La vida apesta, las personas son un asco.
Han pasado doscientos días desde que te marchaste y aún no logró superarlo.
Estoy intentando, realmente lo hago, pero no puedo, no lo consigo.
Mi nuevo trabajo apesta, realmente lo detesto, pero es lo mejor que una "artista" como yo puede conseguir en esta ciudad.
O por lo menos eso dice el abuelo, aunque creo que se equivoca.
Mi jefe es uno de esos hombres obesos que usan trajes baratos y apestan a licor cada mañana, tiene una voz grotesca al igual que sus modales y engaña a su mujer con la recepcionista.
Mis compañeras de trabajo son tan tímidas y sumisas que jamás se atreverán a decir algo cuando él las manosea en los pasillos.
Pero yo no soy como ellas.
Oh, de nuevo a comezado a llover.
Debería regresar, mi hora del almuerzo a terminado y mi tercer cigarrillo del día también.
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Memories in the rain.
Short StoryAlgunos piensan que la soledad sólo nos trae dolor. Pero no es así, por lo menos para mi, es distinto, la soledad y la lluvia me hacen sentir mejor. Ahora que él se marchó. Esto es lo único que me queda. El sonido de la lluvia en el cristal y las l...