❥Capítulo 4.

20 2 1
                                    

 —Deberíamos ponerles nombres a ambos grupos, ¿verdad?—Sugirió el Sombrerero con emoción. 

—Veamos cuánto aguantan.— Exclamó con malicia Kyungsoo, mientras juntaba las yemas de sus dedos, como si fuera un empresario maléfico que acababa de cerrar un trato injusto. 
 
Todos sacaron ametralladoras M249 y apuntaron a los dos grupos. 
—¡Si morimos, morimos juntos como hermanos! ¡Agrupense!— Gritó uno de los mini chicos que cantaban la canción para la baja autoestima. Movió su pelo exageradamente para posteriormente quitarse su camisa verde con detalles amarillos, negros y blancos.—Los amo, pedazos de mariquitas.
Sus compañeros se unieron en un abrazo, sollozando desgarradoramente entre lamentos.
—¡Mark, Young Jae lamento tratar de vender a su perrita! ¡Es que nunca me cayó bien!—Sollozó un niño con remera amarilla, tirantes y guantes verdes.— ¡Y me mira mal!
 Los chicos que bailaban con sillas se miraron entre si y, con un asentimiento de cabeza de un peligris de tez morena, se situaron alrededor de los primeros, protegiéndolos. 
—Somos a prueba de balas.—Dijo casi inaudible y entre lágrimas un pelirrojo con uniforme colegial.— Te amo, Namjoon. Quiero que me compres un anillo rosita en la otra vida. 
—¿Me dejarás pobre en esa también?— El aludido preguntó en tono de broma pero, al ver la cara de poco amigos de su pareja, su expresión cambió a una de miedo.
 Kyungsoo dio un paso adelante, con tono seguro y su rostro lleno de malicia.
—Carguen y,—Ordenó— Disparen.
  Una balacera cayó sobre los niños y, con preocupación y miedo por los estruendos, corrí hacia el sendero en el que antes estábamos caminando pero sin quitar la mirada de la escena. Después de un rato ya no se oían disparos, quizás porque se quedaron sin municiones. Decidí acercarme y me abrí paso entre los presentes. Todos estaban jadeando y las ametralladoras en el piso. Kyungsoo estaba cargando nuevamente la suya por lo que su madre, con expresión de enojo, le dio en la cabeza con una sartén, «No te pases de pendejo» le ordenó Suho antes de que el labios de corazón de desmayara. 
 Todos empezaron a abrazarse unos con otros mientras se felicitaban y Minghao les tendía su dedo índice a los integrantes de las bandas. 
—Coman de esto.—Dijo Kris, dejando en el piso un dango violeta. Los niños le dieron una mordida cada uno y se fueron haciendo del tamaño normal. Un pendejo de cabello naranja comió medio dango él solo y creció el doble que los demás. 
—Puta madre, V. Deja de pendejear, joder.— Habló otro pendejo de pelo castaño oscuro, mirando hacia arriba. 
—Compórtate, Yoongi pendejo.— Le dio su coñazo el pelirrojo que «ama a Namjoon». 

¿«Somos aprueba de balas», eh? Fresitas bañadas en hierro... niños con escudos potentes... protectores de mariquitas... Matrix 7.0... niños a prueba de balas...
—¡Niños a prueba de balas!— grité y todos me miraron con cara de asco. 
— Que nombre tan... mierda.— Dijo con delicadeza Sehun, que se separó de Luhan en cuanto escuchó el nombre.— Pero el concepto es bueno.— Y abrazó nuevamente al ciervo.

—¡We are bulletproof!— Parloteo Nanshun. Ni bien terminó, todos comenzaron a discutir. 

 El pelirrojo, que estaba a mi lado, susurraba nombres para sí.
—Chicos bulletproof...no, bulletproof boys... no, bangtan...—Sacó un megáfono de su mochila de colegio.— ¡Bangtan Sonyeondan! —habló por el aparato. 
—¿Bangtan boys?— Comentó con duda, G-Dragon.— Es muy largo... BTS, ya fue. Y para los otros fresitas, GOT7 porque quiero y puedo.— Impuso con un gesto aputazado de mano. Y todos se tiraron al piso, alabandolo. Todos menos Suho porque «Yo no alabo a nadie, a mi me alaban», y movía los brazos de un desmayado D.O, con gesto de alabanza. Chanyeol le arrebató el megáfono a su dueño, y carraspeó. 

—¿Ya podemos irnos? Mientras más tardemos, tardamos más.— ¿:D?— Y no puedo ver a Baekkie. 

Todos asintieron y recogieron sus cosas (sillas, ametralladoras, mochilas, dignidades, remeras y ¿¿ropa interior??) ¿:D?
 Los 26 volvimos al sendero y retomamos la andanza, BTS y Got7 hacían mezclas de sus canciones; G-Dragon y T.O.P estaban escalando árboles a la par nuestra, se veía tan divertido, por lo que decidí copiarlos. Pude escalar el primer árbol, que era pequeño, y en el otro lado del sendero vi a los payasos saltar de rama en rama. Se veía sumamente fácil y lo hice. O, bueno, lo intenté. No alcancé mi objetivo y caí de cabeza en lo que parecía una alcantarilla oscura pero, no había olores desagradables y ¡JA! estamos en ExoPlanet, obviamente es chocolate. Me limpié las comisuras de los labios con mi lengua y, que puto asco, era mierda y de la mala. 
—¡Niños!—Empecé a gritar, con desesperación.— ¡Pendejos! ¡Fresas! ¡Malditos mariquitas estúpidos! ¡AYUDA!
 Nadie vino a rescatarme y ya no se escuchaban las canciones de los grupos. Por lo que, deduje, ya se habían ido. 
 —Pobre ilusa, no puede salir por su cuenta.—Se burló una voz chillona y seguido se escuchó una carcajada.—Sigue a Kai.—No estaba segura de si había más de una persona ahí dentro pero, pude ver una gran sonrisa blanquecina entre toda la oscuridad del lugar que desapareció. Intenté caminar hacia donde provenía las risitas de la criatura pero era difícil entre todo el excremento así que sólo dejé que me lleve la corriente. 
—¿Qué eres?— Pregunté para romper el silencio (en realidad, se escuchaba el tarareo del individuo y el sonido de la caca moviéndose.) ¿Como no vomito aún? 
—Soy un gato. sOY UN GATO MUY MISIFUS.— La estruendosa carcajada del gatofus se escuchó.—Oh, ya casi llegamos. ¿Ves esa luz?
—Seh.— Mentira, no veía una mierda. ¿Entienden? estaba en una alcantarilla oscura. 

—Deja de mentir, Kai no ve nada.— Y rió otra vez. De repente fui succionada por, lo que parecía, un hueco en el medio de la alcantarilla.— Essssta pendeja inservible. Ni siquiera un camino puede seguir.

 El gato me agarro del cabello y tiró de mí hacia arriba.

—Que puto asco. Kai vive por aquí pero nunca cayó en la alcantarilla, no es tan estúpido. Bien, el trabajo de gatofus es llevarte al castillo. Sin embargo, te llevará a la cueva del poni sabio porque escuchó por ahí que ha vuelto de su viaje astral y tiene un mensaje para ti.

 Choqué contra algo y golpeé mi cabeza, ¿volveré en una pieza a casa? ¿VOLVERÉ?
—Maldita sea, pon atención en el camino, cariño.— Su voz sonó a mi izquierda, por lo que deduje que era una esquina y debía girar hacia ese lado. Y sus tonos cambiaron de una palabra a otra y no pude evitar ahogar una carcajada al pensar que este gato tiene problemas mentales.— ¿De qué te ríes estúpida? Acércate a Kai.— Seguí la voz palpando el aire hasta tocar ¿pelos?— No toques a Kai, estúpida. Tienes mierda en tus asquerosas manos.— Quité las manos al instante. Posteriormente, sentí un jalón en el brazo y mi cuerpo de separo de la mierda, parecía estar volando. Cerré los ojos y cuando los abrí estaba en tierra firme, frente a un río de espaguetis y salsa. Un gato volador se posó justo frente a mi vista convirtiéndose en un humano muy sonriente, bastante más alto y moreno que yo.— No hagas a Kai levantarte otra vez, eres más pesada que un barco.
  Un poni salió del río, sacudiendo el exceso de salsa en su cuerpo y tomando una toalla de la rama de un árbol que estaba en la orilla. 

  —Te estaba esperando... Kai.— y corrió a abrazar al negro.  

 ♡♡♡






Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 01, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Alica en ExoPlanet (Y un poquito más)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora