My imaginary friend || RiLen

La discusión

Me había topado de nuevo con el tal Kaito Shion. Ahora que podía verlo mejor, ya que la otra vez me molesté, me di cuenta de que tenía el cabello azul, ojos azules y una bufanda. ¿Siempre la traerá puesta? Ahorita hace calor, ¿por qué la tiene puesta? No es que me importe.

—Hola baby. ¿Qué tal todo? —me preguntó alzando las cejas. Yo lo miré y suspiré.

—Deja de llamarme baby. —expresé enojada y volví a suspirar. Desvié la mirada a la mochila de Shion porque algo me llamaba la atención. Cuando logré ver que era me di cuenta de que era un muñeco de acción, estaba en un llavero, ese es justo el que me falta... Si no lo dije yo colecciono figuras de acción de héroes para ser precisa.

—¡Hey! —gritó chasqueando los dedos haciendo que le preste atención. —¿Qué miras? Acá está mi hermoso rostro.

—Estaba mirando tu muñeco de acción. —pronuncié y volví a desviar mi vista al muñeco. ¿Él también los colecciona?

—¿Cuál? ¿Spiderman? —yo asentí. —¿Tú coleccionas muñecos de acción? —yo volví a asentir.

—Y ¿tú?

—Yo igual. —confirmó rascándose su nuca y sonriéndome.—Ya tengo toda la colección. A Spiderman lo tengo repetido.

—¿En serio? Ese...me...falta. —formulé mirando a otro lado.

—Si quieres te lo puedo regalar, total lo tengo repetido. —dijo y mis ojos se abrieron como dos platos.

—¡Gracias! —grité y lo abracé. Esa colección la hago con Len. Por eso es muy importante para mí.

—E-está bien. —dijo y yo dejé de abrazarlo. Él estaba sonrojado.

Cuando sacó al muñeco y me lo entregó yo estaba más que feliz. Le agradecí nuevamente y le pregunté la hora dijo que eran las 13:15 me asusté, ya que Len ya debería de estar ahí, pero no no había llegado. Kaito se fue corriendo. Esperé otros 15 minutos más, pero Len no venía. Así que decidí irme sola a mi casa. Al entrar vi a Luka sentada en el sillón. La saludé y me dirigí a mi cuarto. Al entrar lo vi. Ahí estaba él, sentado en mi cama mirando hacia la ventana. No me fue a ver.

—Buenas tardes Len. —saludé con furia.

—Buenas tardes Rin. —me saludó con una mezcla de enojo y desánimo.

—¿No que irías por mí?

—Fui, pero estabas conversando con tu amigo tan atentamente que no quise interrumpir. —dijo sarcásticamente.

—En primer lugar Kaito no es mi amigo.