Dangerous Love

¿Crying?

—¿Qué pasó con la antigua profesora?—Preguntó el dueño del paquete de snacks agridulces.

—¿Al fin se jubiló?—Interrogó otro, que se encontraba al lado del primero, y a su término se escucharon las risas de los demás adolescentes del salón. El que hizo el chiste, sonrió victorioso al escuchar las risas de los demás. Ya los tenía fichados: Ese grupo al fondo del lado derecho, eran los payasos de la clase.

—No lo sé, sólo renunció. Bien, ahora, ¿alguien podría prestarme su carpeta? Quiero saber qué temas vieron hasta el momento.

—Aquí—Habló (TN), mientras me extendía la carpeta—. Hay que entregar un informe a fin de este mes, sobre cualquier libro con más de 300 páginas que hayamos leído, relacionado con la mitología griega.

—CofcofCÁLLATEcofcof—La interrumpió uno del grupo que mencioné antes.

(TN), sin hacerle caso alguno, continuó:

—La profesora dijo que además de juzgar el contenido, es decir, cómo está expresado y demás, también juzgaría la portada del informe. Usted sabe, eso de "es necesario el impacto visual".

Traté de incorporarme, había escuchado atentamente lo que decía, sí, pero mi vista se había clavado en su boca, y se me hacía casi imposible controlar el impulso de acercarme a ella y juntar mis labios con los suyos.

Sin embargo, tratando de parecer tranquilo, dije:

—¿Mitología griega, eh? Eso es tan... aburrido.

—Creo que todos estamos de acuerdo con usted—Sonrió Na Ri—, eso es verdaderamente aburrido.

Di un vistazo rápido a todas aquellas hojas de la carpeta.

Cada tanto, en el margen, (TN) había escrito algunas oraciones entre comillas; serían frases de algún libro, quizá, de algún poema o letras de canciones. Reconocí una:

"En este frío amor, mi corazón se detiene, mi corazón se rompe en pedazos..."

La letra de (TN) era muy bonita; prolija, con el tamaño justo, cada letra estaba escrita con una gran delicadeza. No había rastros de faltas de ortografía. Sin duda, su caligrafía era perfecta, al igual que ella.

Devolviéndole la carpeta, sonreí, y dije:

—¿"Cold Love", eh?—Señalé el fragmento de la canción, a lo que ella asintió—. Además de tener una letra bonita, tienes buen gusto en música.

Escuché un suave "gracias", y continué diciendo, esta vez para toda la clase:  

—Se ve que su profesora anterior llegó a explicarles varios temas, pero no estoy seguro de cuánto saben ustedes de ello. Así que, guarden sus libros y saquen una hoja; les tomaré examen.

Se escucharon las quejas al unísono, un gran"OHHHH" que me hizo reír.

—Eso es muy cruel de su parte, profesor; si desapruebo será su culpa.

—Está bien, puedo vivir con esa culpa, señorita Na Ri—Me reí, y ella también lo hizo—. No será tan difícil, sin embargo. Confío en que son tan inteligentes, que podrán contestar correctamente todas las preguntas.

—Uy, sí, ni se imagina—Agregó con sarcasmo.

Antes de que pudiera comenzar a dictar, sonó el timbre, indicando la hora del recreo. Les advertí que tomaría el examen igual, ya que me quedaba una hora más con ellos luego del recreo. Se quejaron nuevamente, diciendo que una hora era muy poco tiempo.

—Una hora será más que suficiente.

Les dije, pero continuaron quejándose de igual manera. La única que no se quejaba era (TN). No me sorprendió su tranquilidad; ya había observado sus calificaciones, que consistían en "9" y "10". Tenía el más alto promedio de la clase, y los demás profesores me habían hablado muy bien de ella.

—Una de las mejores estudiantes de esta escuela, sin duda— Me informaron.

Ahora, me encuentro en la sala de profesores. Me ofrecen café, pero lo rechazo. Sin embargo, no puedo rechazar un trozo de pastel que compraron para mí. Otro "pequeño obsequio de bienvenida".

Me siento en uno de los sillones, cerca de la ventana que tiene una vista completa del patio. Mientras ellos conversan, yo busco con la mirada a (TN). Tardo unos minutos en encontrarla, pero allí está, apoyada contra una pared. Na Ri le ofrece una barra de cereal, y ella la acepta. Solo conversan, al parecer.

(TN) ya no tiene los labios rojos, como la primera vez que la vi. Ahora los tiene rosados. Hace juego con su sombra de ojos; le queda muy bonito, sin duda, pero me gustaría volver a verla con aquel rojo intenso...

Una chica se acerca a ellas, y les habla. Señala luego con el dedo hacia una dirección, si no me equivoco, señala el buffet.

—¿Señor Lee?

Me habla uno de los profesores, al mismo tiempo que se interpone entre la ventana y yo. Reprimo las ganas de gritarle para que se corra de allí, y finjo una sonrisa.

Me pregunta cómo estuvo la clase, si los alumnos se comportaron de una manera adecuada o si tuve algún  problema. Contesto que estuvo bastante bien, y que los chicos son tranquilos, en realidad.

Me ofrece otro trozo de pastel, al ver que ya había acabado con el anterior, pero esta vez no lo acepto.

—Hey, hombre, no engordarás si comes sólo una porción más—Insistió.

—Déjelo en paz, profesor Park—Intervino una de las profesoras de allí. Era la más joven en aquella sala, debía tener más o menos mi edad. Me miró a mí y continuó—. No le hagas caso, suele ser muy insistente. Por cierto, mucho gusto, soy Seung Yeon, profesora de Historia.

Tomé su mano y la estreché. Era cálida y suave. ¿Las manos de (TN) también serían así? Pensé.

El timbre suena nuevamente.

Sentado en mi escritorio, observo a los estudiantes que ingresan al aula y van acomodándose en sus lugares. Veo a Na Ri, y detrás de ella, (TN) camina con la cabeza gacha. No puedo verle bien la cara, hasta que se acomoda en su asiento y mira al frente. Sus ojos rojos e hinchados hacen que me preocupe; ¿estuvo llorando? ¿por qué? Quiero preguntarle, pero no me atrevo, eso podría hacerla sentir peor. Al final de la clase, tal vez podría hablar con ella.

Les dicto las preguntas del examen. No son muchas, por lo que termino rápido. Luego los observo; sus lápices permanecen quietos, sólo unos pocos son los que escriben.

(TN) está allí, inmóvil, observando su hoja. Sus ojos brillan, y una gota cae de allí, deslizándose por su mejilla. Se la limpia de inmediato, y comienza a escribir.

Al final de la clase, se apresuran a levantarse y me entregan las hojas. Para cuando me doy cuenta, (TN) ya había salido del aula. Na Ri corrió detrás de ella.

 —¿Por qué tienen tanto apuro?

 —Habrá algo interesante, antes de la clase de Educación Física—Contesta entre risas el dueño del paquete de Snacks de hoy temprano. "Ji Yoon", leo en el cartelito de su uniforme. Me entrega su examen y se apresura a salir del aula, junto con los demás.