Capítulo Tres

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Haber amanecido con el cuerpo desnudo de Baekhyun entre sus brazos y en su cama mientras dormía había sido un completo privilegio que sólo había podido vivir una vez, justo después de que él se enterara de quien era su padre. Por eso lo aprovechó al máximo entre besos, sonrisas, miradas cómplices y sensaciones que sólo él podía entregarle.

Luego de ese día las cosas cambiaron.

Cuando despertó la primera idea que cruzó en su cabeza fue escapar con Baekhyun, pero después de pensarlo se dio cuenta que no tenía nada que ofrecer a ese pelinegro más que su amor, así que entre los dos decidieron que lo mejor era esperar a terminar sus carreras para llevar a cabo sus sueños; eran sólo tres meses, sabía que lo lograrían... Aunque tener que vivir esos tres meses viéndose a escondidas y fingiendo que no se conocían frente a los demás, era una tortura.

Sentía sus manos arder cada vez que lo veía y no lo podía tocar, sus labios dolían por no poder besarlo y su corazón latía con desespero por no poder abrazarlo como él quería, como lo deseaba frente a todo el mundo. Sin embargo, ambos encontraban su desahogo y momentos de felicidad en esas llamadas esporádicas nocturnas, así como en aquellos pequeños encuentros clandestinos que podían llevar a cabo cada vez que Baekhyun se escapaba de su casa y él lo esperaba a unas cuadras de ahí para poder disfrutar de su compañía al máximo. Si sus padres llegaran a enterarse de su relación estarían en peligro y lo sabían, pero la emoción de saber que estaban desafiándolos por su amor y de haberse salido con la suya hasta el momento, les daba la fuerza necesaria como para que el sentimiento que se tenían se alimentara y creciera en lugar de disminuir.

Aun así no era suficiente, necesitaba tener más de Baekhyun, lo quería tener entre sus brazos con completa libertad y sin temor de que ellos se enteraran de su relación. 

Por eso sabía que sólo esperar a acabar la carrera no era suficiente para asegurar su futuro, así que decidió que lo mejor era buscar un trabajo a medio tiempo para juntar dinero; para su gran fortuna, Minseok le ofreció una vacante en su tienda de instrumentos que él no dudó en aprovechar por dos razones: la paga era muy buena y le daba la oportunidad de acabar la universidad sin contratiempos.

Pero había ocasiones en las que se arrepentía de trabajar ahí, y eso era únicamente cuando recordaba lo fastidioso que Jongdae podía ser a veces.

—             ¡No te deprimas Chanyeol! No eres el único hombre de la Tierra que ha sido mandado a la zona del amigo por otro hombre — rodó los ojos y continuó limpiando el mostrador, pero fue difícil cuando Jongdae se colgó de su cuello con una amplia sonrisa mientras miraba la pantalla de su móvil. — Es más, como tu mejor amigo me he tomado la libertad de buscar candidatos para que sanen tu corazón, ¡y mira! Él es el ideal, ¿qué opinas? Se llama Do Kyungsoo y trabaja con Yixing en su cafetería, ¿a poco no está chulo? En definitiva es tu tipo.

Intentó alejarse del agarre, pero éste dejó en claro que no lo soltaría a menos que viera la foto, por lo cual se resignó a mirar la pantalla. Y sí, lo aceptaba, ese chico era lindo pero él no necesitaba a nadie más porque tenía a Baekhyun y lo amaba, aunque para todo el mundo —incluyendo a Jongdae— ese pelinegro lo había bateado cruelmente.

Nada más alejado de la realidad.

—             ¿Quieres saber que opino? — dijo sonriente, acaparando la atención del castaño. — ¡Estás demente! Deja de buscarme pareja, ¿quieres? Así soy feliz. Mejor ponte a arreglar la guitarra que te han traído, requiere mucho trabajo y si sigues perdiendo el tiempo en estupideces nunca lo harás.

—             Tsk, cada vez estás más amargado Park — imitó al bajo de manera infantil, haciendo que éste le mirara ofendido. — Está bien, ¡jamás volveré a tratar de ser un buen mejor amigo! ¿Te quedó claro? Tú no me mereces porq— Oh, joder, es hermoso.

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