3. Inicios de la vida.

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Bien, el verdadero problema con narrar la propia infancia es que uno no recuerda la veracidad de lo que cuenta, pues muchas veces se olvidan los detalles que hacen especial cada vivencia.

Por la infortunada muerte de mi padre, y ya yo con dos meses de vida, mi madre tuvo "que huir" a Colombia, aunque ya, tiempo después, el teniente Daniels me dijo que no huyó como tal, sino que se tomó unas vacaciones con toda la familia, aunque mi abuela materna no les llamó vacaciones, pues de inmediato llegó a ocupar cargos importantes en la División Fringe de Colombia.

Mientras mi madre trabajaba, mi tia Adriana, que había tenido a su tercer hijo poco antes de que yo naciera, me alimentaba y cuidaba, mientras mi abuela hacía los menesteres del hogar. En la tarde le tocaba a mi madre cuidarnos a Franco, mi primo, y a mi. Así durante 2 años, hasta que un día mi tía decidió regresar a México. Mi madre sabía que no le quedaba mucho tiempo en Colombia, pues al llegar su hermana a México, todo el mundo preguntaría por ella.
Al cumplir los 3 años, surgió una de las piedras pioneras por las que regresaríamos a nuestro país. Mi educación.

Resulta que mi madre, en los tiempos establecidos decidió que debía ir a la educación preescolar. En Colombia eso casi no se acostumbra, y la unica opción que le ofrecieron fue el preescolar internado del gobierno, que no era otra cosa que "una guardería del IMSS en México". Nunca entendí por qué eso era malo, hasta que fui a una, a los 12...
Pero eso es otra historia.

Bien, como mi madre no encontró un buen lugar donde cursara yo el preescolar, mi abuela ya se sentía vieja y quería regresar "a morir a su tierra" y las sospechas de mi madre sobre la llegada de mi tia a Mexico fueron ciertas, empezó a sopesar el regreso a la "tierra sagrada", como llamaban, segun me cuenta, ella y mi padre a Juchitán. Despues de mucho pensarlo, hizo una llamada.
- ¿Teniente Daniels?
- Coronel, pero si... Espera.
- Si, Shawn, soy yo.
- ¿Carolina? ¿A que debo el honor de tu llamada? Cuanto tiempo...
- Si, ya se. Creí que si no hablaba con nadie no me buscarían, pero ya me llegó la carta 148.
- ¿Llamada al servicio del Retiro?
- Si. Al parecer el regreso de Adriana activó la alarma.
- Eso parece. ¿Lista para volver?
- Preciso por eso te hablo. ¿A qué regreso? ¿Hay trabajo? Y mas importante, ¿Un buen preescolar para Peter que sepas?
- Las tres cosas se responden con una palabra. Cydonia.
- ¿Lo activaron?
- No, pero a eso vendrías. Nadie convencería al Senado como tú lo harías. Y considera que conoces a la mayoría.
- ¿Que porcentaje es de la división?
- Como el 80.
- Bien. Pásame el protocolo. Llego en 5 días.

Y así fue. Tanto que lo pensó para terminar volviendo en 5 días.

El Último Caballero De Cydonia: Crónicas De Paralela Existencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora