Nightclubbing.

Salida.

Se que esta vez ya no volveré y será un viaje largo, decido empacar un poco mas de ropa mientras que en la T.V estaba el mismo mensaje de todos los dias.

  "Ciudadanos de Task City el gobierno esta tratando de erradicar esta plaga, se han abierto algunos campos militares donde pueden refugiarse, donde podrán descansar tranquilos ya que habrá personal militar patruyando la zona.

los puntos son: El centro comercial de Task City, La iglesia en Redwood y por ultimo el faro de Alejandría.
Seguiremos informando."

Despues de escuchar ese mensaje decidi ir a el centro comercial, es el punto mas cerca de mi esta a 1 hora de aqui.

Sali de mi departamento y coloqué un candado marca diablo a la puerta, se que es el apocalipsis zombie pero nadie se va a meter a mi casa mientras yo viva.

Afuera del edificio era aun peor que cuando lo vi por mi ventana. Habia sangre por todos lados, cuerpos apilatos y absolutamente nadie.

Se que aunque nunca fui muy sociable nunca estuve solo, recuerdo que en esta vieja tienda frente a mi estaba Walter, un señor de unos 50 años que acostumbrada a fumar tabaco en pipa. En la tienda de a un lado estaba Martha, una señora de unos 55 años que vivia enamorada de Walter pero nunca fue capaz de decirselo pues el era viudo y no queria saber mas del amor.

Segui caminando hasta llegar a una plaza y recordé a Steve, un vagabundo al cuando siempre solia comprarle un hotdog y hablabamos me preguntaba si era martes y si ella que se fué un dia volveria y con ella su cordura, algunas veces hablabamos de cosas sin sentido ya que su cordura disminuia cada dia mas y con ella nuestras platicas.

La ultima vez que supe de el fue que estaba gritando que el fin del mundo estaba cerca, que estabamos todos condenados y creo que no se equivocaba en absoluto.

No pasó mas de un minuto cuando de mi boca salio un:

-Mierda... los extraño.