Un peligroso amor

¿Ya tan rapido te vas, muñeca?.

katherine:

estaba ya recogiendo mis cosas para irme a mi casa cuando entra jack.

–ya tan rapido te vas, muñeca?, no deberian dejar ir algo tan delicado que se puede romper tan facil.

–ya estoy rota, y no quiero estar un dia mas aqui, es un hospital muy deprimente.– sera que me estaba coqueteando el? agh no, no mas y menos si es un asesino.

–si, es un hospital muy deprimente, pero me divierte ver a la gente sufriendo y sangrando hahahaha.

me quede en seco, no sabia que decir.

–y te divierte que este tu abuela aqui?.- me vio con una mirada tan intensa que senti como se me subia un escalofrio por la espalda.

– no, no me divierte–.

creo que le di en un punto que le duele.

–bueno.– ya no sabía que decir, esto de se puso muy incomodo.

por suerte entro mi mamá a la recamara ya lista para irnos, jack se despidio muy cordial de ella y se fue.

– y ese chico katherine?, nunca lo habia contigo–.

– lo conoci cuando fui con psicologo la vez pasada, pero es solo un amigo–.

– bueno–.

jack:

maldita chica, como se atreve a decir algo asi, me dieron tantas ganas de ahorcarla pero nose, algo de ella me detuvo, fue muy raro, si hubiera sido alguien mas lo hubiera ahorcado sin pensarlo pero con ella no pude.

por suerte ya pudieron dar de alta a mi abuela, ya nos podiamos ir a la casa, y mañana otro dia igual.

llegamos a la casa, todo seguia igual, fui a la parte trasera y prendi un cigarrilo, ¿como es que a ella no pude ahorcarla?, esa pregunta estaba tanto en mi cabeza, paso el tiempo, no me habia dado cuenta que ya se me habia acabado el cigarro, fui adentro, cheque como estaba mi abuela y me fui a mi cuarto, me tire en la cama, viendo el blanco techo y pensando en ella y en la pregunta, hasta que me quede dormido.