El último adiós.

Comenzando de nuevo.

Se supone era un One-Shot pero que va :v

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 Haruka tardó unos minutos en reponerse, no era fácil para él estar en este estado, eran muy pocas las veces que peleaba con Makoto, de hecho podía contarlas con una sola mano y le sobrarían dedos.

Sin mas se fue a acostar, no tenía ganas de nada, menos de darse una de sus largas duchas, en las que se sumergía en su amada y cristalina agua que le ayudaba a despejar su mente y relajarse, pero esta vez no serviría, no, nada lograría reponer a su adolorido corazón del suceso que se aconteció hace poco. Se sentía devastado, pérdido, solo... tan solo...

Las horas pasaron y el no podía cerrar los ojos, no paraba de mirar a la pared perdido, nuevamente esos recuerdos le invadieron, la sonrisa de Makoto, aquella mano que siempre se le era ofrecida con tanta amabilidad y que transmitía tantas cosas, esa mano ya no estaría allí para él, esa voz tan dulce llamándolo, apoyándolo.

 ¿Se repondría de está?

No estaba tan seguro, como podría el siquiera ir a la escuela sin antes escuchar la armoniosa voz de Makoto diciendo que llegarían tarde, como todas las mañanas lo buscaba en su casa y aun sabiendo que la puerta estaba abierta para él pedía permiso antes de adentrarse, así era Makoto, y todas esas cosas hacían al chico especial.

entonces...

¿Por qué lo trato así y le dijo todas esas cosas?

Tal vez por rabia, el amaba mucho a Makoto, se descontroló, realmente no sentía asco de Makoto, ¡Por supuesto que no!, Makoto le producía un sin fin de sensaciones pero nunca asco, solo lo dijo porque de lo que realmente se sentía asqueado era de él mismo, si... Nanase Haruka sentía asco de su sola actitud, que a pesar de que Makoto le dijera que lo amaba y tratara de razonar con él, aun después de decirle tantas cosas feas, él no pudiera detenerse, odiaba su forma egoísta de ser, solo pensó en como se sentía él, y le hacia rabiar que el más alto tratara de mantener el control, odiaba que no parara de recordarle cuanto lo amaba, aun después de todo eso.

Makoto no se merecía un trato así, él mismo Haru no se sentía merecedor de toda su atención y amor, no, el siempre pensó que Makoto era demasiado para él, si no estuviera Makoto de seguro él ni siquiera tendría amigos.

El sonido de su celular lo sacó de sus pensamientos, él no era de utilizar ese aparato pero solo por Makoto y sus constantes razones para usarlo es que lo tenia encendió, gracias a dios que lo tenia encendido en ese momento, ya que la noticia que le dieron lo rompió.

A toda prisa salió de su casa, solo procurando llevar consigo un abrigo y sus llaves fue que salió rumbo al hospital. Al llegar pudo ver a la familia Tachibana ahí, los gemelos se hallaban dormidos, la madre de Makoto al verlo corrió a su encuentro y le dio más detalles de lo ocurrido.

Makoto había sufrido un colapso, Haru sabia que era su culpa, él sabia que su amigo y novio estaba muy mal por sus constantes peleas, sumándole sus propios deberes personales, eso provocó que el menor colapsará. Por suerte no era nada muy grave, pero su cuerpo estaba débil y cansado, en estos momentos solo necesitaba descansar.

Desde que llegó ahí el no se despego de la sala de espera, quería verlo, aunque no fuera correcto, él necesitaba estar a su lado, necesitaba apoyarlo...