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Parpadea paulatinamente adaptándose al cambio de luz, al momento de poder enfocar su entorno se encuentra desconcertada notando que no reconoce ni la mitad de las cosas allí. Se sienta sobre la cama con cautale prestando atención a todo en absoluto silencio, solo entonces el recuerdo mas cercano cruza su mente iluminando sus pensamientos. Está en la dichosa casa de Richard.

Un leve encogimiento dio paso a una revolución dentro de su estomago, el hambre voraz la hizo salir de la habitación y encararse con un largo pasillo, siguiendo su instinto y olfato llega al principio de unas escaleras. Al pie de estas misma, de espalda, está Oliver.

- Esto se llama secuestro -habla por primera vez bajado las escaleras para unirse al Guardián.

- No te ibas a callar nunca -él sonríe leve antes de girarse y emprender camino. Ella lo sigue rápidamente.

Si bien la habitación es espaciosa y el pasillo algo oscuro definitivamente la cocina es la parte mas hermosa de esa casa. Al entrar notas una gran mesa de marfil justo en medio que es utilizada como comedor, de un lado del mismo material la cocina y los utensilios pero lo que vuelve especial la cocina es la hermosa vista al final, detrás de un gran vidrio el paisaje de una playa de agua tan clara como el cielo.

- ¿Te gusta lo que vez? -pregunta Richard apareciendo en la campo de visión de ella, alzando las cejas repetidas veces. Bianca gira la mirada a él notando que solo tiene puesto un short dejando al descubierto su casi inexistente cuerpo formado, rueda los ojos ante su doble sentido.

- Tengo hambre -cambia de tema pasando aun lado de él.

- Yo tengo todo lo que necesitas -Richard amplia su sonrisa recibiendo un golpe en la nuca por parte de Oliver.

- Ya dejala.

Kyan camina hasta Bianca y deja sobre la mesa un plato con un desayuno muy improvisado. Ella murmura un agradecimiento sentándose. Frente a ella está Mikael solo bebiendo un jugo.

- ¿Ya comiste? -Mikael alza la vista y la observa en silencio por unos largos minutos.

- No nos alimenta la misma comida -responde al fin sin variar su expresión. Kyan se sienta junto a ella con un plato-. Excepto el Neutro, que funciona diferente a todos.

Kyan ni se inmuta, empieza a comer en silencio. Oliver se sienta aun lado de Mikael mientras que Richard en la cabecilla de la mesa. El silencio reino el comedor hasta que Richard empezó a murmurar cosas sin sentido. Bianca fija su vista en él frunciendo el ceño.

- Los muertos lo atormentan -comenta Oliver llevando un pedazo de pan a su boca.

- Así como a ti los demonios y ángeles -Kyan voltea a verla notando como su ceño fruncido se suaviza-, tu sueles murmurar cosas sin sentido cuando eso sucede.

- Intento aprender su lenguaje -regresa la vista a su plato. Mikael se fija en ella entrecerrando los ojos con suspicacia.

- Cuando lo consigas te mataran -finaliza levantándose para alejarse de allí.

Poco después estaba Richard devuelta con sus comentarios burlones. Así como Mikael, Kyan se marcho dejándola con el médium y el guardián.

- Con mas fuerza, niña -gruñe Richard sujetando los brazos de ella con visible facilidad-. Eres muy débil.

Consigue quitarle la daga y estamparla contra la arena dejando que una pequeña ola la mojara por completo, se aparta al instante. Oliver le tiende la mano ayudándola a levantarse.

- Anda a ponerte algo seco -le ordena a Bianca antes de girarse hacia Richard-. Ahora tu y yo.

Bianca corre al interior de la casa dejándolos solos. Richard sostiene la daga con firmeza sabiendo que no es lo mismo estar contra Bianca que contra Oliver.

- Solo una runa -Oliver sonríe alzando la daga y pasándola con firmeza en su muslo izquierdo. Una calidez lo invadió.

- Sin trampas, Guardián.

- Sin trampas, Médium -repite acercándose con gran agilidad a su oponente.

Es cuestión de segundos en el que Richard caiga al suelo mientras que Oliver sujeta con una mano el brazo donde sostiene la daga y la otra mano abierta sobre su pecho. Richard experimento la falta de oxigeno o eso creyó él.

- No te muevas tanto, solo te estoy quitando tus habilidades momentáneamente -tensa la mandíbula al verse obligado a presionar con mas firmeza la mano sobre el pecho del Médium.

La mano libre de Richard fue a parar en la arena aferrándose con fuerza. Un puñado de arena en la cara de su oponente es suficiente para alejarlo y poder estabilizarse aun acostado en el suelo.

- ¡Sin trampas, Médium! -gruñe Oliver volviendo a tomar la misma posición de antes solo que esta vez un frío lo invadió apenas toco el pecho de Richard haciéndole estremecer.

- No puedes quitar habilidad a lo que ya no tiene habilidad, Oliver -ríe entre dientes.

Oliver sintió ahogarse. Aleja su mano del pecho de Richard notando esta vez una sombra sobre el cuerpo de este, sombra que no le pertenece a él -aun estando contra luz-. Se sienta sobre la arena aun lado del Médium intentando controlar su acelerada respiración y regresar su temperatura corporal.

- Buena jugada, Richard -murmura Oliver tragando saliva-. No puedo quitarle la esencia a un muerto simplemente porque ya no tiene.

- Ventajas de ser Médium.

- Habilidades de un médium -corrige.

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Actualización: Próximo Jueves :).

xDaxnx

A través de sus ojos. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora