Capitulo 1

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Capitulo 1

Miró hacia uno de los lados por donde pasa el bus, esperando que llegué lo antes posible. Muevo ansiosa mi pié y me fijo en todos los lados de la estrecha calle, me paró y me vuelvo a sentar.
Diablos, llegaré tarde. Digo en mi mente. Espero algunos minutos más los cuales a mi se me hace una eternidad, miró hacia un lado nuevamente y veo que se aproxima el bus, me paró rápidamente y hago una señal para que paré. Pasan unos minutos y se detiene justo enfrente de mi. Subo con cuidado la estrecha entrada. Y me encaminó a encontrar un lugar y me siento, pongo mis audífonos y volteó hacia una de la ventanas, un chico va corriendo para alcanzar el bus, regreso a acomodar me bien los audífonos y entre mil canciones de mi música me puse a escoger una, la encontré y esperé a que comenzará.
—Hola, soy...— interrumpe la música al chico que vi hace rato corriendo para alcanzar el bus. Lo miró con cautela inspeccionando cada detalle de el para ver si lo conozco de un lugar pero no llega ningún recuerdo de que nos hayamos encontrado.
—¿Hola?— dije insegura quitándo me uno de auriculares para poder escuchar lo que decía a continuación.—¿Tu quién eres?

Pov chico corriendo.

-¿Tu quién eres?-pregunta ella mirándome fijamente de arriba hacia abajo inspeccionando alguna característica para saber si me ha visto antes, frunciendo ligeramente su ceño.
La miro detenidamente también y mis ojos se posicionan en su barbilla, después en sus labios para finalizar en sus ojos, aquellos ojos más hermosos de todo el  mundo, o por lo menos para mi mundo.
-¿Quién eres?- dice asustada, dios, no era mi intención asustarla. La veo nuevamente y efectivamente está asustada, diablos.
-Tu alma gemela.- respondo después de unos minutos, mi voz suena suave, pero en mi interior es un gran eco que resuena por toda mi cabeza, después viene mi nudo en la garganta, no puedo seguir hablando, la miró una ultima vez, se ve confundida y sorprendida, no sé  que hacer, talvez fue muy rápido lo que hice.

Pov chica.

—Tú alma gemela.—dice él en un susurro casi inaudible. Me quitó mi otro audífono y apagó la música que estaba escuchando. Fijo mi mirada en él, sus ojos son un tono miel muy lindo, cubiertos por unas grandes pestañas. Sonrió con ternura y con un poco de gracias.
— No sabía que ahora hacían bromas así los jóvenes.—dije entre risas, como una señora mayor lo haría—Vamos, esas bromas ya están muy usadas ¿no crees?
Miró al chico con gracia, bueno al principio me sorprendí un poco con lo que dijo pero luego vi que era sólo una broma y me dio gracia ya que yo con mis amigas hacia lo mismo.
—¿Di—dis cul pa? —dijó titubeante.
—¿No era una broma?—dije un poco más sería de lo que quería sonar. El chico salta como un reflejó de que se le a ocurrido algo y es algo que me llama la atención.
—Si eso.—grita apuntando me con su dedo índice.—exactamente eso.— hace un chasquido con lo dedos.— era una broma.—abre la manos dejando a ver sus dos palmas y agitando las, como haciendo un tipo manos voladoras, después sacó una sonrisa relajada y me miró a los ojos.
—Está bien.— lo miró detenidamente y busco mis audífonos para escuchar música.
—Soy Erick.—volteó otra vez a verlo y el extiende su mano para que la estreche.—Erick Archambault.
Aceptó su mano y la toma dando un pequeño apretón. Y en ese momento una electricidad recorre por una parte de mi brazo.
—Mucho gustó Erick.—digo apartando mi mano y llevándola a mi regazo. Volteó hacia la ventana y veo que falta muy poco para llegar al Instituto, lo bueno es que llegaré unos 15 minutos antes de que toquen el timbre. Recibo pequeños golpecitos de la parte de mi lado contrario.
—¿Disculpa dijiste algo?
—Yo te dije como me llamaba, ahora te toca a ti ¿No?—me dirige una mirada coqueta y se muerde un poco el labio.
—¿Y que tal sí eres un pedófilo, depravado o algo así?—lo miró sería y me levantó.— Disculpa, no es bueno hablar con desconocidos.—me sujeto bien del barandas que se encuentra y me giro un poco para poder salir.—permiso, por favor.
—Espera, por favor.—dice sujetando me un brazo, haciendo me que me ponga nerviosa e incómoda, mi miedo va aumentando con ese toque en la muñeca y miles de recuerdo vienen hacia mi, el chico lo nota, nota mi miedo y aleja su mano lo más rápido posible de mi muñeca.— Lo siento, pero... No soy nada de eso.—Se levanta y se va hacia una de las puertas que tiene el bus, toca el timbre de bajada y el bus se detiene provocando que me de un golpe en la cabeza, el chico se baja pero voltea a verme una vez más, sus cara cambia asustado y corre hacia mi, me toma entre sus brazos y salimos poco a poco del bus, me sienta con mucho cuidado en el suave césped y me revisa detalladamente la cabeza.
—Que bien no es nada grave, sólo un pequeña herida.—me dedica una sonrisa y vuelve a revisarla.—Me asuste un poco.— Lo mire fijamente.—Te salía sangre.— dijo como si nada. Veo sus movimientos y su forma de revisar tan cuidadoso.
—¿Estudias medicina?—Levante con cuidado mi cara, y sentí una pequeña pulsación en mi cabeza, voy hacia el lugar herido que es en una de las entradas del cabello, tocó suavemente y arde, mucho, quitó mi mano rápidamente y la checo tiene un poco de sangre.
Voltea hacía lo lados y veo al chico acercarse ¿Cuándo se había ido?
—Dios, te dejo un rato sola y te abres más la cortada.—dice burlón. Sacas algo de una mochila ¿Él traía mochila?
—Auch.—grité un poco.
—Tranquila, sólo es un poco de alcohol.—otro leve toque sentí en la herida.—lista, ya está.
Guardo todo en su mochila y se levantó, me dio una mano y en segundo me paré, estaba mareada y me tambale un poco, me hubiera caído si no fuera por que unos fuertes brazos me tomaron de la cintura e hicieron que me equilibrara.
—Gracias.—susurro.—¿A donde ibas? Pregunté viendo el gran campus del dónde estábamos.
—Al campus.—apunta hacia al gran campus, voltea y me dedica una sonrisa.
—Pues que casualidad... —volteó y me acomodó mejor mi gran mochila.—Vamos.

Alma gemela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora