Todo estaba oscuro. Sentía un gran peso sobre mi cuerpo; no lo podía mover, y si lo intentaba, sentía mil agujas encajándose a la vez. La desesperación crecía cada vez más. ¿Dónde estoy? ¿Qué paso? ¿Y mi familia? ¿Y mis amigos? ¿Cuántos habían sobrevivido al terremoto?
Repase con la mirada todo lo que había a mí alrededor, y muy a lo lejos alcance a ver una pequeña luz. Intente moverme otra vez, tal vez si iba hacia aquel resplandor podría salir de aquí. Pero después recordé lo que decían cuando alguien iba a morir “si ves una luz a lo lejos, corre hacia el otro lado”. Pero yo no estaba muerta, supongo. Hice una prueba para saber si todo mi cuerpo estaba completo o me faltaba algo, gracias a Dios todo estaba en su lugar.
Empecé a arrastrarme poco a poco hacia ese hueco de luz, pero mi cuerpo ardía de dolor, entonces imagine todo el edificio colapsarse sobre mí. ¿Cómo rayos sobreviví? Qué suerte había tenido. Intente arrastrarme otra vez, ignorando el fuerte dolor que se escurría sobre mí. Poco a poco seguí arrastrandome. Ya casi llego. Estoy cerca.
Salí por el agujero, fue difícil porque era muy diminuto, con raspaduras en las rodillas, codos y brazos, llena de tierra y con sangre seca en la cara, no sabía de dónde venía pero trate de no asustarme.
Me quede pasmada. Esto era una pesadilla. En donde antes había edificios, parques, casas, supermercados, plazas, tiendas; ahora solo quedaba en su lugar escombros. No había ninguna señal de movimiento o…de vida.
Camine entre los trozos de lo que antes era una parte muy prestigiosa de la ciudad, en busca de alguna persona viva. Mi hermano, mi mamá, mi papá, Sarah, Brian…Raquel, o hasta el chico nuevo, pero lo único que veía eran escombros. Miles de metros cuadrados de escombros. No quedaba nada, y cuando digo nada, es literalmente nada.
Así pase todo el día, buscando. Buscando y buscando. Tenía hambre, sed, cansancio. Quería a mi mamá, quería dormir en mi cama, escuchar música, leer un libro o tal vez ver un rato la tele. Ya había ido a mi casa para ver si había sufrido los mismos daños. Todo lo que quedaba de mi casa eran, si, escombros. Llore horas en ese lugar, imaginando que mi papá llegaría y me cargaría para llevarme a un lugar seguro, lejos de toda esta pesadilla. Lo único que paso en su lugar fue que se hizo de noche.
Pasaron días, no sé exactamente cuántos, y todo estaba igual. Sin señales de vida. Todas las noches me ponía a llorar sin parar. Estaba sola y no sabía qué hacer. Sufría hambre, deshidratación y mucho cansancio. A veces mientras caminaba encontraba latas de comida tiradas, y si tenía mucha suerte, encontraba botellas de agua. Caminaba sin rumbo. Solo caminaba, caminaba y caminaba, hasta poder encontrar el final del camino, donde encontraría un lugar seguro, ahí estarían todas las personas, mamá, papá, Ted, Sarah, recibiendo la comida que la gente de otros lugares mandaba, con reporteros de diferentes países haciendo tomas sobre los daños y de las personas heridas, así como lo había visto en la tele.
Una noche mientras descansaba viendo las estrellas de la noche, entre los escombros de lo que antes supuse que era un banco, escuche un ruido, muy bajo que hasta pensé que había sido mi imaginación, lo ignore y me volví a perder en mis pensamientos. Tenía una hermosa vista, un cielo estrellado, oscuro como el océano, y me puse a pensar, ¿por qué nadie había venido a buscar sobrevivientes como veía que pasaba en la tele?, ¿por qué nadie en el mundo se molesto en ayudarnos?, ¿solo yo habré sobrevivido…de toda la ciudad? Se escucho el crujido de las rocas cuando alguien las piza, y me incorpore rápidamente. Buscaba con la mirada el origen del ruido pero era inútil, todo estaba demasiado oscuro, no veía nada. El sonido se intensifico, cada vez más constante y más fuerte, entonces unos brazos por la espalda me hicieron girar y me estrecharon hacia un cuerpo desconocido. Escuchaba jadeos de cansancio en mi oreja, y los brazos cada vez me apretaban más, como si cuando me soltaran desaparecería. Trate de zafarme pero fue un esfuerzo en vano.
--Oye, suéltame. Me dejas sin respiración.—Mi queja pareció ayudar porque enseguida mi soltó. Al ver su rostro me quede en shock. Reconocería esos profundos ojos donde sea.
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Este es un capitulo más corto, pero es para crear suspenso ;D Les dejo la foto de Alexander, no es tan perfecto como lo imagine pero se acerca mucho. :D
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Catástrofe Natural
Science FictionEra un día como cualquier otro; todos estabamos desayunando alrededor de la mesa. El típico primer día de clases con alumnos nuevos. Un chico con ojos azules; otro con ojos color miel. Clases normales. Alumnos normales. Un día normal.... o eso creí...