A lo lejos entre las montañas, situado en una pequeña casita, dos saiyajines recobraban el aliento de una ardiente aventura.
Recostados sobre unas mantas en el suelo con sonrisas satisfechas y plenas, uno de ellos se atrevió a mirar al otro con dulzura suplicando por un beso, sintiendo gusto a pleno y un cosquilleo en vientre cuando el contrario accedía a sus muestras de afecto.
Poco a poco el saiyajin más joven comenzaba a tomar terreno a medida que intensificaba el beso, acomodándose entre las piernas del mayor y abriéndose paso con sus manos cuales acariciaban todo en su camino...
-Te voy a Secuestrar-
Goku sujeto con firmeza la muñeca del príncipe saiyajin, su mirada punzaba acusadoramente al más bajo quien mantenía el entrecejo fruncido a más no poder por el disgusto.
Nada más hacia unos momentos que el saiyan de estrepitosa cabellera había pedido, más bien, exigido al mayor que entrenase con él.
La peliazul que contemplaba la escena se mostro sumamente perpleja ante la actitud de su viejo amigo quien intentaba doblegar a su esposo, y su sorpresa aumento cuando su marido intento alejarse de forma brusca del contrario siendo, en cambio, atrapado de las muñecas.
- ¡Suéltame ahora mismo! ¡Maldito insecto! – forcejeaba atrapado - ¡Suéltame ¡ -
- No me importa si no quieres – afirmo y con cierta molestia jaloneo más bajo por las muñecas hasta tenerlo sujeto por la cintura.
- ¡KAKAROTTO! –reclamó completamente rojo
- Si es necesario ¡Te secuestro! – y dicho esto utilizo la famosa técnica de tele transportación desapareciendo frente a los ojos de la peliazul.
Bulma permaneció perpleja en su lugar, dudosa en que si lo que vio fue real o una simple ilusión generada por el cansancio debido a tanto trabajo.
-Yo te voy a Robar... Un beso-
Fue en aquella ocasión.
Tras una discusión y muchos minutos de pelea, Goku se atrevió a tener contacto con el príncipe invadiendo su espacio personal y aun bajo la resistencia del de cabellos flama unió sus labios robándole un inocente beso.
La furia e impotencia condensada en Vegeta se fue disolviendo poco a poco con el contacto cuerpo a cuerpo y eventualmente se le hizo agradable, cediendo al gusto que le provocaba la forma tan candorosa con la que Kakarotto le acariciaba y besaba.
Un hormigueo le nació en todo el bajo vientre al príncipe, era una sensación única.
La sangre de ambos saiyajin hervía y se acumulaba tenue en sus mejillas, se dedos se entrelazaban aferrándose mutuamente y de forma desesperada. El de menor estatura arqueaba la espalda en busca de un poco mas de contacto con el cuerpo ajeno, la sangre se entremezclaba un poco en medio del beso.
Vaya pena de quedo cuando el soldado de clase baja se separo y viéndole a los enseño una pequeña sonrisa traviesa la cual fue nuevamente cubierta por su peculiar mirada inocente.
- ¡Aléjate Bastardo! – reacciono al hecho y con una patada se quito al más joven de encima, rápido fregó el antebrazo contra los propio labios tratando de quitarse el mal gusto y la esencia del menor que permanecía en ellos – Voy a matarte – amenazo colérico y con algo de pena que se disfrazaba con el rojo de su cara.
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Dragon Ball Yaoi!-
FanfictionBueno. Este libro contendrá sólo- oneshots- sin ninguna relación en particular y con cualquier pareja que se me ocurra o que ustedes sugieran. Sólo una regla. Cero Vegekaka. Las advertencias las pondré en los shots. Los personajes no me pert...