«MICAELA» [Michael Jackson Fanfic]

7

2 meses después.

—Michelle, tienes que comer, anda —Acercó su plato pero lo alejé con mi mano. Hace ya varios días que había perdido el apetito. —¡Vamos! A ti te encanta comer ésto.

—No tengo hambre, Julie. Luego lo probaré.

—Eso haz dicho desde hace días y después sigo viendo los platos intactos —Bufó—. Yo misma preparé ésto, porque sé que es tu platillo favorito y ahora te lo tendrás que comer sí o sí porque no me arriesgue a quemarme a mi y a mi cocina para ésto. ¿Quedó claro? —Me sentí como una niña pequeña después de que su mamá la regañara. No me quedó de otra y acepté la comida que me ofrecía Julie porque si no, ella seguiría insistiendo hasta que yo le terminara obedeciendo. Ya había pasado algo así en casos anteriores y al final terminó dándome de comer en la boca como a una bebé. —Muy bien, así me gusta. —Dijo.

—Para ser tú quien cocinó ésto, te quedó demasiado rico. —Murmure después de comer una parte de los fideos bañados en salsa acompañado de albóndigas.

—Traeré el postre —Dijo para después levantarse de donde estaba sentado e ir corriendo a la cocina. Cuando regresó traía una porción de pastel de chocolate de 3 leches. Me pasé la lengua por mis labios.

—Me va a dar diabetes si pruebo eso. —Dije sólo de verlo.

—No lo creo, pero tal vez si te comes una porción así todos los días tal vez ayude a que engordes un poco. Estás muy delgada desde que pasó lo de... —La hice callar poniendo mi dedo en mi boca. Aún no podía superar eso y sinceramente no sé cuándo podré hacerlo. —Ya tienes que salir, no te puedes quedar aquí todo el tiempo. —Y es que, desde que había pasado éso yo no había salido para nada a la calle. El único día que salí fue para asistir al velorio de Michael y había tenido un pequeño problema con Joseph, porque no me permitía estar ahí, pero al final Katherine habló con él, y así logré estar presente ahí. Y a la semana de eso había salido a comprar algunas cosas y me topé con fans de Michael muy enojadas conmigo, me dijeron cosas muy hirientes. Después de eso mis ganas de salir y hacer algo productivo eran nulas.

—Tú sabes muy bien que no puedo...

—Michelle, yo sé que esto para ti es duro, yo sé que es algo muy difícil de superar pero también sé que no es imposible tratar de olvidarlo o tan siquiera, tratar de vivir con eso. —Iba a responderle pero ella hizo un gesto que hizo callarme. —Tu madre ha estado hablando por teléfono todos estos días, y las veces que yo puedo contestar le he dicho lo mismo que tú me pides que le diga "Michelle no está dispuesta para contestar."
¿Crees que ella no está preocupada por su única hija?  —Al ver que yo no decía nada, salió de mi habitación no sin antes decirme: "Estás siendo un poco egoísta, ¿no crees?"
Y se fue. Dejándome sola. Lo que necesitaba para poder pensar muy bien qué es lo qué haría.

En parte, Julie tenía razón,yo estoy siendo muy egoísta con las personas que se preocupan por mi. Necesitaba cambiar, necesitaba salir, eso es. No puedo seguir quedándome aquí encerrada para siempre.

Limpié algunas lágrimas con el dorso de mi mano. Y me levanté y fui al baño para darme un relajante y rico baño.  Eso me ayudó mucho.

Salí envuelta en una toalla y empecé a buscar ropa en mi armario. Elegí unos pantalones azules y una blusa negra sencilla. Después me pasé a sentar en mi peinador y miré mi reflejo en el espejo. Lucía fatal, dios mio. Las bolsas negras de bajo de mis ojos se notaban demasiado, y mi cara estaba más pálida de lo normal. Tomé un polvo y una brocha y la pasé por mi rostro, intentado mejorar mi espantoso aspecto, y logré verme mejor, ahora ya no parecía un zombie. Mi cabello lo dejé suelto y en ondas.