Capítulo 5:"El intruso"
Me removí inquieta en la cama y comencé a sentir frío, así que me levanté a chequear la ventana si estaba abierta pero me di cuenta que se encontraba cerrada.
Qué raro.
Entonces, ¿Como demonios sentía tanto frío? Solo habían dos posibilidades sobre esto, a) es que soy muy friolenta como ser humano o b) que era el simple hecho de llevar remera sin mangas.
Tus teorías son estúpidas, al que igual que tú.
Sacudí mi cabeza un par de veces, cerré las cortinas y bajé a la cocina por un vaso con agua. Al terminar de beberlo, comencé a escuchar unos ruidos que provenían del jardín. No le di la mínima importancia ya que estaba acostumbrada a cierta presencia de animales.
El verano pasado antes de las vacaciones encontramos rondando a un caballo en nuestro jardín que aún no entiendo como rayos ese animal pudo haber llegado.Misterios sin resolver.
Apagué las luces y volví a mi habitación, pero el ruido se hacía casa vez más intenso y se escuchaba cada vez más de cerca. Me detuve en el primer escalón y observé a la ventana que podía ver desde la cocina.
—Tranquila Sara, debe ser un caballo.–me aseguré a mi misma.
Subí a mi cuarto con tranquilidad y cuando llegué, la ventana estaba abierta de par en par. La piel se me volvió a erizar. Me acerqué a la ventana para cerrarla pero en ese momento alguien me agarró del abdomen llevándome con sigo hacía atrás, tropezando y tirando todo a nuestro paso. Quise soltarme de la persona, pero no podía despegarme de ella puesto que eras más fuerte y grande que yo, finalmente pudo tirarme al piso.
Efectivamente no pude ver su rostro por la falta de luz y porque también llevaba puesto una capucha que cubría la mitad de su cara.—¿Que quieres?, dinero no tememos. –dije con la respiración agitada en el piso.
Se acercó y me dio otro golpe en la cara y cuando tuve la oportunidad de ponerme de pié, un grito escapo de mi boca cuando me empujó fuertemente contra el espejo del tocador, haciendo que las cosas que estaban encima se cayeran haciendo impacto contra en suelo. Sentía mi mejilla que comenzaba a arder y ese fue el momento en que sentí el grito de mamá llamándome.
—¿Sara?
—¡Mamá!–grite. Agarré un objeto del piso y se lo tiré fuertemente por su espalda, soltó un quejido de dolor. Retrocedi con rapidez y justo en ese momento me encontré con mamá, su cara de susto y preocupación lo decían todo.
—¿Pero que acaba de ocurrir aquí? –preguntó con enfado y sorpresa al encontrar todo revuelto.
—Alguien acaba de entrar y me golpeó. –respondí nerviosa apuntando a la venta.
—La ventana esta cerrada Sara, debiste tener una pesadilla.
—Fue real, lo juro.–Mire a la venta y sorpresa, estaba cerrada. No me había dado cuenta y un par de lágrimas comenzaron a caer.—Imposible.- susurré.—Estaba aquí e hizo que rompiera todas mis cosas.
La vi observando la habitación aún con su ceño fruncido.
—Esta todo perfecto aquí–mire mi habitación y estaba en perfecto orden a excepción de la cama.—, y tu cara no tiene ningún golpe.– aseguró llevando sus manos a mis mejillas.
Me aparté de ella y me acerqué al tocador para verificar que era cierto, ni una marca.
No podía ser cierto, yo había sentido ese golpe. Volví mi vista hacia ella que me miraba con desolación.—Ahora, traquilizate un poco, vuelve a dormir y mañana hablaremos sobre esto.
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Sebastian | En edición|
Vampir《Él llegó para protegerme, llegó para destrurime, llegó para tantas cosas que lo último que quería era atarme a él.》