Pasado. [Tauro y Escorpio]

9 Parte II

(Por lo que ví, no se publicó todo el cap 😧. Es mucho más extenso de lo que creen así que decidí hacer esto ya que no encuentro la manera de modificarlo).

[Continuación]

Mi teléfono vuelve a sonar, rodeo los ojos irritada ante quien podía ser.

De vaso de agua medio lleno a vaso lleno.

" De: Traidor de porquería ( Carlton )
  Asunto:

Tania, se que las cosas no terminaron bien y creo que debemos hablar de ello.".

Genial.

Media hora parada en frente de un edificio de casi 50 pisos con una arquitectura antigua.

¿Como es que termine aquí? Mirando el departamento de mi ex y todavía decidirme si verlo o no.

Ya es hora de terminar con todo esto.

Tomo una postura decisiva. Solo que unos pocos pensamientos de duda y arrepentimiento aparecen a la hora que toco el timbre de su puerta.

En si podría abrirla yo misma, todavía tenía las copias que me dió pero ya saben ... No quiero incomodar.

— Ya voy — Vuelvo a escuchar su voz luego de seis meses

Luego de seis meses tratando de olvidarlo y que al ver su rostro sea un completo desconocido o un idiota.

Sea cual sea, me conformo con alguna de las dos.

La puerta se abre y me topo con un pecho cubierta de una camisa colo beige y una camisa marrón. Carlton se aleja un poco, tiene en cuenta que odio tener que levantar la cabeza para ver una persona. Y sabe lo tanto que odio que la gente se agache o baje tanto el cuello para verme.

— Hola — Su tono es de nervios, aún con un rostro serio.

— Hola — Mi voz es neutra un poco más grave.

— Ehm, pasa. Pensé que tenía un copia de las llaves — Me invita.

— Si, las tengo. Pero no quería ... Parecer grosera — Entro con duda al departamento que conocía cada milímetro.

Ambos nos observamos un minuto sin saber que decir.

Alto, cabello oscuro sus ojos del mismo tono solo que estos eran decorados con unos anteojos rectangulares de un marco fino. Rostro ovalado con sus facciones bien marcadas y sobre todo su mandíbula, algunos dirían que tiene un aspecto intimidad pero siempre lo ví serio de alguien reservado como tímido. Sus treinta tanto ya estaban haciendo su trabajo para que se noten en su rostro.

Siempre fui la típica chica que salía con personas mayores. Me parecían más atractivas de lo normal.

Exceptuando una, quién es mucho menor que yo ....

Su tipo de vestir siempre fue elegante, era algo natural de él, más con postura alta y su delgadez le jugaban siempre a favor.

— Toma asiento. ¿Quieres algo? — Está vez me invita sentarme en la mesa del comedor.

— Estoy bien, grácias — Tomo asiento y dejó mi bolso a un lado.

— Okey ... — Susurra nervioso.

Yo solo me resigno a suspirar ante lo que vendría.

— Bueno — Dice sentándose en frente de mí — Creo que debes tener una idea del porqué estamos aquí ¿no? — Junta sus mano arriba de la mesa de madera.

— Digamos que si—.

— Bueno, para empezar es algo de que ni siquiera cuando estábamos en pareja me atreví decir. Ya que temía a como ibas a tomar las cosas ... —.