El padre, este joven protector de sus "pichones", dentro de su juventud, quiso que sus hijos tengan un respaldo si algo llegaba a pasarle, movió papeleríos, firmó y todo quedó arreglado, sin creer que pronto su vida cambiaría, pero sus hijos iban a tener un buen pasar económico si algo pasaba.. Un día, mejor dicho ese maldito día, partió a buscar a su familia, contento de volver a verlos después de que pasarán un finde de campo, en el camino, el destino actuó, enviando a una basura, una mugre que desató un accidente automovilístico, en donde él, comenzó a vivir una verdadera tortura, una agonía de días, pero todos creian que el era fuerte, donde lo último que se perdió fue la fe, hasta que un día de enero su gran corazón de rindió, ese Dios quiso que él, pertenezca a su hermoso paraíso terrenal que dicen que existe, en donde no hay dolor, su cuerpo terriblemente destrozado dejo de sufrir, para ir a descansar, para desde allí, proteger a sus hijos con su luz, para cada noche darles el beso de buenas noches desde las alturas del cielo, y aunque su cuerpo hoy está en un lugar rodeado de cuatro paredes, su alma quedó, cuidando de sus pichones, acariciandolos con sus manos INIGUALABLES, con esas uñas comidas, ese perfume que lo caracterizaba y esos abrazos que jamás se volvieron a sentir, pero que siempre están.
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Amar desde el desamor...
Teen FictionCualquier semejanza con la realidad ES PURA coincidencia