Ya era tarde, las clases habían concluido, pero en cierta forma no sentía emoción alguna. Todo era tan simple, no podía pensar con claridad, todo estaba tan borroso, cada vez que quería pronunciar una palabra un nudo se formaba en mi garganta.
Todo estaba mal... Lo sabía.Aquella tarde me había propuesto ir a distraerme y no hay mejor cosa que ir a mi lugar favorito de comida rápida junto a mi mejor amiga.
Rebeca odiaba la comida chatarra, todo lo contrario a mí, ella era de las típicas chicas vegetarianas con dieta, yo no entendía el por qué las chicas se la pasaban comiendo lechuga o mejor nombrado con elegancia “una ensalada”, eso no era comida. No se acercaba a nada parecido...
— No entiendo como te pueden gustar estas cosas... Cómo dices que se le llaman.
Bufé.
— Se le conoce como hamburguesa, querida amiga.
Ella me miro directo a los ojos, un poco seria susurró. — No me digas de esa manera.
La observe incrédulo, no entendía el cambio de actitud tan drástico, no había dicho nada malo. Sin poder argumentar nada o al menos no querer discutir con ella, sólo asentí con la cabeza.
— Jaiden.— Me llamó.
Antes de poder tragar lo que tenía en la boca la observe de nuevo. Rebeca sólo me miro con cierto sonrojo en las mejillas, lo cual hizo que me sorprendiera y terminara de tragar lo que tenía en la boca.
— ¿Sucede algo?— Pregunté ya después de haber masticado y tragado otro pedazo de hamburguesa.
— Sabes, tenemos mucho de conocernos. —Soltó esta riendo un poco nerviosa, yo sólo asentí.— Y que bueno somos muy grandes amigos, nos conocemos todo, yo sé como eres tú, tú sabes como soy yo. Y bueno... No sabía como decirte esto, pero desde hace un par de años estoy sintiendo que esto esta yendo más allá.
— ¿Más allá? ¿Cómo en Toy Story?
— No, bueno sí, bueno no. Yo quiero decir que, bueno esto es raro, siendo chica no debería ser la primera en decir esto, pero siento que el sentimiento es mutuo. De igual manera siento que esto podría llegar a ser algo más.
Reí un poco nervioso. — No estoy entendiendo, Rebeca.
Y era así, no entendía su actitud, ni porqué daba tantos giros a las mismas cosas, estaba confundido.
— Jaiden... Tú me gustas.— Casi gritó mientras tapaba su rostro con sus manos.
Ok, ya entendía todo, el porque estaba nerviosa, el porque le molestaba siempre que le llamaba amiga, entendía todo. Era un idiota, como diablos no me había dado cuenta, mi mejor amiga...
Rebeca, ¿era tan obvio? O sólo yo era el idiota.— Yo... Rebeca, yo.— Tartamudeó un poco mientras que tomaba aire para poder continuar, en ese momento Rebeca ya se encontraba de nuevo observándome.— Yo no te puedo corresponder.
— Jaiden, pero, tu manera de ser conmigo.— Cortó.— No me puedes decir que no sientes lo mismo, cuando tu manera de actuar es diferente.
La observe, estaba nerviosa, se notaba en como sus manos jugaban con su falda. No sabía de que decir, necesitaba una excusa, necesitaba algo para no dejarla herida. No podía perderla a ella, ella era mi mejor amiga, casi mi hermana. No podía perder a alguien tan especial.
Fui un idiota, aunque no entendía el por qué, mi manera de actuar con ella nunca había cambiado desde que la conocí, al contrario de ella.— Rebeca... Soy gay.
Mentira #1.
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——————————————————Hola~
Bueno siendo sincera no quisiera continuar con esta historia.Pero me gusta escribir, me gusta esta historia, me gusta la idea. Qué le puedo hacer, yo seguiré escribiendo porque amo escribir esto.
Gracias por leer.~
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Mi novio es un ególatra.
Teen Fiction¿Cómo te sentirías si él chico más popular de tu instituto te pide que finjas ser su pareja? Jaiden White él chico más ególatra de todo el instituto se ve en aprietos tras la confesión de su mejor amiga. Tanto es el...