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América

Al llegar al cuarto de Ethan era un total desastre, estaba solo y con solo un calzoncillo color naranjo, tumbado en la cama mirando al techo y sollozando.
- chicas- sollozó- no tengo nada que ponerme, y me veo del asco, y dah no pienso salir así, los chicos no voltearan a verme si sigo así- se levantó,con su perfecto y tonificado abdomen frente a nosotras caminando históricamente de un lado a otro.

- ¡BASTA!- Exclamo Sara- ni que te fueras a casar, yo arreglo todo, no problema- dijo desapareciendo.
Pronto llego con un conjunto de ropa sobre su brazo.- muy bien, te pones eso, y te quiero listo, por que en 5 minutos nos vamos- Ethan asintió asustado por la mirada intimidarte que Sara le dio.
Cuando Ethan estuvo listo nos dirigimos a la dichosa fiesta.
No tengo que mencionar que él maldito se veía estupendo.

Los nervios eran tantos que las manos me comenzaban a sudar, él lugar donde se situaba era en él gimnasio de la universidad, bastante amplio debo decir. No habían profesores custodiando la entrada, lo cual me sorprendió un poco pero solo lo ignore.

Cuando por fin entramos, luego de una larga fila, él olor a alcohol me llego a las fosas nasales, la gente bailaba pegada en la pista de baile.
Estaba repleto de gente, lo cual me molestaba un poco, ya que no podía caminar a gusto.

Cuando llegamos a la barra me llamo la atención una chica, la cual miraba al vacío, obsoleta.
No podía dejar de mirarla, su rostro parecía haber sido esculpido por los mismos dioses, una figura perfecta, ella parecía no tener defecto alguno. Sentí una ¿molestia? En él estomago.

-despegate niña, parece que te estas comiendo con la mirada a esa muchacha de ahí- dijo Ethan con una sonrisa coqueta en él rostro.
Le golpee él hombro amistosamente.
Justo en él momento que iba a replicar llego Sara con los tragos.
Llego con un vaso pequeño, él cual tenia un olor muy fuerte, era transparente y parecía agua. Tome un sorbo, me pareció haber tomado lava, me quemaba toda la garganta.
-esto sabe asqueroso- dije a mis amigos, los cuales habían bebido 3 al hilo, los mire extrañada.

-después de un rato te acostumbras- hablo Sara encogiéndose de hombros y bebiendo otro más.
Miré a mi lado buscando con la mirada a la chica que había visto, pero esta ya no se encontraba ahí, si no que saliendo de aquél lugar, pero no iba sola, iba con una muchacha bastante sexy y provocativa.
Tuve impulsos de seguirla, pero me contube, y bebí, bebí mucho.
No se si fue por ella, lo cual sería raro, por que no la conocía. Solo se que sentí una sensación extraña de molestia.

- Sara, sabes que eres la mejor amiga de la vida?- dije riéndome.
Sara rió fuerte
-lo se cariño- en este entonces las dos estábamos completamente ebrias. Sentí como alguien se sentaba en la butaca de al lado, mire y la ví, esta vez estaba sola.
Puse mis senos sobre él mesón de la barra y la mire, sosteniendo mi cabeza con mi mano. Ella me miro, sus ojos, oh! Sus ojos, eran de un color azul, parecidos al mar. Sus labios eran rosados y carnosos.
- Por que no sacas una foto? Duran más- tomo un sorbo de su vaso.
Reí como si me hubieran contado él chiste mas gracioso del mundo.
Me miraba seria, con cara de pocos amigos, lo cual me intimido un poco.
Se acerco un poco a mi, lo cual hizo que mi corazón se acelerara

-quieres salir a fumar? - dijo cerca de mi rostro.
Dude un momento en ir, vamos, ella era un total desconocida y podia ser una violadora o asesina en serie.
No pude evitar asentir, como si mi cuerpo solo reaccionara ante lo que ella me decía, solo se que no pude negarme.
Solo se levantó del asiento y me miro, para luego andar.
Un sentimiento extraño se apodero de mi, era como si algo me dijera que estaba mal seguirla, que algo malo ocurriría.
Miré al lado esperando ver a Sara, para que me diera algún consejo o algo, pero ella se encontraba bailando pegada a otro tipo. Y de Ethan no había ni rastro.
Suspiré y me levante, que sea lo que él destino tenga preparado para mi...

Siempre la misma luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora