Daisy.

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-Pss... Pss... Pss... Oh Alex... Dejame verte. -Repetia una y otra vez.

Matt se alejaba cada vez mas de mi y en eso aproveche para salir corriendo y adentrarme al bosque pero el sonido de mis pisadas atrajo su atención.

Escuché dos disparos mas pero lo unico que hice fue correr mas adentro del bosque, no me importaba si estuviese infestado de zombies podridos ya que preferia mil veces que ellos me matasen a que lo hiciera Matt.

-No puedes ocultarte para siempre, Alex. -Dijo adentrandose al bosque justo hacia mi direccion.

-Mi hermosa pistola y tu asquerosa cabeza tienen una platica pendiente. -Agregó.

Disparó algunas veces mas, supongo que se le atravezaron algunos zombies o bien queria herirme para poder capturarme como si fuese un conejo y el fuera el cazador.

-¡TE ESTAS CONVIRTIENDO EN UN DOLOR DE HUEVOS!. -Gritó con una voz desgarradora.

-¡MATT! -Sonó una segunda voz.

-¿¡QUE MIERDA QUIERES, NO VES LO OCUPADO QUE ESTOY!? -Respondió Matt

-Perfecto lo que me faltaba. -Susurré.

-¡CUANTAS VECES TE HE DICHO QUE NO ME GRITES! -Contestó Phill.

-¿Lo encontraste? -Preguntó

-Aun no pero estoy cerca. -Contestó Matt.

-Debemos irnos, lo buscas mañana. -Dijo Phill.

-Yo de aqui no me muevo hasta que destripar a ese idiota con mi propias manos. -Contestó

-Haz lo que quieras, te dejaré un vehiculo en al entrada del bosque. -Dicho eso Phill se fué escuché cuando sus pasos se alejaban.

Seguí caminando recto tenia la ligera sospecha de que este bosque se acabaria pronto y podria volver al refugio de Greg. Pero no queria hacerlo si tenia a estos perros detras de mi podria poner en problemas a Phill y su gente y eso es lo ultimo que quiero.

No sé cuanto tiempo pasó pero comenzaba a ver borroso y sentirme bastante debil, supongo que era porque no comia desde ayer y mi cuerpo me pedia alimento.

Si no fuera porque perdí mi rifle cuando caí entrando al bosque le hubiera disparado a Matt y ya estuviera de regreso.

Frente a mi miré un pequeño zorro acercandose hacia mi. Pude notar que era hembra por su tamaño.

-Hola pequeña. -Dije tratando de acariciarla.

Ella se acercó su cabeza justo hacia mi palma para poder acarciarla.

-Pareces muy jugetona ¿Tienes nombre? Te llamaré.... Daisy. -Dije tratando de no desmayarme.

En eso Daisy salió corriendo y con ella mis ganas de seguir despierto. Caí inconciente todo se volvía obscuro hasta que vi a alguien frente a mi... Mirandome.

-¿Matt, eres tu? -Dije.

-No... Soy Jesus. -Conestó

-Nunca creí en ti.... -Susurré y entonces me desmayé.

Nightclubbing.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora