Capítulo 2

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Capítulo 2; Como el ying y el yang.

—Mereces a alguien que te ame, tal y como yo lo hago, mi amor.

—¿M-Me amas?–Pregunté atemorizada, nunca nadie me había amado y yo nunca había amado.

—Te amo, mi Amanda, te amo desde que naciste, y estoy tan contento de que estés aquí, conmigo.–Justin cierra sus ojos cuando me vuelve a abrazar.–Se siente tan bien abrazarte, tal y como en mis sueños, o mejor.

—¿Puedo hacerte u-una pregunta?–Justin asiente en mi pecho y escucho su leve ronroneo.–¿Qué eres, Justin?

—Soy tu Arcángel.–Susurra.

—¿Arcángel?–Pregunté, nuevamente.

—Sí, soy el supervisor de los ángeles de la guarda, y soy el jefe protector del Señor.–Me dice y miro a Justin, sus ojos están cerrados y sus mejillas algo rosadas.

—¿Y por qué eres mi Arcángel?

—Porque soy todo tuyo, mi pequeña.–Susurra abriendo sus ojos.–Dedico mi eternidad a tí, y te amo.

—Justin yo...–Susurré como él hizo.–N-No sé si t-te amo.

—Solo soy feliz con que ahora estás conmigo, aunque si me amaras sería tan feliz, no tendría palabras, mi pequeña.–Sonrío ligeramente por la tiernas palabras de Justin.–Te protegeré, pequeña, nadie nunca te hará daño jamás.–Él se incorporó, besó mi frente y me miró a los ojos.–Me gustaría que este momento durara por siempre, mi amor, pero debo partir al amanecer.

—¿T-Te irás?–Susurré con la voz quebrada.

—¡No! ¡Nunca me iré de tu lado!–Me exalto.–Lo siento, pequeña, debo irme, volveré al anochecer, te amo.–Justin besa mi frente y de la nada, se va.

Me deja sola en su amplia habitación, y yo solo, deseo el momento en que él vuelva, deseo que ya anochezca.

*

—Mi pequeña.–Me exalté, abriendo mis ojos.

—J-Justin.–Me lancé a sus brazos, y me volví a sentir libre nuevamente.

—Hola, mi amor.–Me saluda nuevamente.

—Te he echado de menos, es muy aburrido estar aquí sola, menos mal que has vuelto.–Continúo abrazándolo y él solo ríe roncamente.–¿Ocurre algo?–Me intento separar de él, pero este me aprieta y me impide separarme, hasta el punto de dañarme.–¡Justin! ¡Para!–Me intengo zafar de su agarre.

—¡Mi Amanda!–Gritan y miro a un lado, ¿otro Justin?–¡Mira sus ojos, él no soy yo, él es Jason!

Utilizo toda mi fuerza, y sin saber como conseguí mirar al que me tenía agarrada a los ojos.

Sus ojos desprendían llamas y maldad, era lo mas bello y horroroso que había visto nunca, sus ojos eran de un color ensangrentado e incluso imaginaba los gritos de las almas presas en el infierno.

—¡Amanda!–Grito Justin cuando caí al suelo, y al elevar mi mirada, solo un gemelo estaba en la sala.–Lo has hecho bien, mi amor.–Me fijé en sus ojos nuevamente.

Eran azules, como el cielo de claro, reflejaban bondad y sinceridad, podía ver sus ojos cristalizados y reflejarme en ellos.

—Justin.–Lo llame abrazándome a él, y Justin rompió en llanto.

—Sentí que te perdía, mi amor, fue la peor sensación del mundo, nunca me dejes.–Llora en mi cuello.

—¿C-Cómo sabías que estaba en peligro?–Pregunté aún con el shock del momento.

—Mi alma está ligada a la tuya, soy tu Arcángel, ¿lo recuerdas?–Me dice con la voz quebrada y asiento.–Puedo sentir cuando Jason intenta romper nuestro lazo, ya que yo también tengo una parte de Jason, y él tiene una parte mía.

—¿Cómo el ying y el yang?

—Exactamente, mi bien mantiene su mal y su mal mantiene mi bien, sin esa parte, tanto él como yo nos volveríamos muy poderosos, y seríamos desterrados e incluso destruidos por el consejo.

»Porque un alma oscura siempre tiene pureza y un alma pura siempre tiene oscuridad.

Save me » j.b |short story|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora