Espada y escudo.

5.- Veneno.

Desde hace tiempo se tiene la creencia que el agua sirve para purificar, lavar y sanar heridas físicas y, en algunas ocasiones, emocionales en los seres humanos.
Todos los eventos ocurridos en los que Francis acababa de ser partícipe junto con su padre lo comenzaban a llenar de nauseas y culpa
- Solo busca una clínica y estacionate hijo - Dijo Adam a Francis mientras con su mano tarataba de detener el sangrado de la herida en su antebrazo.
Francis se encontraba en un estado de culpa y pánico por los futuras consecuencias de sus actos y no tenía muy en claro que hacer los siguientes horas.

Finalmente padre e hijo llegaron a la clínica más cercana en donde Adam fue atendido y llevado a la sala de cirugías ya que la herida habia desgarrado algunos músculos y tocado el hueso de la zona, mientras, su hijo tenía la cabeza hecha un caos; había tornados y tormentas de pensamientos en la jóven mente de Francis y no estaba totalmente seguro si contarle todo lo ocurrido a Sarah, incluso no estaba seguro si contarle algo de todo esto a Gary a pesar de toda la confianza que le ha tenido en sus 19 años de vida; De hecho planeaba comentar esto con su madre como un simple accidente laboral.

Las horas transcurrían en la sala de espera de aquella clínica, las manecillas del reloj latigueaban la espalda del chico que podía sentir cada segundo como minuto y cada minuto como hora. La espera estaba matandolo hasta que pasadas cuatro eternas horas, Adam salió de la sala con el brazo cerrado de su herida y vendado para su cuidado. La cuenta de los servicios fue pagada poco despues de su salida de la sala de operaciones y padre e hijo pudieron marcharse a su cálido hogar tras una fuerte lluvia que azotó la ciudad.

Tras llegar a casa, Adam y Francis no se hablaron al salir del auto, solo se pudo escuchar un suave "Gracias" de la boca de su padre antes de que Francias fuera a su cuarto a tratar de dormir para ver si eso podría ayudarle a calmarse un poco para el día de mañana.
Por su parte, Adam le explicaba a su esposa una elaborada historia alternativa de el por que regresó en esas condiciones a esas horas de la noche. Todo parecía aclarado y la familia se retiraba a descansar para un nuevo día; mientras Francis trataba de cerrar los parpados para dormir, le era imposible no pensar en las futuras consecuencias que vendrían: Salir con miedo incluso a la escuela, no poder abrir la puerta de su hogar con seguridad y estar esperando un impacto de bala, cuchillada o golpes de frías barras de acero en su cuerpo en cualquier momento en el que abandonara la supuesta seguridad de su casa.
La presión le era tanta que terminó por levantarse a las 2:21 a.m. para ir con su hermano y tratar de sacar todo lo putrido que se le comenzaba a formar en el fondo del pecho.

-Gary- susurraba Francis a fin de despertar a su hermano -Gary ¿Estas despierto? Por favor te necesito para hablar de algo que ocurrio hoy con papá.-
Gary no era un chico de sueño pesado por lo que despertó cuando escuchó algo que involucraba a su padre.
- ¿Qué ocurre? - dijo Gary algo confundido y con una voz algo seca
- Papá y yo... - Francis tragaba saliva para casi cada frase - ... ¿Crees que una muerte este justificada? - trató de disimular.
- ¿Justificada? ¿A que te refieres hermano? - La confusión de Gary subía cada vez más con la platica de su hermano.
- Que si el quitar una vida puede estar justificado - alzó Francis un poco la voz por sentir algo de desesperación ante la poca comprensión de su hermano
- Pues, sabes que arrebatar algo que no es tuyo esta mal y ahora si es algo irremplazable es aún peor... - contestó Gary susurrando.
- Que gran ayuda - Pensó Francis.
- ... Aunque si tú lo quieres ver desde otro punto, fue algo que puede terminar ahí o seguir para mal - concluyó Gary. - Papá y su brazo, no fue algo laboral ¿Cierto? - preguntó.
- No, fue algo personal - respondió su hermano menor.
Un silencio se hizo presente en la habitación, un silencio que solo se podía generar en una habitación vacía y apartada de la población.
- Solo espero que esto termine con lo que papá acaba de hacer; de no ser asi, incluso mamá pagaría por sus actos. Estamos a merced del tiempo. -
Francis se desmotivo un poco al saber que todo sería respondido por el tiempo, pero por el momento esas palabras le habían dado suficiente para pegar los parpados en su cama.
Francis agradeció a su hermano mayor y se fue a dormir.

Solo era cuestión de esperar cualquiera de las dos salidas; o se elijió la tarta envenenada o la tarta en buen estado, solo el tiempo lo diría.