Destinos Entrelazados

Bridgitte (Tercera Parte)

~Resistiré todas las adversidades por ti~

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Sentí el golpe del agua en toda mi espalda intenté gritar pero el agua ya se estaba intentando meter en mis pulmones, toda la adrenalina de mi cuerpo hacia que me mantuviera despierto y aferrándome a Bridgitte con mi vida, logré salir a la superficie y respirar por un segundo me pareció ver que tenía sus ojos azules cerrados y me asuste por un segundo, la sacudí y me respondió, abriendo sus hermosos y grandes ojos.

-¡¡Felix!! ¡Que haces aquí!-

-¡Nada primero y pregunta después!-

Y nadamos hacia donde nos pareció era la orilla, un bote de la policía se estaba acercando hacia nosotros y nos ayudaron a subir, y muy pronto estuvimos en tierra firme, una ambulancia ya había llegado al lugar a revisarnos para ver si habíamos tenido alguna lesión. Insistí en decir que estaba perfectamente pero siguieron haciendo su trabajo con toda la cantidad de personas no podía ver a Bridgitte, me levanté de la camilla donde estaba sentado al momento de ver un mechón de pelo negro azulado, me alegré mucho ella estaba bien, pero toda esa alegría de fue el carajo cuando vi a Claude tomándole las manos a Bridgitte, no lo resistí más y aleje al imbécil de un solo golpe en la cara y cayendo al suelo, inmediatamente se fue a ayudarlo, y cuando se reincorporó se abalanzó directamente hacia mi para devolverme el golpe, mi suerte estaba cambiando por que en ese instante mi chófer estaba detrás de Claude deteniéndolo para que no me hiciera nada, Bridgitte se acercó a él y pudo tranquilizarlo, le pidió a mí chófer que se lo llevara de allí hasta que se tranquilizara por completo, yo asentí para que se lo llevara lejos y antes de que se fuera le hice una mueca, y se volvió a poner furioso intentando soltarse para reventarme a golpes... suerte con eso. Bridgitte al ver que Claude se volteó hacía mi y empezó a enfrentarme.

-¡¡Eres un idiota!!- Gritó

-!!¿Aaaahh siii?!! ¡Mira quien habla enana torpe! ¡A cada rato andas tropezándote y haciendo burradas!-

Estaba completamente enojado, nunca alguien me había hecho salirme de los estribos de tal manera pero sentía que toda la presión que había tenido durante años se estaba liberando y eso hacía que mi boca no se cerrara.

-¡Almemos mis burradas sirvieron de algo! ¡ELLA PUDO MORIR IDIOTA! ¡¿POR QUÉ DEMONIOS TE ENOJAS?! ¡ADEMÁS YO NO TE IMPORTO!-

-¡¡ESTABA PREOCUPADO TONTA!! ¡¡NO QUIERO PERDERTE!!! ¡¡TE AMO!! ¡¡¿ES QUÉ NO LO ENTIENDES?!!-

Todo quedó en silencio y Bridgitte abrió sus ojos lo mas que pudo, y yo sentía que un gran peso se estaba quitando de mis hombros, sintiéndome muy bien, ¿así se sentía el estar enamorado y expresarlo?

Pues era genial...

Me acerqué a ella y la tomé de sus ahora pálidas mejillas y la besé, no duró mucho ya que justo después de ello todo se volvio negro.

Al despertar todo me daba vueltas, me sentía desorientado, y no sabía dónde estaba, intenté incorporarme pero la mano de una persona no me dejo.

-Tranquilo, estas en el hospital-

-¿Que pasó?-

-Tuviste un bajón de adrenalina y te desmayaste y lo mismo pasó con la chica con la que estabas-

-¡Bridgitte! ¡Donde esta ella!-

-Tranquilo señor Agreste ella está en otra habitación, tu novia está en buenas manos.-