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Capítulo 2Es el 2030 y parece como si nada hubiese sucedido, todo se ha mantenido en secreto y la población no sabe nada de lo que ocurre mientras que nosotros incansablemente jamás dejamos de buscar aquella aberración. Nuestro general William cada vez pierde más las esperanzas de completar la misión, Noah se encontraba cada vez más desesperanzado y no habíamos encontrado ni rastro de lo sucedido.
El 23 de Enero en Altagracia algo muy malo ocurrió, la bestia, la jodida bestia que tanto buscábamos había aparecido, de la nada comenzó a atacar a los habitantes del pueblo, increíblemente muy cerca del cuartel en el cual nos encontrábamos. Arraso con todo lo que tenía a su paso y la gente rápidamente se infectó con el virus, la criatura volaba y rociaba a la gente con un vapor venenoso matándolas en enormes cantidades, los policías y guardias nacionales que allí se encontraban no pudieron hacer nada contra esta calamidad pues sus disparos eran en vano porque no lograban derribarla y rápidamente también arremetían contra ellos y en pocos minutos todo el lugar era un lecho de muerte.
El general William mando un grupo de 50 hombres para que hagan reconocimiento en la zona, una tarea simple solo: informar que había sucedido. El comandante Antonio Gonzales era el encargado de esta misión de reconocimiento y se llevó consigo 10 convoy militares. En dos días William no supo nada de los soldados lo cual lo puso muy nervioso y mando a llamar a Erald y a Noah quienes llegaron al instante.
- Les daré una misión. Si, después de un año de nuevo se reincorporaran a esto; mande un grupo de 50 hombres a Altagracia. Su objetivo era informar que había pasado pero no he recibido noticia de ellos lo cual me tiene algo paranoico, necesito que vallan allá. Esta vez solo les asignare 5 hombres esto no debería ser tarea difícil.
- Pero señor, ¡usted mando 50 hombres! Y aún no han regresado, ¿acaso piensa que se fueron a jugar las escondidas? – dijo Erald
- ¡5 hombres dije! ¿O quiere que lo mande a usted solo en la misión? – Reto el general - Estoy muy consciente del peligro que hay, es por eso que solo serán 7 así tendrán más posibilidades de ser detectados, si es esa cosa. Saben a qué me refiero... ¿no?
-Lo tenemos claro señor. ¡No le fallaremos! – Aseguro Noah Hales
Luego de esto Noah y Erald se dirigen en un convoy hacia el lugar, al llegar estaba atardeciendo y todo el lugar parecía un pueblo fantasma, los carros con las puertas abiertas, al igual que las puertas de las casas todo estaba como si la gente hubiese huido en masa. Noah se adentra con su escuadrón cada vez más en aquel pueblo, en un instante se nota una gran cantidad de personas que se dirigen corriendo hacia ellos pero para cuando los soldados logran iluminarlas notan que están cubiertas de sangre, gritan y rugen mientras se acercan a ellos cada vez más.
- ¡Corran! – grito Noah
Los soldados comienzan a correr hacia unos edificios que se encontraban atrás, al entrar notan que alguien dispara en el techo del sitio.
- ¡Hay que investigar de que se trata! – hablo Noah
Los soldados suben las escaleras y llegan al techo, notan el sonido que viene de muy cerca ellos se acercan y ven a un soldado de la FEAAB y corren hacia él, Noah le toca el hombro y este rápidamente se da la vuelta con un movimiento muy brusco e intenta golpear a Noah, Erald detiene su puño.
- ¿Qué coño te pasa? ¿Que no ves que venimos a rescatarte? – Grito Erald
- ¡Oh gracias al cielo! Pensé que moriría aquí, ¿solo son ustedes? - Pregunto el soldado. José Díaz se leía en su chapa.
-¿¡Y qué demonios esperabas!? ¿¡Un batallón entero!? – Respondió nuevamente Erald al soldado
- Sinceramente... Eso sería lo más honesto.
-Oye ¿te encuentras bien? – Pregunto Noah - ¿Dónde está el resto del pelotón? ¿Y el comandante?
-Sí, me encuentro bien, y todos están muertos. Había civiles sobrevivientes pero murieron todos ¡Nos atacó una aberración que volaba! Esa cosa daba mucho miedo, no pudimos hacer nada contra esa cosa; las balas simplemente eran inútiles. Luego de solo quedar unos pocos con vida llego una legión de muertos vivientes intentamos detenerlos pero eran demasiado y no morían. ¡Mierda! Lo único que recuerdo es que quede inconsciente no sé por qué y luego desperté y todos estaban muertos, tome todas las armas que pude y subí aquí y comencé a dispararle a esos malditos luego llegaron ustedes y ahora estoy aquí.
-Mierda, esto no lo quería. ¡Estamos jodidos! ¡No hay manera de salir! ¡Solo miren! – Hablo Noah
Todo el sitio alrededor del edificio estaba plagado de zombis que buscaban maneras de entrar golpeando fuertemente la puerta principal.
-Hay que salir de aquí compañeros, ¿alguna idea? – Pregunto Hales.
-Pues hay dos alternativas... - Ofrecio Erald - Uno: Nos regresamos por aquella puerta o dos: Saltamos.
