Se abrió la caja de Pandora... La galaxia podría definirse como algo indefinido pero infinitamente hermoso, un conjunto de estrellas, mundos, supernovas, sistemas, asteroides, entre otros.
Así, así es Galaxia, un torrente de cascadas oscuras como la inmensidad del espacio, unos ojos como el centro de los agujeros negros, sonrisa como la vía láctea y unas caderas que me hacen recordar los anillos de Saturno.
Apareció, hermosa como siempre, con un carácter sobre potente pero tierno al mismo tiempo, rebelde pero inmaduro. Me digne en dirigirle la palabra durante un tiempo donde la relatividad se quedó de palabras cortas debido al sentir de las manecillas del reloj que iban mas lento que nunca al no saber nada de ella.
Un simple "Hola", bastó para derrumbar la presencia del Sahara por un momento y ubicarme en plena órbita. Entre palabras surgieron anécdotas y una buena conversación. Sin embargo, así como cuando un astronauta pasa mucho tiempo fuera de su cabina espacial al cabo de bastante tiempo se sienten los síntomas de la radiación expuesta.
Un cambio de actitud repentina me transporto a una tormenta espacial donde mi cabina se había perdido, cuando de su boca salieron asteroides gigantes que atentaron contra el amor que aún sentía por ella. Allí se fue todo, ganas de volver a explorar tan basto conjunto de estrellas, ya que la galaxia había tomado un rumbo auto destructivo del cual podrá arrepentirse.
Escapando por mi vida hacia la cabina analice mi situación y me di cuenta que estaba en la misión equivocada, ya que las misiones de búsqueda, exploración y conquista habían terminado y no quedaba mas nada sino llevarlas a cabo en un lugar inhóspito, un lugar como el Desierto del Sahara.
Quizás la galaxia vuelva hacia mi mas adelante... No lo sé, pero algo que sé es que la próxima misión fue enviada ya.
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Soberana Mente
RomanceDesenlaces extraordinarios en la vida cotidiana de un sujeto extraño.