Capítulo XI

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  Sabía que tenía que terminar con Caleb, no podía seguir mintiéndole al decirle "te quiero", al decirle "Raphael es solo un amigo", porque en mi corazón veía a Raphael como todo menos como "solo un amigo", la cosa era que no encontraba el momento adecuado para hacerlo, ¿Cuál es el momento adecuado para terminar con alguien, si ese es el caso?. Siendo muy sincera, había evitado a Caleb por poco más de un mes, cada vez que me quería ver alegaba que tenía mucha tarea, y cuando hablábamos me mostraba distraída y distante, y siendo aún más sincera no sabía como él no había terminado
conmigo primero.


Tenía que terminar con Caleb, pero ¿cuándo?

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—Espera, ¿Qué?— Pregunté con la nariz arrugada, confundida. Caleb llevaba parloteando unos 15 minutos sobre una sorpresa que le estaba ayudando a Evelyn a organizar y en cuanto dijo su nombre me desconecté completamente, pero al escuchar la mención del nombre "Raphael" Caleb volvió a capturar mi atención en un segundo, Caleb me miró con reproche.

—¿Qué no has estado escuchando?—

—Si, pero me he confundido, ¿te importaría repetirlo?— Mentí con una sonrisa apenada falsa. Caleb suspiró sonoramente.

—Evelyn quiere cantarle una canción a Raphael por su cumpleaños y el día de la fiesta de San Valentín, pero ocupa ayuda y quería ver si estabas interesada en ayudar.— Dijo con tono cansino mientras me miraba con la cabeza ladeada, en mi estómago se formó un nudo y pude sentir como el aire se me escapaba, pero tenía que mantener la compostura, no podía perder los nervios por Raphael en frente de Caleb.

—¿Y necesita ayuda para eso?— Espeté un poco más duramente de lo que esperaba, la expresión de Caleb cambió y me miró sorprendido, rápidamente carraspeé y me corregí.— Es que suena relativamente sencillo, amor.— Desvié la mirada y la dirigí a la puerta de la cafetería, Caleb me miró entornando los ojos.

—Tomaré eso como un "no"— Espetó entre dientes y suspiró, mi mirada seguía perdida y Caleb me tomó por la barbilla, dirigiendo mi mirada a él, parapadeé enfocando la mirada.— Layla, ¿Qué pasa contigo últimamente?— Sus ojos me miraban preocupados, la miel en ellos se derretía y el nudo en mi estómago se acentuó, tragué duro y negué con la cabeza.

—No pasa nada.— Dije en voz baja, sin desviar la mirada esta vez, su mano que estaba posicionada en mi barbilla bajó a tomar mi muñeca izquierda, inmediatamente me tensé y mis ojos se abrieron, él enarcó una ceja.

—¿Ah no?— Sus dedos jugeteaban en mi muñeca y mi corazón palpitaba fuertemente dentro de mi pecho, tragué nuevamente y negué rígidamente con la cabeza mientras intentaba deshacerme de su agarre con suavidad.

—Tengo que ir al baño.— Sonreí a fuerzas al tiempo que intentaba incorporarme, Caleb me tomó nuevamente por la muñeca y me hizo sentarme, el pánico estaba asendiendo a una velociodad peligrosa por mi garganta.

—Estoy preocupado por ti, Layla. Siento que me estás ocultando algo, bonita.— Sus ojos escrutaban los míos y no podía hacer nada salvo intentar con todas mis fuerzas no explotar en ese mismo instante. No quería seguir mintiéndole a Caleb, y sabía que ese era el momento perfecto para terminar con él "Hazlo. No tengas miedo Layla." Mi conciencia me taladraba y mis sienes comenzaban a punzar, pero por alguna razón no podía encontrar las palabras que yo sabía estaban ahí. Tragué duro y hablé.

—No pasa nada, cielo. Solo tengo que ir al baño.—

No eran las palabras que esperaba, pero por lo menos logré hablar. Caleb no soltaba mi muñeca y no dejaba de mirarme, ambos sabíamos que estaba mintiendo, pero ninguno dijimos nada, después de un segundo soltó mi muñeca, suspiró y desvió el rostro.

—Vale.— Dijo abatido sin mirarme, me levanté y me dirigí a la puerta, al estar en ella dije en voz alta.

—¿Caleb?— Volteó hacia mi.— Dile a Evelyn que cuenta con mi ayuda.— Dije sin pensar, y al segundo que lo dije me arrepentí y salí de cafetería.

¿Qué carajos estaba mal conmigo?

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14 de Febrero.

— Entonces, ¿Tenemos un trato? — Me preguntó Evelyn con una sonrisa emocionada pintada en su rostro, me limité a asentir rígidamente. No sabía como había accedido a ayudarle a Evelyn con este pequeño plan, pero ahí me encontraba, diciéndole que en unos 10 minutos máximo llevaría a Raphael a mi lugar secreto en la escuela en el cual Evelyn estaría esperándole, lista para cantarle. Evelyn aplaudió cual niña pequeña y tomó mi mano, haciendo que volviera mi mirada a su rostro, la chica de cabello rizado me miraba agradecida. — No sabes que tan emocionada estoy por esto. Gracias, Layla. — Sus ojos se mostraban tiernos y el nudo en mi garganta me impedía contestar algo, por lo que forcé media sonrisa y me deshice de su agarre con suavidad, dándome una media vuelta para buscar a Raphael. Me encaminé en dirección contraria, alejándome de Evelyn, cuando una mata de cabello azabache se mostró frente a mi. Scott.

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⏰ Última actualización: Sep 05, 2016 ⏰

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