Descendientes 2 [Jelsa] ~ Editando.

Capítulo 36: No sé que hacer.

~Al día siguiente~

Desperté gracias a los rayos sol.

Me senté en la cama y suspiré.

Ayer, fue el peor día de mi vida.

Descubrí varias cosas, y vaya si que cosas.

Sonreí recordando lo bello que me estaba dando la vida.

Acaricé mi vientre.

Ahí, hay una nueva vida creciendo dentro de mí, y eso... me hace feliz.

Me levanté de la cama y fui al baño, a darme una ducha.

(...)

Luego hice lo mismo de siempre.

Cuándo terminé de ponerme una ropa cómoda, salí de la habitación y fui al comedor.

Vi a mi padre, a mi madrastra y a mis pequeños hijos con ellos.

- Por fin despiertas, querida. - Habló mi madrastra acercándose a mi y me abrazó. - ¿Cómo estás?. - Preguntó separándose de mí y sonreí forzada.

- Bien, sólo... un poco cansada. - Respondí en un suspiro pesado.

Catalina me miró fijamente y luego bajo su mirada a mi vientre.

- Elsa... ven, vamos al despacho. - Dijo ella seria y me guió a ese lugar.

Fui sin no antes de despedirme de mis pequeños, y de mi padre.

Entré al despacho y Catalina eerró la puerta.

- ¿De que me quieres hablar?. - Pregunté un poco nerviosa.

- Elsa... ¿estás embarazada?. - Preguntó viéndome fijamente.

- ¿Qué?... - susurré sorprendida. - ¿P-por qué crees eso?...

- Lo veo en tus ojos. - Respondió. - Tus ojos tienen un... brillo especial. Tus ojos, se ven más dulces.

- Sí, estoy embarazada, ¿feliz?. - Dije un poco frustrada y ella me abrazó diciéndome la típica palabra: 'Felicidades'

- Lo sabía. - Susurró separándose de mí. - ¿Qué haces aquí?, Debes ir con Jack. O... ¿él no es el padre de la criatura que esperas?...

- No, no, claro que no. Él es el padre pero... - bajé la mirada y me quedé callada.

- Pero, ¿qué?...

- Catalina, y-yo... yo... lo vi... besándose con otra... - respondí evitando las lágrimas. - por eso, vine aquí... pero, sólo unos días.

- Espera, estás, referiendo a que.. ¿te irás?. - Preguntó sorprendida.

- No sé, quizás...

- Elsa, no sólo por eso, te vas a ir. - Dijo ella seria.

- No sé todavía, Catalina. Necesito, pensar...

- Pues, piensa bien, que con eso, puedes aurrinar tu matrimonio, y a tu familia. - Dijo ella y salió del despacho, dejándome sola.

Suspiré frustrada.

No sé que hacer, ¿irme o no irme?.

Catalina por un lado tiene razón... podría aurrinar mi familia.

A pesar de todo, Amo a mi marido, pero... esto, esto ya es demasiado.

Me siento, acorralada.

No sé que pensar.