a pocos metros del suceso.

Y yo me paralice de miedo cuando mis ojos se encontraron con una neblina muy oscura casi negra que se expandía desde el suelo hasta el techo. Pero yo por seguir la neblina no me percate de que al final de esta había un rostro de una mujer con la cabellera negra y unos penetrantes ojos amarillos sumamente brillantes que se encontraron con mi mirada.

Mi estado de shock duró poco segundos, lo que sé ahora recapitulando, ya que en ese momento me pareció una eternidad. Mis piernas tomaron vida propia y me sacaron de allí, corriendo hasta la cama, tapandome hasta la cabeza y por debajo de las cobijas golpeaba fuertemente a mi hermana con el codo tratando de así despertarla, cosa que no logré ya que ella ni un movimiento hizo.

Cuando mi corazón se estabilizó y mis nervios descendieron, saqué la cabeza de mi refugio y miré hacia afuera, no viendo peligro alguno y la temperatura habiéndose normalizado, decidí levantarme. Busqué mi celular, cerré la puerta de huéspedes y regresé a la cama. Vi la batería del teléfono y me sorprendí ya que estaba en 30% y yo la dejé en 89%. Despreocupandome de eso, decidí leer lo que mis amigas habían escrito, tratando así de olvidarme lo sucedido.

Mis amigas estaban aterradas ya que al momento de yo soltar el celular la nota de voz se envío y ellas pudieron escuchar los ruidos de la puerta, y aún más cuando vieron que yo no les respondí más, después de enviar la nota. Les escribí que estaba bien y les conté lo sucedido.

En aquella noche ninguna de las tres pudo dormir ya que todas tenían miedo que la mujer de la noche de WhatsApp les abriera la puerta.

Relatos ParanormalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora