Capítulo 2.

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Cuatro años atrás. /Pasado.

Estaba sentada frente al monitor examinando las carpetas vacías. ¿Quién demonios crea carpetas si no colocan algo dentro de ellas? Pareciera que estaba dormida cuando lo hice.

Me encontraba en mi habitación que tiene la apariencia de un lugar pequeño pero la realidad es que es muy acogedor. Se encontraba la cama en una esquina y en la opuesta estaba mi escritorio con mi computadora y una silla de oficina, el lugar donde estaba sentada. Tenía una estantería a un lado del escritorio y en ella tenía algunos libros y otros objetos de los que destacaba una foto que tenía con mi mamá y otra foto con mi mejor amiga Sara, que también era mi vecina.

Al tener todo un día solo para mí, muchas veces se me acababan las ideas de como pasar el tiempo, muchas veces veía películas, otras veces leía libros aunque corría un gran riesgo de afectar mi visión porque la mayoría de los libros que tenía eran digitales y otras veces abría mis perfiles.

Llega la noche antes de que me pueda dar cuenta, es obvio porque estamos casi en primavera. Tonto horario. El cielo deja cualquier rastro de luz y hay una oscuridad casi total y digo casi por las benditas luces y el alumbrado público ayudan a ver un poco entre tanta oscuridad.

Reviso alguna de mis redes sociales solo para ver que otro chico de la secundaria quiere agregarme. Genial, seguro es otro loco que intenta tener muchos amigos pero... no lo puedo creer.

No es un chico cualquiera, lo conozco desde hace tiempo. Su rostro es tan familiar que es imposible confundirlo. Llevamos de conocernos por años. Bueno conocernos como tal no, pero sí que lo he visto, fue conmigo en prescolar. Aunque eso suena espantoso, también fue conmigo en la primaria. Y lo más loco es que se su nombre.

No es de los chicos populares, pero siempre esta con los chicos más "lindos" de la secundaria y se supone que por eso sus amistades son con chicas "bonitas" y con "bonitas" me refiero a las niñas que siempre andan con la mitad de su falda doblada para que luzcan sus "piernas". Que no les veo el caso ya que tenemos catorce años y nada en especial.

En cuanto lo medito un poco decido que ¿Por qué no? Y lo acepto.

No pasan ni diez minutos cuando él me está hablando. ¿Qué se supone que debo hacer ahora? Es demasiado pronto para que pueda preparar una conversación inteligente y que no solo se trate de "hola, ¿Cómo estás?, ¿Qué haces?, ¿Qué me cuentas?"... fin, lo que normalmente se hace. Porque eso sería deprimente y poco social.

En la próxima hora hablo con él y entonces me doy cuenta que por muy extraño que pueda ser, el conoce mi existencia o al menos eso parece, me ha dicho que me hablara en cuanto me vea caminando por la escuela, yo no lo entiendo ¿para qué quiere hablarme? Eso me pone nerviosa, porque debo admitir que él me parece un buen chico. Y eso es peligroso, especialmente para mí que trato de evitar toda clase de peligros. Normalmente los chicos no hablan conmigo a menos que sea por alguna duda escolar o hablan muy poco.

Su nombre es Alex, siempre lo he considerado muy coqueto y estoy casi segura de que lo es. Puede que la mayoría de los hombres lo sean.

Me doy cuenta que es tiempo de ir a la cama, me siento rara y no es muy normal en mí. Apago la computadora que me pide a gritos querer descansar, me levanto y me estiro un poco para luego buscar mi cama y caer rendida sobre ella. Necesito pensar un poco.

A la mañana siguiente sigo nerviosa, más que nunca. Pero hago que mi mente piense en todo menos en aquel muchacho con el que tuve una pequeña charla ayer. Que no fue tan pequeña como quisiera.

Me paso mis primeras clases en las nubes, inventando posibles escenarios en donde podría encontrarme a ese muchacho. En un cambio de modulo su grupo pasa junto al mío, pero como la persona valiente que soy, me aleje lo más que pude para evitar que me viera y lo conseguí.

Me pasó otra hora más en la que siento la tortura más grande del mundo. Y es cuando llega el receso, me paseo con mis amigas por el frente de algunos salones y no encuentro al muchacho y eso que en el cambio de modulo lo vi a lo lejos. Creo que no me hablara, entonces decido regresar a mi lugar de siempre.

Cuando terminan las clases no me distraigo y salgo corriendo en dirección a mi casa, son aproximadamente quince minutos caminando y eso sin mencionar que parece que llevo conmigo una mochila de campamento, llego a casa y como siempre estoy sola.

Genial. Cuanta diversión.

Para mi buena suerte hoy no debo hacer tarea por lo que me dispongo a revisar algunos documentos y me doy cuenta que tengo una opción de distracción. Intento distraerme con cualquier cosa, pero algo me tiene al pendiente y es mi red social.

No hago más que revisar si hay alguien conectado y para mi sorpresa está el muchachito ese, antes de que me decida en mandarle un mensaje, él me escribe y debo responder antes de que los nervios lleguen a mí. Entonces se disculpa por no hablarme hoy, pero que mañana sin falta lo hace, cada palabra que coloca en cada pequeño texto es tan confusa para mí. Este chico me está causando un problema y eso que apenas lo conozco. Lo único que se en este momento es que debo controlarme.

Al final el promete hablarme mañana y yo me prometo no ponerme de nervios, para que Alex no crea que estoy loca o que soy poco social.

Cuandollega la noche no paro de tranquilizarme y de pensar que mañana será otro día,un día en el que no me voy preocupar por un simple chico. Va ser un día comocualquier otro y nada podrá evitar que mi día sea diferente.



Nota: 


Ya paso un año desde que escribir el primer capítulo y bueno es que no había tenido mucho tiempo. Y lamento no tener diálogos aun, sigo trabajando en eso. Espero les guste y ya saben que pueden opinar y votar. Muchas gracias.

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Somos de mundos diferentes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora