❥Capítulo 1.

85 3 0
                                    

 Desperté en el piso de una habitación muy iluminada, lo primero que vi fue el techo de un color rosado fuerte, pestañeé varias veces al sentir mis ojos arder por la potente luz proveniente de los candelabros con forma de taza. Me puse de pie y me dirigí al centro del cuarto, había una mesa redonda con un vaso de Bubble Tea en el centro. No le presté más atención y me abrí camino por los cuadros que colgaban del techo, dirigiéndome hacia una de las paredes pero, algo llamó toda mi atención; En la pared de mi derecha pude observar una puerta del tamaño de un ratón. Con curiosidad me acerque, flexionando mis rodillas para poder alcanzar el pequeño pomo y poder abrirla. Ya estando a la altura, empujé con mi dedo la pequeña madera.

—¡Ya es tarde!¿Dónde están todos? ¡Ya es tarde!—Salió por la diminuta puerta un lirón negro gritando desesperadamente con ambas manos agarrando su cabeza.
—Disculp...—El animal había tomado forma humana: Un chico alto, sus cabellos negros caían sobre sus ojos inexpresivos, vestía una camisa blanca y un elegante smoking gris, zapatillas deportivas.
—Los quiero a todos sentados en la mesa en 5...—Empezó a gritar en cuenta regresiva. Al instante entró por la puerta un pequeñísimo ciervo que cabía por la puerta. Se situó de un salto en la silla al lado derecho del pelinegro, y en un movimiento rápido, mordió un bollo amarillento.
—...4...—Entraron a la habitación dos diminutas personas, que en un instante subieron unas escaleras situadas en los laterales de sus respectivas sillas -a la izquierda del primero en llegar- y copiaron la acción del ciervo.
—...3...—Ingresó corriendo con pereza un chico, llevaba en la cabeza puesto un infantil gorro de dormir. Hizo lo mismo que los anteriores. 

—...2...— Entró dando saltitos un mini payaso. Seguido de un hombre pelirrojo arrastrando un sombrero, bastante grande para su medida. 

—...1...— Todos estaban sentados en la mesa. El pelinegro giró su cabeza, mirándome.— ¡Alica! ¿Por qué sigues ahí parada? Siéntate, siéntate. Ya es tarde para el refresco— Dijo señalando una de las 4 sillas libres y sonriendo amablemente.

— Hmm, ¿claro?— Me senté entre una silla vacía y el hombre que anteriormente arrastraba un sombrero; ahora lo tenía puesto. Los 7 chicos ahora estaban de una estatura ''normal''. —Ustedes.. ¿me conocen?— Los presentes soltaron una carcajada. El orejón de mi derecha fue exageradamente ruidoso.
—¡Si eres Alica! Claro que te conocemos, pequeña suripanta.— Dijo el ciervo, ahora humano,  tomando su tercer vaso de refresco. Tenía el pelo rosa, rasgos finos tal mujer, ojos marrones claros y sus labios combinaban con su cabello. Vestía una remera blanca dejando a la vista la piel pálida sus brazos, un pantalón de seda con puntos negros. Tirantes con líneas negras verticales y zapatillas.
 A la izquierda del antes lirón, estaban sentados dos sonrientes niños de notable poca altura, ambos vestían unos pantaloncillos grises que les llegaba hasta las rodillas, remeras blancas con rayas horizontales rojas y tirantes negros. Los dos pequeños traían en sus cabezas un sombrero pequeño, el castaño de grandes mejillas llevaba en él una flor azul, mientras que el de ojos grandes y labios de corazón, una flor amarilla. Empezaron a discutir en "susurros" por sí la limonada sabía mejor hecha por ''el sombrero'' o por ''Sehun''. El de labios corazoneados se situó con cara de psicópata detrás del tierno cachetón aplicándole la llave de estrangulación desnuda en un rápido movimiento.
—Su-suel...—Intentaba hablar el castaño, pero antes de poder terminar la frase, se desmayó. 
—¡Hizo boomba!— Dijo el ojón con una sonrisa ladina, para después volver a su asiento. 
  El pelinegro de cara neutra mantenía una charla entretenida con el pelirosa, quien sonreía de oreja a oreja. Al lado de éste estaba el payaso, poniendo 1...2...3...4 cubos de azúcar a su limonada. 
—Boomshakalaka.— Tarareaba. Era un hombre con el pelo azul, con un smoking de color rosado chillón. 
Justo a mi derecha estaba el orejón pelirrojo.
—¡Hola!¿Qué tal?—Dijo al percatarse de mi curiosa mirada.—Sombrerero soy, Chanyeol puedes decirme.—Sonrió extendiendo una mano.—Supongo que no te acuerdas de mi, pero yo sí te recuerdo, Alica. G-Dragon dijo que regresarías, el mismo te traería aquí y nos liberarías del malvado Reina.—Agarró mi mano y comenzó a sacudirla de arriba a abajo con entusiasmo, sin borrar su sonrisa.
 Aunque no me incomodó, solté su agarre y gire mi cabeza; a un asiento de distancia, se encontraba un joven durmiendo sobre la mesa, llevaba un pijama blanco con franjas verticales de color azul, sus cabellos de tonos rosados y verdes, cayendo sobre su cara. 
—Él es The8.— Escuché la grave voz del Sombrerero— Y estos son T.O.P, Luhan, Sehun, Minseok y Kyungsoo.—Señaló  a los presentes.— Todavía falta llegar gente pero, como ya ves, podemos empezar a disfrutar la hora del refresco.—Y sonrió por centésima vez en el poco tiempo que llevaba en la sala. Dicho eso, se unió a la conversación de Luhan y Sehun quienes tenían un debate sobre si  «Game of Thrones o Harry Potter era mejor». Difícil decisión, sin embargo, ambos eran fans de Exo Next Door y ICarly,  también hubo mención sobre Hannah Montana.  

 No me uní a su interesante discusión, ni siquiera me habían explicado qué significa todo lo que está pasando, ¿Será un sueño? ¿Y si la sirvienta confundió otra vez la manzanilla con la «Maria Juana»? wAIT... "G-Dragon lo dijo, te traería aquí y nos liberarías del malvado Reina..." ¿Yo?¿salvarlos de alguien? Ni siquiera me salvo de la chancla cuando saco panecillos de la repisa sin permiso y mi padre/madre se da cuenta. Es bastante de mal carácter, en especial cuando le robo los panecillos que prepara con tanto amor para mi otro padre, Min Gyu, quien es querido por todos los del pueblo. Somos una de las familias más importantes del país, por tener la granja más completa de éste y esa es la razón por la que me hayan comprometido con la gran diva de todas las granjas, aunque personas observadoras se dan cuenta de lo cercano que es con ese tal Minho, hijo del presidente. Mi padre más alto ama los panecillos, mi padre más achinado, los hace para él ya que odia que alguien más le cocine sus preciados bocaditos. 
 —Alica, ¿te encuentras bien?— Me sacó de mi encimamiento Sehun, con su cara inexpresiva pero con elegancia. ¿Bien? Claro que estoy bien, estoy perfecta. En especial vistiendo ropas sucias con lodo y... vaya, me falta un zapato. 
—Estoy bien, solo... necesito ropa limpia. 
—En cuanto estemos todos presentes, iremos al castillo de la Reina Baekhyun.—Cuando el pelinegro terminó la frase, todos, incluso The8, miraron a un sonrojado Chanyeol.— Por mientras sigamos festejando tu regreso.
—¿Mi regreso?—En ese momento, explotó la taza del, ahora, despierto Minseok, quien la tenía en la mano. 
—Bultaoreune. Fiiiiiireeeeeeeeeeeeeeeeeeee-e.—Salieron de la taza en llamas 7 mini chicos bailando una difícil y sorprendente coreografía. Alrededor de 3 minutos después, hicieron reverencias frente a todos y se despidieron— Gracias por su atención.—, salieron de la habitación, vaya a saber Jisoos por donde. 
—Amo a esos chicos...

Alica en ExoPlanet (Y un poquito más)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora