Jesús.

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-Ahí estás sucia rata... ¿Quien diablos eres tu? -Dijo Matt con un tono amenazante mientras apuntaba con su rifle.

-Oh, Hola... Soy Jesús y solamente estaba cazando una ardilla verás no hay mucha comida en estos dias. -Dijo Jesús mostrando una ardilla muerta en su mano izquierda.

-¡Maldíto enfermo! -Exclamó Matt.

-Pues yo no estoy en un bosque gritando ''Alex'' en medio de la noche. -Dijo Jesús imitando la voz de Matt.

-¡Callate! No olvides que el que tiene el arma aqui soy yo. -Dijo Matt cargando su rifle con orgullo.

-Aproposito... ¿No lo haz visto? -Preguntó Matt mirando su entorno.

-¿Te parece que conozco a todo el mundo? -Dijo Jesús burlandose de Matt.

-No muy alto, cabello de niña asi como el tuyo, seguramente tiene una pierna lastimada. -Dijo Matt mientras observaba a Jesús de arriba a abajo.

-No amigo, no lo he visto. -Contestó Jesús.

-Bueno adíos enfermo... -Se despidió Matt.

-Hasta luego extraño. -Se quedó parado mientras veia a Matt desvanecerse en la oscuridad de aquel bosque.

-Muy bien Alex, Vayamos a un lugar seguro. -Susurró Jesús cargando a Alex.

Jesús... supongo que no hace falta describirlo.

Jesús cargó a Alex en su hombro hasta llegar a una especie de campamento con unos pocos sobrevivientes, todos fijaron su atención en Jesús al ver que lo que tenia no era para la cena.

-¿Que le pasó? -Preguntó Sophia la ''Medico'' del campamento.

-Huyó de una persecución con un demente... ¿Puedes ayudarlo? -Preguntó Jesús dejando a Alex en una camilla dentro de una casa de campaña.

-Haré mi mejor esfuerzo -Respondió Sophia regalandole una gran sonrisa a Jesús.

-Gracias, ahora tengo que volver, no pude conseguir nada de comida. -Dijo Jesús contestando la sonrisa de Sophia.

-No puedes volver, debes estar muy cansado como para levantar un arma. -Dijo Sophia angustiada.

-No iré solo, Daisy irá conmigo. -Bromeó Jesús.

-¿Daisy? -Preguntó Sophia confundida.

-Así la bautizó Alex y a ella pareció gustarle. -Contestó Jesús acariciando a ''Daisy''

-Es lindo, pero igual no puedes irte de nuevo ya que Barry, Scott, Dafne y Hope ya fueron a buscar comida tambíen porque vieron que tardaste mucho y entonces decidieron ir a buscar por su cuenta. -Comentó Sophia mientras revisaba a Alex.

-Parece que tiene unos cuantos raspones solamente, debe descansar al igual que tú. -Agregó mientras salian de la casa de campaña dejando a Alex descansar.

-Tienes razón, pero tengo que esperar a los chicos. -Dijo Jesús sentandose en lo alto de una especie de torre de vigilancia.

-Hasta mañana, si necesitas algo ya sabes donde buscarme. -Dijo Sophia entrando a su casa de campaña.

Y asi estuvo nuestro querido Jesús, sentado en lo alto de esa torre esperando que sus chicos, a los que cuidaba con su vida volvieran a casa pero tambien sabia que tenia otro hijo en una camilla inconsiente por la ''pelea'' de aquel bosque.

-Eres una niña buena, no quiero ni imaginar que hubiese pasado si ese demente hubiera encontrado a Alex antes que tú... -Dijo volteando a ver a Daisy.

*Sueño de Alex*

-Ya no tienes donde esconderte... ¿Que harás ahora, llorar? -Preguntó acorralandome.

-¿Matt? ¿por que tienes la voz de el? -Pregunté sudando frio caminando hacia atrás haciendo que mi espalda choque contra la pared.

-Eso no importa dime... ¿Te duele esto? -Preguntó clavando un cuchillo en mi abdomen.

Aunque fuese un sueño el dolor era bastante real.

Traté de empujarlo pero era inutil, era mucho mas fuerte que yo pero ¿por que? yo recordaba tener mas fuerza que esta.

-¿Es un si o un no? ¿O deberia hacer esto? -Susurró Matt clavando el cuchillo mas profundo.

Solo podia sentir un sabor a hierro en la boca.

-Vamos Matt, termina de una vez... -Susurré.

-Eres patetico, mira que no poder defenderte de tus demonios te a hecho bastante debil y asqueroso. -Dijo soltando una risa esquizofrenica.

-Como voy a disfrutar esto. -Añadió sacando un revolver y apuntando directo a mi frente.

Matt jaló el gatillo y entonces... Entonces desperté.

*Fin del sueño*

Desperté bastante alterado y mas aún despertando en un lugar extraño... Tenia algunas vendas en mis heridas, no podia recordar nada de lo que habia pasado lo cual era extraño porque no tenia ningún golpe en la cabeza.

Salí a explorar un poco y entonces me encontré con Daisy, la cual me hizo seguirla y ahi estaba el... Jesús.

-¿H-Hola? -Pregunté tratando de llamar su atención.

-¡Hola, hijo mio! -Extendió sus en el aire.

-Escuché que no creias en mi y pues aqui me tienes. -Agregó acercandose a mi.

-¿Que pasó? -Pregunté soltando una pequeña risa ante lo dicho antes.

-Te desmayaste en el bosque cuando ese loco te perseguia y entonces te traje aquí. -Dijo volviendo a la torre.

-Deberias descansar, Sophia dijo que necesitas tiempo para reponerte. -Agregó fijando su vista hacia adelante... Justo en la entrada del bosque.

-Gracias. -Dije y me di la vuelta para ir a la casa de campaña.

-De nada, hijo mio. -Dijo sin siquiera verme.

-No me digas asi. -Dije siguiendo mi camino.

-Descansa, hijo mio...

Al llegar a la casa de campaña me acosté pero ya no pude dormir, ese sueño o mas bien pesadilla daba vueltas en mi cabeza, hasta que sin previo aviso me dormí.

Apenas amanecia ya que el sol no salia del todo. pero desperté por culpa de unos gritos de dos hombres, una mujer y Jesús.

-¡Ya volvimos y trajimos todo un botín, como piratas! -Dijo la primer voz al parecer de mujer.

-¡Si, los mejores que el mar plagado de zombies haya visto nunca! -Exclamó la segunda voz, esta es de hombre sin duda alguna.

-Ya callense, parencen niños... Maduren ¿Quieren? -Contestó con un tono molesto, otro hombre y sin duda este ya me calló mal.

-Que bueno que volvieron, veo que les fue muy bien. -Dijo Jesús emocionado.

-Si, mira todo lo que trajimos. -Dijo otra vez la voz de mujer.

La curiosidad por ver quienes eran me carcomia el alma, decidí salir a ver quienes era, y entonces la vi... Ahí estaba ella.

-Oh Chicos, el es Alex. -Dijo jesus presentandome a el resto de sus "hijos"




Nightclubbing.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora