Capítulo 27

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Pov Natasha

Ya no aguantaba más. Ya habían pasado muchos días desde que me tienen aquí. No eh probado bocado, lo único que me dan es agua. Yo no podía más. Todo en lo que creía se había vuelto una mentira. "No confíes en nadie" "El amor es juego de niños. Solo sales lastimada". Y así era, confíe en alguien que me engaño no sé cuántas veces. Y aunque me duele en el alma admitirlo lo sigo amando. Steve Rogers, el Capitán América, él era mi novio, yo confíe en el con mi vida, pero me engaño. Y duele admitirlo.

-Deja de pensar en él Natalia. Él decidió lastimarte, al fin y al cabo no es tan diferente de nosotros –Yelena se burlaba cada vez que podía. Yo no me molestaba en contestarle, porque no sabía cómo, de alguna manera ella tenía razón, no era tan diferente a las personas que me engañaron en mis días de asesina.

Más de una semana llevaba aquí. Me tenían en un cuarto. Había una cama y un baño. Todos los días a la misma hora venia una mujer a traerme ropa limpia y a vigilarme mientras me duchaba. Me sentía débil, no tenía fuerzas para nada. Me torturaban cada vez que podían, pero lo que me estaba lastimando más que nada era ser violada por Rumlow. La última vez que vi a Steve, ese día fue el peor de mi vida, descubrí que el hombre al que amo me había engañado y ese mismo día fue el primero que Rumlow ocupo para "divertirse conmigo" , al menos así llamaba el a lo que me hacía.

Viene todos los días a la misma hora y me hace suya a la fuerza. No eh podido dormir por culpa de aquello, cuando cierro los ojos intentando dormir recuerdo lo brusco y salvaje que es cuando abusa de mí. Me despierto exaltada y sudando. Ya no puedo confiar en los hombres, no después de lo que me ha pasado. Esto me está haciendo daño, no logro que ningún hombre me toque y como consecuencia gano palizas por parte de los guardias. Me estoy volviendo loca.

-Hora de divertirse –Dijo Rumlow entrando a la habitación. Comenzó a quitarse su camisa y los zapatos.

-Ya no lo hagas por favor –Suplique llorando. Así es, la famosa Black Widow suplicando que no le hagan daño.

-Pero si tú sabes que te encanta tanto como a mí – Dijo subiéndose encima de mí y arrancando la blusa que tenía puesta

-¡NO ME TOQUES! –Lo empuje. Sentía miedo no solo de él, si no de cualquier hombre que se me acercara. Me abofeteo

-Yo hago lo que me venga en gana –Mientras decía eso me comenzó a quitar los pantalones y con ello mis pantis. El comenzó a quitarse sus boxers

-Espera... por favor –Comencé a sollozar. Me volvió a abofetear mientras abría mis piernas y se introducía en mí, solté un sollozo. Entraba y salía bruscamente de mí, sus embestidas eran demasiado fuertes. De mi boca solo salían lamentos, hasta que sentí un dolor inmenso dentro de mi

-¡AUCH! –Grite al escuchar como algo se quebraba. Me dolía la cadera. –Para me estas lastimando –Suplique, en cambio el me empezó e besar el abdomen y a acariciarme los pechos sobre el sujetador. Intente apartarlo pero fue inútil, la cadera me dolía horrores. Quito mi sujetador y empezó a besar mis pechos y a morderlos. Dolía como el infierno. -¡¿Por qué no me matas y acabas con esto!? –Grite ya desesperada, ya no soportaba más esto. El no contesto, por su cara sabía que estaba a punto de venirse, lo hizo. Salió de mí de un tirón, me lastimo aún más.

-Hare que te vengan a revisar. Tienes que estar bien para mañana –Dijo poniéndose los pantalones. Salió de mi habitación. Yo me quede acostada en la cama, me sentía mal. Me sentía sucia. Comencé a removerme en la cama, buscando ropa para ponerme, me puse la blusa rota que tenía. Me estaba vistiendo cuando sentí un estruendo sacudir el lugar. Una alarma estaba empezando a sonar. Me levante como pude, pero caí en el suelo, mis piernas no podían sostenerse, me arrastre hasta la puerta y comencé a escuchar gente hablar en ruso.

A pesar de todo (Romanogers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora