Déjame cuidarte

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No sé cuánto tiempo me quedé con ella ayer. Sólo recuerdo que cuando me marché, ya estaba atardeciendo.

Me alivió el hecho de que ella no se quedaba sola; cuando caminaba por el callejón, me crucé con Na Ri. Estaba trotando, para llegar más rápido a la casa de (TN).

Y creo que a ella le alivió saber que todas estas horas (TN) no había estado sola.

Ninguno de los dos quiso detenerse siquiera para saludar; sólo sonreímos a medias y continuamos nuestro camino.

Ahora, tomo el último sorbo de mi café, y busco mis pertenencias, preparándome para marcharme, aunque no estoy de humor en realidad. El simple hecho de saber que hoy no podría observar a (TN) a través del ventanal de la sala de profesores había puesto mis ánimos por el piso.

Sin embargo, no podía faltar al trabajo aunque quisiera.

De camino a la escuela, pienso en si sería buena idea hablar nuevamente con la directora, ¿estaría bien ser insistente? ¿Terminaría anulando la suspensión de (TN)? Quién sabe. Tal vez lo mejor era esperar, por el momento.

Frente al establecimiento, aparcado sobre la acera, encuentro este auto que me resulta familiar. Lo observo un rato, veo la patente, admiro el color. Los vidrios están polarizados, por lo que no podría ver su interior aunque quisiera.

Me dedico a seguir con lo mío. Adentrándome por los corredores vacíos de la escuela, busco la sala de profesores. O, mejor dicho, busco a Seung Yeon en la sala de profesores. Necesitaba hablar con alguien que me hiciera reír y pensar en otra cosas, y de no ser así, desquitaría mi ira con los del noveno C.

Al abrir la puerta de la sala, esperaba encontrarme con lo de siempre, ya sabes: profesores reunidos, cafés humeantes, charlas de su vida personal. Sin embargo, me sorprendo al ver un tipo de unos tantos años, vestido muy formal (llevaba un traje gris y una corbata del mismo color pero más oscura), aplicando su firma en los lugares que la directora le indicaba.

Estoy por retirarme, pero entonces escucho a la directora decir:

—Sólo espero que esto no se vuelva a repetir, señor Kang.

¿Kang? ¿Acaso este señor era...?

—Se lo aseguro, no volverá a repetirse. Ya hablé con (TN) al respecto.

—Está bien, voy a confiar en su palabra, entonces—terminó diciendo la directora, dando por finalizada la conversación.

Me aparto de la puerta, dejando paso al hombre para que se retirara. Luego ingreso a la sala.

—Buenos días, profesor Lee.

Le devuelvo el saludo, y rápidamente pregunto—: ¿Sucedió algo? Me refiero, al hombre que estaba aquí hace unos segundos...

—Oh, el señor Kang, es el padre de (TN).

—Sí, lo supuse. ¿Sucedió algo con ella? 

—Estuve pensando, ¿sabes? Creo que Yeon y tú tenían razón, sobre aquello... Quiero decir, quité la suspensión de (TN).

Una sensación de alivio inunda mi cuerpo ahora. Respirando lo más profundo que puedo, le agradezco a la directora.

—¿Y qué hay de Su Jin?—Interviene Seung Yeon, mientras ingresa y se sienta en uno de los sillones—. ¿A ella también le quitó la suspensión?

—No exactamente. Su caso es diferente; tiene un registro repleto de inasistencias y varias llamadas de atención por conducta no adecuada. En cuanto a sus notas, no son muy malas, pero aún así...

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⏰ Última actualización: Jul 16, 2017 ⏰

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