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Bianca se sintió torpe, aun mas al momento de girarse para preguntar que ropa podía usar y encontrarse a Oliver sobre Richard. No quiso molestar, ellos sabrán lo que hacen.

Mikael la observa desde arriba con sumo cuidado. Algo en ella le impedía confiar y no es por tener como "ángel" a un Neutro, es ella. Si bien a primera vista resulta ser una chica débil y dispersa, hay que fijarse muy a fondo para poder notar ese algo que no le permite confiar del todo. Puede que sea su falta de carácter que la hace fácil de manejar. 

— No es ella —habla Kyan después de un prolongado silencio—. Puede ser el Médium.

Mikael niega aun con la vista fija en ella. En su dudoso caminar. En su creciente curiosidad.

— Es ella. Solo mirala, tiene todo lo necesario —responde con monotonía sin variar su expresión.

— Ella es débil, no lo conseguiría ni aunque le pusiéramos...

Guarda silencio al escucharla murmurar cosas. Desde arriba lo que ella dice no se percibe con claridad.

Se detiene en medio de la entrada con la mano estirada en el plomo, lentamente abre la puerta tratando de ser lo mas silenciosa posible. Va a irse. No llegara a nada quedándose allí.

Una brisa fría la envolvió haciéndola estremecer, el cielo ya no era claro y el mar tampoco. Girando repetidas veces hacia atrás procurando no ser seguida sigue en vía recta por la carretera. Poco a poco el mar fue dejando de ser centro de atención para dar paso a unos enormes arboles y completa humedad. Ni ella misma sabia lo que hacia, solo que él dijo que debía salir de allí.

Se detuvo de repente, otra vez él le murmuraba que hacer. Se dejo guiar entre la naturaleza, ya a estas alturas nada le sorprendía. La oscuridad empezó a reinar mientras que el camino es iluminado solo por la luna y ésta no está en su máximo punto por ello enfocar algo le resulta difícil. De frente se encuentra una iglesia antigua y realmente bien escondida, ya la valentía que había sentido se esfumo. Ahora el sentimiento que predomina es la inquietud y un poco de miedo. 

— Bienvenido Visor.

Ella se sobresalta y gira encontrando a un hombre. Lo que mas llamo su atención fue la armadura que portaba.

— Soy el Centinela a cargo del templo, te estábamos esperando —inclina ligeramente la cabeza hacia aun lado invitándola a pasar. Niega repetidas veces.

— No, yo... No soy quien buscan —murmura aclarándose la garganta. El Centinela la observa con intensidad.

— Lo que mas tengo son años, y con ellos experiencia. Entre al templo, Visor —repite la acción.

Ella vuelve a negar intentando pasar a su lado e irse. Él la sujeta por los hombros con firmeza impidiendo su cometido y termina empujándole hacia el templo. Allí, justo en medio, está dibujado una runa muy parecida a alguno de los tatuajes que Oliver les enseño. 

El Centinela se detiene justo frente a la runa y suelta los hombros de ella.

— Aquí tiene —le entrega una daga—. Todos tenemos una.

Y como si esa fuese una frase de entrada varias personas aparecieron colocándose también alrededor de la runa.

— Somos doce... Pero ahora no tienes a nadie...

Aquella voz. Sus ojos se encontraron con los de una mujer mucho mas joven, de apariencia hermosa. En su cuello cuelga un collar purpura, lo reconoció como el Inmortal aquel que guarda consigo el alma y esencia de sus antepasados y permite este poder a sus descendencias. Justo a su lado un hombre de aspecto rustico y muy varonil, el lobo. Del otro lado un sujeto de piel pálida y ojos penetrantes, el Vampiro.

A su lado una mujer baja muy hermosa, la Híbrida. Le sigue el Neutro, luego el Guardián, el Ángel, a mi lado el Centinela. Del otro lado el Médium, el brujo y el Demonio. Los doce, solo que ellos bajo sus pies dibujado con el mismo material que la runa un circulo color rojo y bajo mis pies color azul.

— Estas a tiempo, Visor... Seguimos siendo doce —Vuelve a decir ella con esa voz que por varias noches la atormento.

Todos allí la observaban. Ella era la ultima en elegir. 

— Usa la daga sabiamente —menciona Kyan haciendo que ella lo mire.

Aquel que decía querer salir del circulo termino estando de acuerdo con ellos. El Ángel, creyó que por ser una divinidad buena escogería otro rumbo. El Médium que menciono estar de acuerdo con ellos y en contra de los otros. Y el Guardián que jamás estuvo de su lado aparentando lo contrario.

La daga. Salvación o destrucción. 

Los bordes de la runa empezaron a brillar con intensidad al igual que el circulo bajo los pies de todos. Solo debía unirse pero, ¿Cómo?

Desde pequeña le habían dicho que si no podía contra algo que se les uniera, seguir la corriente era mejor que ir en contra pero, ¿Y si seguir a los demás no era lo que realmente quería? Se imagino varias veces en esta situación, ella teniendo que elegir y haciendo que todos a su alrededor cambiaran de parecer eligiendo lo mismo que ella. No sucede así, las cosas no suceden como uno las imagina. 

Linea por linea de la runa empezaron a brilla haciendo mas intenso el momento. Todos aun la observaban esperando tomara la decisión correcta.

Si poder evitarlo recordó aquella mañana en el bosque, donde Kyan le enseñaba a usar una daga. Él le había dicho débil y puso la daga en el cuello de ella. Luego el recuerdo de Oliver reclamándole a Kyan sobre no poder defenderse del Inmortal. Poco a poco la imagen de Richard fue apareciendo, él diciéndole débil. Indirectamente cada uno de ellos le recalcado que era débil y que no podría.

Si no puedes contra ellos unete. Ella no puede, así como ellos lo habían dicho. Era muy débil para ir en contra de sus principios.

Sujeta con firmeza la daga mientras que sus ojos brillan de dolor y tristeza amenazando con soltar lágrimas sinceras. Alza ambas manos con el puñal hacia ella, sin darse cuenta sus mejillas ya están humedecidas.

— No puedo porque soy débil y mi debilidad me impide hacer algo que pienso no es correcto —susurra apenas cerrando los ojos con fuerza.

Un dolor agudo la invadió en el pecho, tambaleante se dejo caer al suelo permitiéndose el ultimo suspiro de vida como suyo. Ella por fin respiro por si misma, porque quería y fue el ultimo. 

La runa dejo de brillar, el circulo bajo los pies de todos también. La profecía se había cumplido. 

***

He aquí el ultimo capitulo. Espero la novela haya agradado.

xDaxnx

A través de sus ojos. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora