Capítulo 6:"Viejos conocidos"
Jueves tan solo un día para finalizar otra larga semana, el transcurso del día se hizo bastante largo durante las horas de clases pero en cambio las últimas semanas pasaron volando y, agradecí, en esos días no tuve ningún cambio de palabras con Sebastian, aun mi subconsciente dudaba que él hubiese sido la persona que se metió dentro de mi cuarto aquella noche.
Unas horas después de clases me senté en uno de los cubículos del bar de Bob donde me encontraría con Jes para comer algo y luego hacer cualquier otra cosa por ahí.
Revisé mi celular mientras la chica de alterne ponía los menús sobre la mesa, tomé uno y lo chequee aunque no me fuera difícil elegir lo que comería.
El teléfono vibró sobre la mesa y lo tomé, al encenderlo una notificación de mensaje de parte de Jes saltó en la pantalla."Estoy atrapada en la biblioteca, tardaré un poco más de lo planeado; lo siento"
Respondí a continuación su mensaje, texteando que se tomara el tiempo que sea necesario y que lo dejaríamos para la próxima.
Contemplé un poco más el lugar mientras esperaba mi comida y mi vista se detuvo del otro lado de la vitrina y allí afuera se encontraban Sebastian con otro muchacho el cuál no pude reconocer, lo que sí, era unos centímetros más bajo que Sebastian, era pelinegro y de tez blanca, sus ojos eran azules. No discutían, todo lo contrario, al terminar su charla se despidieron con un saludo, cuando me di cuenta de que Sebastian iba a entrar al restaurante, tuve la la tan tonta idea de esconder mi rostro detrás del menú.Mala idea.
Él carraspeó dándome el dato de que ya me había visto. Cerré los ojos con fuerza y saqué el menú que me cubría la cara, sonreí nerviosa al mismo tiempo que mi plato de comida llegaba.
—Creo que las horas que compartimos en la escuela no son suficientes.–dijo ladeando una sonrisa.
—Disculpa por la esmera coincidencia.–respondí llevando pasta a mi boca.—¿Qué haces aquí?–pregunté finalmente a la vez que se ubicaba en la silla de frente.
—La comida de aquí me fascinó.–respondió con seriedad y encubriéndose de hombros.
—¿Tu mamá no te quiere cocinar?–pregunté divertida.
—No es el hecho, quería pasar por aquí antes de regresar.
—¿Era tu hermano con el que hablaste allá? –pregunté de la nada.
—Era sólo es un viejo conocido.–respondió.
—No sabía que tenías conocidos por aquí.–dije en un murmuro que escuchó.
—Que curiosa eres conejita¹, me agrada.–rió.
—Con toda la sinceridad del mundo, no me interesa lo que te agrada.–frunci el ceño.—¿Me acabas de decir conejita?–reí sarcástica.
—Es bonito y te queda, además y si lo hice ¿Qué?–se alzó de hombros, se inclinó en la mesa, levantando sus manos hasta mi cara y rozó su pulgar sobre mi labio quitando la salsa que me había quedado allí. Sus ojos azules viajaron a los míos haciendo que mi piel se erizara a lo que no tardo en darse cuenta. Me alejé.
Muy tarde.
Llevé mi pelo tras mi hombro, tomando de nuevo el hilo de nuestra resiente charla tratando de hacer como si nada hubiese pasado, aunque sería ridículo, porque ya lo había notado. Y estaba segura de que ya me había ruborizado.
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Sebastian | En edición|
Vampire《Él llegó para protegerme, llegó para destrurime, llegó para tantas cosas que lo último que quería era atarme a él.》