-¡Saltar! Tengo arneses así que puede funcionar. – Dijo José.
- Bien, saltamos ¿y luego que hacemos?
- Correr. –Dijo Coil
- ¿Correr? – Pregunto uno de los soldados llamado José
- Como si no hubiera un puto mañana, - asintió Erald - ¿quién está conmigo?
Todos afirmaron el plan de Erald y José y se apresuraron para saltar por las paredes con arnesesNarra José
Ya estábamos listos, los arneses estaban en su lugar, ya cuando nos preparamos a punto de comenzar a descender las bestias asquerosas comenzaron a entrar. Todo sacamos nuestras armas y Noah se puso al frente a dar órdenes. Los 3 cabos se pusieron a su lado y Erald se encargó de mantener los arneses en su lugar ya que se aflojaron, Juan y yo cubríamos a Erald mientras los demás luchaban al frente.
Luego que los arneses estaban listos les dije: -Rápido, corran y sostengan cada uno su arnés. - Juan fue el primero en agarrar su arnés y comenzó a descender, mientras los zombis entraban la calle quedaba sola.El segundo fue Erald, seguido de un cabo llamado Luis. Ya cuando unos de los otros cabos se acercaban a los arneses un zombi lo agarro y lo partió a la mitad y el que estaba a su lado comenzó a dispararle al animal que mato a su compañero y el mismo animal lo mato a él. Yo solo me quede en shock mientras veía esa escena hasta que una gran explosión me saco de mis pensamientos.
Fue a causa del tanque de combustible que estaba ahí, esa explosión fue la oportunidad perfecta para que los a demás nos diera tiempo de huir. Todos corrimos a los arneses pero estos se rompieron con la explosión, Noah comenzó a entrar en pánico. – Tranquilo soldado, estaremos bien – le grite, el solo me miro y asintió con la cabeza.
Me dispuse a buscar una manera de como podíamos bajar, busque con la mirada ya que no nos quedaba mucho tiempo y lo único que vi fue unos tubos que pudimos usar para descender, les hice seña a todos que me siguiera y corrimos hasta ellos.Noah fue el primero en bajar y encontrarse con Erald, Juan y el otro cabo que estaban escondidos detrás de una casa abandonada. Seguido de Noah bajo el otro cabo. Ya cuando el cabo llamado Eduardo termino de descender era mi turno de bajar, empezó el descenso y los desgraciados zombis comenzaron a acercarse a las vigas intentando despegarlas del muro. Unos cuantos intentos más hasta que por fin las despegaron; yo entre en pánico pues no sabía qué hacer, estaba entre la vida y la muerte. Tenía dos opciones saltaba y me rompía un hueso o era devorado por mutantes, mi vida dependía de una sola decisión. Claro que preferí romperme algo así que sin pensarlo dos veces me solté y empecé a caer, lo último que vi fue oscuridad.
Narra Erald
Una vez que bajamos Jesús y el cabo Luis buscamos refugio detrás de una casa en muy mal estado y estando ahí esperamos al descenso de los demás... luego vimos una gran explosión. Yo solo mire con horror, solo pensaba que estaban muertos. Hasta que vi a Noah y al cabo Eduardo descender por unos tubos que estaban a un costado del edificio. Rápidamente Juan y yo corrimos a ayudarlos y luego de unos minutos venia José y los desgraciados zombis le separaron los tubos de la pared, José solo cerro sus ojos y se soltó, hasta que cayó de costado e impacto contra el suelo; los demás y yo corrimos a su rescate, estaba inconsciente así me imagine que fue por el impacto que se desmallo. Ya después de unos minutos estábamos a unas cuantas cuadras de ese edificio del horror, el teniente Noah estaba dándole asistencia médica a José que al caer se partió un brazo y unas cuantas costillas, mientras yo use la radio para llamar al cuartel para que vengan por nosotros ya que dejamos los autos en el edificio y estaban rodeados por más de 70 mutantes o lo que sea que sean esas bestias. Una vez que logre comunicarme dije:
- Teniente Erald a la base, me copian, estamos a una cuadra del lado derecho del edificio, los vehículos fueron destruidos, perdimos a dos tenientes, tenemos a un sobreviviente y está herido, necesitamos apoyo ¿me copian? – Espere unos minutos y empecé a desesperarme.
- Aquí el sargento Willian.- al oír eso un gran alivio recorrió todo mi cuerpo - Sargento necesitamos apoyo de inmediato - dije un poco acelerado
- Tranquilo teniente la ayuda está en camino. Cambio y fuera.
Unas 2 horas más tarde estábamos en camino a la central.
Al entrar a la cabina de mando nos llevaron a asistencia médica para que nos chequearan, luego una chica morena cabello castaño ojos claro aparece. - Teniente el general Willian lo solicita. – Me dijo y yo solo asentí con la cabeza.
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Pandemia
Science FictionHola a todos lo que les contare será una historia, bueno nuestra historia de cómo logramos sobrevivir a un apocalipsis, bueno empezaremos dándole un giro al tiempo muchos años atrás en Venezuela el 2028 Creadores: Juan Pablo Sequeira - Mark Angel Su...