Un nuevo amigo

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Hemos ido a comprar ropa con Iseei y Hiro.

Ahora estoy en la habitació de invitados. Me puse la ropa nueva, una camiseta blanca con una falda de plieges negra y azul.

-Iseei-san, ¿Está bien si voy a pasear por la playa un rato?-

-claro, pero no vengas muy tarde, aunque no parezca, hay mucha gente mala en el mundo.-

Y no sabes cómo lo sé Iseei...

Para mi suerte la playa quedaba serca de la casa, a unas dos cuadras para ser más exacta.

He visto a un chico, un niño acompañado de un perro pequeño de pelaje blanco.

Le he seguido, estamos en una pequeña pasarela de madera, el niño se ha percatado de mi presencia, me mia y se queda a tonito al igual que yo.

Ese chico... Tambien... Es un diclonius... Los cuernos y los ojos me han dicho todo, pero me sorprende que no halla podido sentirlo antes. Asustado pregunta:

-¿Quién eres? ¿Qué es lo que quieres?-

-¿Como te llamas?-

-mi nombre no es de importancia, aquí lo que importante es quien eres tu.-

-me llamo Haru ¿Eso que te sale de la cabeza son cuernos?-

Se tapa los cuernos con las manos y dice:

-hem... Si ¿Dan asco ve-verdad? Lo-los odio.-

-a mí me gustan.-

-¿En cerio?-

-*asiente*-

-hem.. Bu-bueno... Por estas cosas me han hecho la vida imposible.-

-que mal... Yo nunca me burlaría por ellos ¿Como se llama tu perro?-

-no es un perro es mi mejor amigo de toda la vida, él es el único que me quiso como realmente soy.-

-lo lamento... No quise ser grosera.-

-no importa... Ha-Haru... ¿Vienes de vacaciones?-

-no, me mudé hace poco con mis... Mis hermanos.-

-ya veo... El sol se está poniendo... Ya me voy... Adios.-

-me gustaría hablar con tigo mañana, te buscaré aquí mismo a la misma hora.-

El chico no me respondió, solo se fué a paso apresurado seguido por su perro.

Me quité los zapatos para meter los pies en el agua. Estaba algo fría pero se estaba a gusto por el calor que hacía.

Estaba sumida en mis pensamientos, hasta que una risa me sacó de ese mundo.

Miré asustada de quien se trataba, eran dos soldados. No... Me estaban buscando.

-valla valla, así que el mostruo se escondió en la playa.-

Con rapides tomé mi zapatos y corrí, esos dos me seguían, no quería matarlos. Pueden pensar lo que quieran de mí pero me gusta la sangre realmente, solo mato cuando es muy necesario.

El soldado me tomó del cabello con fuerza, grité. Me arrastró hasta un almacen, me iban a matar.

El otro soldado dijo:

-tranquilo mostruo... No vamos a matarte, solo tenemos autorisación de disparar si te pones pesada. Solo vamos a llevarte de regreso a casa.-

-de ninguna manera... No pienso volver allí.-

Usando mis vectores empujé al primer soldado y rajé levememte su cuello, no para matarlo pero no podría seguirme en cuanto al otro, le rompí la pierna izquierda con dos vectores.

Estaba corriendo, me encontré a Hiro.

-Hiro-kun! Corre!-

-¡¿Pero que sucede?!-

-son esos hombres, ellos me sencuestraron y quieren hacerme daño como antes.-

Corrimos hasta la casa.

Mientras me bañaba empecé llora mientras cubría el lugar donde se supone antes estaban mis cuernos.

-si ellos me encontraron, no quiero volver a ese lugar nunca más pero, no quiero poner en peligro a los chicos... Ellos fueron muy buenos y no merecen morir o peor, estár en el mismo lugar que yo estuve... Sería mejor que me valla...-

Me dije a mí misma entre susurros mientras secaba las lágrimas en mis mejillas y borraba evidencia de ellas con el agua.

Continuará...

Elfen Lied.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora