Capítulo1: La nueva

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-¡Laia! -abrí los ojos en el acto -vas a llegar tarde el primer día de instituto -me dijo mamá. Me costó levantarme, pero accedí. Me situaba en Madrid, mi nuevo hogar, y en dos horas empezaba en 2° de la ESO en el instituto. Estaba aterrada, iba a estar sola, todos se conocían y yo iba a ser "la nueva" a la que todos llamarían. Preparé la mochila, ya que no sabía que clases me tocarían, tuve que meter los libros de todas las materias, genial, iba a volver con una contractura en la espalda, sólo eso me faltaba.

Despidiéndome de mi padre, bajé del coche, y observé el nuevo centro de estudios al cual iba a pasar toda mi vida, bueno, toda la ESO.

Observé todo a mi alrededor, chicos y chicas mirándome, como si nunca hubieran visto una chica nueva, me miraban como si fuera un ogro y los tuviera encerrados ahí, pésimo. Entré sabiendo que todas las miradas se dirigían a mi, era muy incomodo, pero me debería acostumbrar.

-Tu debes ser Laia Álvarez ¿no? - Me volví para ver a Sebastián, el director de la escuela, del cual mis padres ya me habían hablado y era el que tenía que buscar para que me informara.

-No, o sea sí -parecía idiota hablando.

-Acompáñame -me pidió

Le seguí por todos los pasillos hasta encontrar el mío donde ponía: pasillo "1 DE BACHILLERATO", obviamente era el mío.
Entré en la primera clase junto al director y todos los alumnos se me quedaron mirando, no era un bicho raro, todo seguía siendo tan incómodo.

-El profesor Marcos te explicará y te dará los horarios de las clases, lo hubiera echo yo pero tengo pendiente una reunión importante. Lo siento. - Aclaró el director y salió del aula sin más que decir.

-Bien chicos, esta es vuestra nueva compañera de clase, tratarla como se merece, que ha venido a vivir aquí, y deberíais saber lo que se siente al no tener amigos, así que haced que consiga -explicó Marcos a la clase. Todos asintieron mirándome de pies a cabeza.

El profesor hizo levantar a todos los alumnos, y al azar, empezó a sentarlos por parejas. Cuando me tocó a mí, me sentó junto a un chico extremadamente guapo, rubio tirando a castaño y de ojos verdes, me mataban sus ojos. Me senté a su lado saludándolo, y él me devolvió el saludo haciendo un gesto con la cabeza. Nos intimidamos el uno al otro durante 5 minutos.

- Os he sentado así, porque quiero que hagáis en pareja, en una sola hoja, explicando el verano y después juntar ideas y en qué cosas habéis coincidido, así la confianza aumentará. Explicó. Yo me quedé de piedra, prefería mil veces que todo el instituto se me quedara mirando, que hacer un trabajo con este chico, que me ponía nerviosa con sus miradas. ¡¡No podía ser verdad!!

- Me llamo Theo - dijo dejándome paralizada y haciéndome dar cuenta que seguía con su mirada de intimidación hacia mí.

Un chico como túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora