5.

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Tania.

Remuevo mis anteojos luego de leer unas cuantas hojas de mi libro de lectura, masajeo un poco el área de los lagrimales para descansar mi vista, luego analizo mi living viendo el gran desorden hasta encontrar a Ethan acostado con Esther en el sillón individual que estaba a un costado del mió.

"Por lo menos la anterior niñera ordenaba" comento dentro de mi mente mientras me levanto con pereza.

"Por lo menos Ethan logra que Esther se duerma antes de medianoche" me contra digo.

Me quedo parada en medio del cuarto, suspiro y comienzo a ordenar todo. Ethan se despierta luego de unos minutos, lleva a Esther a la cama y me ayuda a terminar de ordenar.

— Lo siento— Se disculpa.

Río levemente — ¿Por que? — Me desperezo tras el largo día.

— Iba a ordenar todo, pero no esperaba que me quedaría dormido — Responde sentándose en una de las sillas del comedor.

— Mientras hagas que Esther se duerma antes de la medianoche, no me surge ningún problema — Me encojo de hombro y bostezo.

Suspira.

— Agota ¿No es así? — Me cruzo de brazos y lo observo con una sonrisa, cerca de la entrada del comedor.

Asiente y se acerca al marco de la entrada donde apoya sus manos, ya que su gran altura se lo permite e imita la acción de los gatos al desperezarse.

Había una cierta cercanía física entre nosotros dos, lo cual me incomodaba. No era por que sin ningún repudió me esta mirando directo a los ojos, en si solo su presencia cerca me causaba cierta sensación que solo me incomodaba.

Aunque algo debo decir que en estos días tuvimos mucho contacto visual, y mas insistente por parte de Ethan y ni hablar que en algunas oportunidades me clava la mirada directa, sin ningún temor. Algo que debo admitir que me llego a incomodar, ejemplo cuando Esther hizo que se quede a cenar y mientras cocinaba cada vez que me daba vuelta sus ojos directo a mi espalda o nuca. Odio que hagan eso, algo irónico por que yo también lo hago.

Es algo que charle con Gemma y lo primero que salio de su boca era que había una chispa. No miento Ethan tiene algo atractivo a decir verdad. Aunque la caga un poco que Gemma tambien me contó que Ethan es algo así como un conocido por romper corazones y aventuras de una noche. No voy a criticar pero yo soy todo lo opuesto de eso y tampoco me gustaría estar en una relación con alguien así. Además él sólo tiene 19 años, y es hijo de mi jefa.

"Nunca te metas en lo laboral y menos con jóvenes" resuena en mi cabeza.

Quedamos unos segundos mirándonos fijo hasta que Ethan decide acercarse, hago mas intensa mi mirada para que piense dos veces lo que hará. Se detiene a una distancia en la que pueda escuchar y sentir su respiración.

— ¿Sabes? Tiene algo de lagaña en tu ojo izquierdo — Comenta. Me arrepiento de todo lo que dije.

Suspiro — Me sorprende el gran intervalo que te tomaste para decirlo — Contesto con sarcasmo. — ¿Cenaste? — Cambio de tema.

— Si, pero me gustaría comer otra cosa — Sonríe con un cierto tono.

Espero no ser la unica que entendió ese comentario con un doble sentido. Si es así, tengo una mente enferma.

Voy hacia la cocina y él me sigue. Debo confesar que su presencia me pone mas nerviosa que otras personas que han entrado a mi casa.

Saco una pequeña caja con saquitos de té, trato de alcanzar las tazas.

Oigan, mido 1,55. Hago lo que puedo, traten de entenderme.

Escucho que una risa se le escapa a Ethan. Mocoso.

— ¿Quieres que te ayude? — Se ofrece levantándose de su asiento.

— No hace falta ... — No logro terminar, ya que siento el abdomen de Ethan sobre mi espalda.

Me sorprende lo alto que es. Levanto un poco mi cabeza para poder observar su cuello y barbilla, tiene una notable manzana de Adán, sus clavículas son notorias notandose más cuando inhala, ni hablar lo tan pálido que es. Que hombre tan llamativo.

Y yo me quejo de mi palidez.

— Si, sigues mirando tanto hacia arriba después te va a doler el cuello —Comenta tomando las tazas para después mirarme a los ojos.

Un escalofrío pasa por mi espina dorsal. Automáticamente vuelvo a mi postura anterior mirando directo a la mesada de mármol.

El rose de su camiseta azul, con mi camisa me pone la piel de gallina. Siento antes de que se aleje de mi espacio personal un ligero y toque de su piel, en mi hombro izquierdo que esta descubierta haciendo que incremente mi piel de gallina, hasta los pelos de la nuca.

Soy alguien sensible con en tacto, en si soy sensible ante los sentidos. Un simple roce intencional puede ponerme los pelos de punta.

Caliento algo de agua en una tetera, mientras espero me siento al lado de él.

¿Acaso esta rozando su rodilla con la mía?

Maldición.

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Drugs_RockAndRoll

Pasado. [Tauro y Escorpio]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora